La creciente inconformidad ciudadana por problemáticas derivadas de la mala prestación de servicios públicos, medidas gubernamentales polémicas y la criminalidad e inseguridad galopantes, ha derivado en actos de protesta masivos que son cada vez más frecuentes, con un riesgo de violencia latente también en ascenso

SALVADOR CANTO

De sur a norte, la resistencia civil y acciones de autodefensa se han convertido en los últimos años en una contundente medida de acción de reclamo y exigencia ciudadana en Quintana Roo, para el mejoramiento de servicios como la seguridad, como protesta por fallas en el suministro de agua y energía eléctrica, así como para pedir la regularización de predios, atención de promesas de campaña y hasta para presionar la destitución de servidores públicos por no hacer bien su trabajo.

Es evidente que la frecuencia e intensidad con que detonan estos movimientos han ido creciendo, como evidencia de que la ciudadanía está cada vez más inconforme, al grado del disgusto, por diversos motivos derivados de la mala prestación de servicios públicos, situación que en algún momento podría estallar en una rebelión popular.

Si bien las manifestaciones públicas son producto del ejercicio de los derechos de libertad de expresión y de reunión, pues es así es como se puede expresar el descontento ciudadano, en muchos casos se ha llegado al extremo de cerrar tramos de vialidades como la avenida José López Portillo, Kabah o el Arco Vial para presionar al gobierno con la prestación de servicios, por no estar de acuerdo con algunas medidas o simplemente para negociar algún tema en específico, y en muchos casos la autoridad ha sido tolerante y no aplica la ley ante la transgresión, tipificada como delito, que implica la obstrucción de vías de comunicación y ni siquiera procede como falta administrativa, pese a que existan afectaciones a terceros, además de las posibilidades latentes de violencia y que estos movimientos lleguen a tornarse más riesgosos.

Sin embargo ha llegado a rebasarse el límite cuando, como parte de las acciones de resistencia civil, las manifestaciones se trasladan a la zona hotelera que es considerada una vialidad primordial por cuestiones turísticas, por lo que ahí, de no concretarse un acuerdo inmediato con los manifestantes, las autoridades tienen que proceder en su contra, como ha ocurrido en algunas ocasiones, como durante la protesta protagonizada por la secta de Los Perfectos en el año 2005, pues en el momento en que abarcó las dos vías del bulevar Kukulcán, cerrando por completo el tránsito y perpetrando con ello un delito de índole federal, los cuerpos de seguridad actuaron para poder abrir por la fuerza la circulación.

El derecho humano a la manifestación pública se fundamenta en los artículos 6º y 9º de la Constitución Federal, así como en los artículos 13º, 15º y 16º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Pésimo servicio de Aguakan, molestia generalizada

Desde hace algunos meses ante la escasez de agua derivada del deficiente servicio de la empresa concesionaria ha propiciado que habitantes de distintas regiones y fraccionamientos de Cancún hayan llegado a bloquear calles con palos, llantas, piedras y en algunos casos hasta prendido fogatas para exigir a las autoridades a que obliguen a Aguakan a que cumpla con las condiciones establecidas en el contrato de concesión y proporcione a sus usuarios un agua potabilizada de calidad, de manera constante y con la presión de flujo debida.

Unos de los primeros en hacer este tipo de actos de protesta fueron los vecinos de la región 247 y de la colonia Nueva Esperanza, quienes salieron a manifestarse y cerraron la avenida Costa Maya, ante la falta de agua.

Los manifestantes colocaron piedras y encendieron llantas como si fuera zona de guerra para exigir que llegaran las autoridades y que se les suministrara agua, aunque fuera mediante pipas.

Con el paso de los días, también lo hicieron habitantes de las regiones 219, 220 y 221, que bloquearon un tramo de la avenida Kabah en su confluencia con Niños Héroes para demostrar su enojo contra la concesionaria Aguakan, luego de varios días de no contar con el suministro del líquido.

Una de las más recientes protestas se suscitó en la supermanzana 110, donde vecinos del fraccionamiