Años de corrupción e impunidad permitieron la conformación de grupos delictivos en el interior del sindicato “Andrés Quintana Roo”, con una dirigencia solapadora y debilitada ante el poder del crimen organizado, al que hoy, pese a los discursos oficiales, nadie osa ponerle freno

REDACCIÓN

La corrupción e impunidad imperantes dentro de los gobiernos municipales y del estado han permitido por décadas que el transporte público opere bajo condiciones de completa anarquía en ciudades como Cancún, en donde además se ha tolerado la incursión de grupos delictivos que tienen el control de algunas zonas, en perjuicio de la población.

Los recientes acontecimientos denunciados por empresarios, que involucra a un grupo de taxistas del sindicato “Andrés Quintana Roo” —que cuenta con poco más de ocho mil concesiones—, quienes han amenazado a operadores de autobuses para que dejen de operar a partir de las 10 de la noche en diversos puntos de la ciudad, es apenas la punta del iceberg de la gran problemática que existe y que la misma autoridad ha permitido durante muchos años, pues no han tenido el valor de aplicar la ley.

De acuerdo con Julio Villareal Zapata, dirigente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Cancún, es urgente que las autoridades tomen cartas en el asunto porque de lo contrario, la situación podría complicarse aún más en perjuicio de los ciudadanos e incluso comprometiendo la imagen turística.

“No podemos estar a merced de un grupo de sujetos que pretende apoderarse del transporte a base de violencia y ultrajes; ya basta”, exclamó el líder empresarial.

El Despertador de Quintana Roo ha documentado cómo sujetos con uniforme del gremio de la llamada “ola verde” se han apoderado de algunos espacios de la zona centro que va desde Plaza Las Américas hasta el Palacio Municipal a pesar de que no son “sitios oficiales” y en donde a partir de las nueve de la noche impiden a base de amenazas que tanto operadores de combis como de camiones y hasta otros taxistas levanten pasaje en esas áreas, a pesar de que hay usuarios solicitándoles parada, porque buscan llegar a sus casas después de las jornadas laborales.

Lo más grave de todo esto es que a pesar de que internamente en el sindicato de taxistas existe un “estricto reglamento” que sanciona tanto a socios como a operadores que cometan este tipo de conductas, y de que las autoridades municipales, particularmente de la Dirección General de Transporte y Vialidad e incluso el mismo gobierno del estado a través del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo) tienen la facultad de actuar para evitar irregularidades, hasta ahora lo único que han demostrado es su incapacidad de hacerle frente a la mafia taxista que sigue imponiendo su ley.

Autoridades timoratas e indolentes

Lo que ha ocurrido en las últimas semanas en torno a las amenazas de un grupo de taxistas para que operadores de autobuses de rutas establecidas, combis e incluso ruleteros del propio gremio “Andrés Quintana Roo” levanten pasaje a partir de las nueve de la noche en algunos puntos de la zona centro no es nada nuevo, pues ha sido una práctica ilegal que lleva muchos años y que las autoridades conocen a la perfección, pero que no se han atrevido a resolver. 

Desde el programa radiofónico del grupo Turquesa “Denuncia Ciudadana” que condujo desde Cancún durante muchos años la hoy gobernadora del estado, Mara Lezama, fueron múltiples los señalamientos que se hicieron derivados de estas irregularidades en el transporte en Benito Juárez y ella misma, de forma reiterada, hizo el llamado para que las autoridades en turno le dieran solución y si no lo hacían, al día siguiente volvía a tocar el tema hasta que se diera alguna reacción, pues ese era el objetivo de aquel espacio radial.

Hoy, con los papeles invertidos y en un escenario mayor, como jefa del Ejecutivo, tiene en sus manos poner orden en el tema del transporte y si realmente quisiera aplicar la ley, comenzaría con el retiro de las concesiones y la imposición de un castigo ejemplar a quienes transgreden las reglas de movilidad, al poner en riesgo la seguridad de los usuarios y la imagen turística del destino.

Y es que el evidente desorden que hay en el transporte en Cancún está derivando en anarquía, pues un grupo de taxistas tolerados por la propia dirigencia que encabeza Heriberto Núñez Cahuich, debilitada e incapaz de enfrentar su poder, ha impuesto sus reglas en la operación del servicio de autobuses.

Desde la semana pasada, concesionarias de transporte público urbano denunciaron que los taxistas de Cancún han provocado la suspensión de operaciones después de las 10 de la noche, dejando sin servicio a cientos de usuarios, tras amenazar a los operadores para que dejen de trabajar a esa hora, e incluso les advierten que podrían incendiarles las unidades.

Primero comenzaron en la zona de Plaza Las Américas, pero ya ocurre en otras áreas de la ciudad, lo que demuestra la impunidad de la que gozan estos taxistas.

El director general de la concesionaria Autocar, Santiago Carrillo Sánchez, explicó que un grupo de taxistas se ha dedicado a bloquear las unidades de transporte público a partir de las 22 horas, por lo que los operadores no quieren trabajar a partir de esa hora por temor, dejando sin servicio a la población y afectando a quienes salen de trabajar a partir de esa hora en hoteles y restaurantes.

El propio Centro Empresarial de Coparmex en Quintana Roo respaldó la denuncia y en un comunicado lamentó que pese a que la seguridad es uno de los factores sociales que inciden en la calidad de vida de los trabajadores y un indicador determinante para la atracción de turismo, se sigan presentando hechos violentos en contra de las empresas de transporte público.

“Condenamos enérgicamente las amenazas y agresiones que un grupo de taxistas han realizado en varias ocasiones en contra de camiones de las empresas Autocar y Turicun, con la intención de apropiarse del transporte público nocturno de Cancún. Con estos hechos, los más afectados son los trabajadores que terminan sus actividades en la noche y utilizan este medio de transporte para trasladarse a sus hogares en la mayoría de los casos ubicados en colonias alejadas, por lo que el no poder utilizar este medio de transporte representa un gasto que afecta a su economía y a la de sus familias“, se acotó.

El peor enemigo del taxista es el mismo taxista

A la denuncia pública de operadores de Autocar y Turicun, que fue respaldada por grupos empresariales, se suma la hecha por choferes “martillos”, como se conoce a los operadores de taxis que ruletean por la ciudad todos los días.

El Despertador de Quintana Roo pudo platicar con varios operadores que han sido amenazados por el grupo de taxistas que se han apoderado de la zona centro de manera ilegal.

“Lamentablemente estamos indefensos porque ni las autoridades de seguridad pública ni mucho menos el sindicato hacen algo al respecto”, explicó Gonzalo “N”, uno de los operadores que accedió a platicar con este medio de comunicación.

Añadió que el modus operandi de estos “taxistas” es establecer un esquema de control sobre la avenida Tulum desde Plaza Las Américas hasta la avenida Uxmal para impedir a partir de las nueve de la noche que en sitios de ascenso y descenso, así como en otras áreas de afluencia de pasajeros, ningún vehículo de transporte público haga parada.

“Estoy en un grupo de Whatsapp en donde todos los días se emiten reportes de amenazas de taxistas contra taxistas y los principales problemas son en la zona centro”, reveló Ángel “N”, otro de los “martillos” que dialogó con este reportero.

Reveló que recientemente uno de los colegas advirtió en ese grupo de mensajería que todos tuvieran cuidado con los taxistas de la Tulum, porque ya lo habían detenido para obligarlo a que bajara al pasaje que había subido en esa zona y bajo amenazas directas le advirtieron que si lo volvía a hacer, la próxima vez le iban a quitar su unidad.

En un recorrido hecho por la zona mencionada, particularmente entre la glorieta del Ceviche hasta el Ayuntamiento y viceversa, se pudo observar que estos taxistas han establecido un esquema de vigilancia, que consiste en colocar una o dos unidades con sus intermitentes encendidas y ellos desde afuera, con un radio en la mano se comunican entre ellos para avisar si alguien carga pasaje ahí, para que de manera inmediata y una vez identificado el taxi que lo haga, sea acorralado por otros vehículos y el operador amenazado para que haga descender a los pasajeros.

Lo mismo pasa en las inmediaciones de la Plaza de Toros en donde, a decir de taxistas afectados, hay un sujeto identificado como Luis Monroy de la unidad 6206 “que se cree dueño de la zona” y con láser impide que una unidad se pare a levantar pasaje o de lo contrario lo reporta. para que más adelante miembros de su grupo delictivo lo detengan, lo “levanten” o hasta la quiten el automóvil.

En medio de todo esto, Julio Villarreal Zapata, presidente de la Canirac en Cancún, también expresó su preocupación porque los trabajadores del sector han sido víctimas de violaciones y asaltos por parte de presuntos taxistas piratas.

Dijo que en el último mes, tres empleadas de establecimientos gastronómicos fueron abusadas sexualmente por ruleteros de unidades de alquiler que abordaron afuera de sus centros de trabajo, pero hasta la fecha se desconoce si son vehículos legales o apócrifos.

Sindicato solapa a la mafia taxista

Algunos operadores afectados afirmaron a este medio de comunicación que ante la intimidación y constantes amenazas de miembros del grupo de la ya conocida “mafia taxista” que no deja trabajar ni a las combis, camiones y a los ruleteros, han acudido a la Secretaría del Trabajo y al departamento de vigilancia del sindicato “Andrés Quintana Roo”, para pedir que se aplique el reglamento establecido, pero que la respuesta de los encargados de estas áreas es que mejor no se metan en problemas.

“Nadie nos respalda, yo personalmente acudí ante la Secretaría del Trabajo a exponer que me amenazaron con ‘levantarme’ o quitarme mi unidad si me vuelven a ver subiendo pasaje después de las nueve de la noche sobre la avenida Tulum, Bonampak o Cobá, pero la respuesta que recibí es que con ellos no se juega y que mejor no me acercara por allá, pues al fin y al cabo la ciudad es grande y hay para todos (sic)”, narró uno de los “martillos” afectados.

Es más que evidente que el transporte público, de forma general, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los ciudadanos de Benito Juárez, quienes tienen que padecer las consecuencias de un pésimo servicio y en muchas partes, bajo el control y acecho de la delincuencia organizada.

Se pudo conocer que internamente el sindicato tiene un reglamento que establece que los “ruleteros” no deben de cargar pasaje a menos de 50 metros de los sitios oficiales, pero muchas veces hay taxistas que están en zonas no autorizadas que han hecho suyas de manera impune.

“La verdad estamos indefensos, porque a pesar de que nosotros pagamos nuestros reportes diarios, en algunos casos cuotas sindicales, la renovación del tarjetón y además, las defunciones que cada semana nos enjaretan dos, nadie nos escucha y da soluciones a los problemas que enfrentamos todos los días”, acotó uno de los afectados.

Funcionarios admiten problemática pero no actúan

El propio secretario general del Ayuntamiento de Benito Juárez, Jorge Carlos Aguilar Osorio, reconoció que hoy más que nunca el transporte público necesita una regulación urgente y profunda, por tratarse ya de “una bomba de tiempo”.

Admitió que el transporte público está mal, tiene límites en horarios y ha faltado mano dura para atenderlo, porque incluso las acciones que se han intentado resultan insuficientes por las limitantes legales que tiene el propio ayuntamiento.

Respecto a los problemas que se han presentado específicamente entre grupos de taxistas y transportistas, principalmente en la zona de Plaza Las Américas, aceptó que se trata de un espacio que se ha convertido en zona de transferencia.

“La realidad es que hay un desorden generalizado en el transporte público, esa es una realidad y responsabilidad de la autoridad y lo que nosotros tenemos que hacer es trabajar en un plan de movilidad diferente al que tenemos”, comentó.

Reconoció que hasta ahora, nadie ha tenido la “valentía política” de regular lo que tiene que ser regulado, revisar en Cabildo el periodo de las concesiones, pero bajo un plan completo de transporte público y no con remedios aislados que no abonan a un sistema integral de transporte.

Hace dos semanas, el diputado local Julián Ricalde Magaña emitió un mensaje en su redes sociales, admitiendo su preocupación por el tema del transporte y la permisividad de un incremento exponencial de combis TTE (Transporte Terrestre Estatal) desde el gobierno de Roberto Borge, pero al ser cuestionado por El Despertador de Quintana Roo para saber cómo iba ese tema y si realmente se haría algo al respecto, no contestó los mensajes.

Lo mismo ocurrió con el diputado Humberto Aldana Navarro, quien es vocal de la Comisión de Transporte del Congreso del estado, quien tampoco respondió los mensajes enviados para saber qué harán respecto a la problemática que existe en Cancún.

El pasado viernes, en un comunicado del Ayuntamiento Benito Juárez se dio a conocer una reunión entre representantes del Instituto de Movilidad del Estado de Quintana Roo (Imoveqroo), la Guardia Nacional, las secretarías municipal y estatal de Seguridad Pública, y el secretario general de la comuna, Jorge Carlos Aguilar Osorio, “para atender las quejas de concesionarios del transporte público de pasajeros en conflicto con el gremio local de taxistas” como “parte de la conformación de una mesa de atención al conflicto” y nuevamente se emitió la promesa de la autoridad municipal de “ejercer mano dura y acciones coordinadas, definir soluciones y compromisos”, agregando que los generadores de violencia, “que están siendo identificados por el C5, tendrán que enfrentar denuncias ante la Fiscalía General del Estado y puede ser causal del retiro de las concesiones”, en un escenario muy similar al de apenas siete días atrás, antes de que representantes del sector empresarial y de las líneas de autobús denunciaran que, pese a los ofrecimientos, el problema persistía y hasta se había recrudecido.

Nuevo titular de Imoveqroo ni se inmuta

Para el nuevo director del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo), Rodrigo Alcázar Urrutia, la problemática que existe en el tema de transporte en Cancún no parece estar entre sus prioridades pese a que hace algunos meses fungió como responsable titular de la dirección de Transporte y Vialidad y por lo tanto conoce lo que ocurre en este sector.

El Despertador de Quintana Roo lo buscó para hacerle una entrevista y al menos en la oficina que hay en Cancún, se informó que por ahora está trabajando solo con temas de agenda relacionadas con la nueva Ley de Movilidad que podría estar para el próximo mes.

En ese contexto, se pudo conocer que el gobierno de Quintana Roo ya “cocina” la nueva Ley de Movilidad del estado, que será homologada con la nueva ley federal en materia de movilidad y seguridad vial, adaptándose a las necesidades locales, a fin de ordenar el servicio de transporte y atender problemas de las plataformas digitales y mototaxistas.

Pero mientras llega eso, es evidente que el transporte en general se encuentra convertido en un verdadero caos con sobresaturación de algunas rutas, las amenazas constantes de taxistas y un evidente aumento de mototaxis que hasta hoy operan bajo el manto de la impunidad.

De hecho, en sus redes sociales el funcionario reconoció que uno de los problemas en cuanto al transporte son los mototaxis, a los que se refirió como un foco rojo en la zona norte del estado, específicamente en Benito Juárez y Solidaridad, pues en la ley ese servicio no existe, de modo que el Congreso primero deberá aprobarlo e inmediatamente regularlo para que sea seguro.

Sin embargo, el mototaxi es el servicio que más que ido en aumento y en los últimos meses ha proliferado por toda la ciudad, con cobros en algunos casos más altos que el de los propios taxistas.

Delincuencia ha tocado a los taxistas

Recientemente, quien fuera el dirigente del sindicato de taxistas “Gustavo Díaz Ordaz” de Isla Mujeres, Ariel Peniche Rodríguez, fue ejecutado en la puerta de su casa en la región 236, lo que confirma que las mafias también abarcan a “los rojos”.

En medio de esta situación, algunos grupos de taxistas han emprendido una nueva cacería en contra de unidades Uber, que si bien operan al margen de la ley, tampoco se justifica el uso de la violencia.

El pasado jueves circuló en redes sociales un video en donde se observa cómo un taxi del sindicato “Andrés Quintana Roo” con tres personas abordo, dieron alcance a un auto particular que resultó ser de Uber y golpearon su unidad. Los hechos se registraron a la altura del hotel Westin Regina.

En la grabación se puede ver al conductor del taxi con número económico 1144 acelerar para quedar enfrente del automóvil, en tanto, el vehículo 2298 y placas A-487-TNA, queda detrás y frena para detener el tráfico y así evitar que escape el chofer de la plataforma digital.

Posteriormente, exhibe cómo el “martillo” del vehículo 2298 y otro compañero que viajaba en la unidad, bajaron y golpearon el automóvil de Uber, exigiéndole a gritos que abriera la poretezuela y bajara del vehículo.

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Transporte concesionado de ruta establecida no mejora

Si bien hoy se establecen como víctimas por el tema de las amenazas de los taxistas, es evidente que las mismas empresas de transporte concesionado de ruta establecida que operan Autocar, Turicun, Bonfil y Maya Caribe incumplen con las condicionantes de sus permisos, pese a lo cual en el 2018 se autorizó una prórroga por 10 años más a la concesión municipal. 

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Puntos de alto riesgo en manos de la mafia taxista

* Plaza Las Américas, ahí operan tres grupos, uno adentro de las plazas Américas y Malecón, así como un tercero en las inmediaciones.

* Sitio del ADO.

* Sitio de la Comercial (enfrente del ADO)

* Avenida Tulum, en el tramo comprendido entre la Uxmal hacia la Cobá, en ambos sentidos.

* Puerto Cancún.

* Plaza de Toros.

* Toda la zona hotelera.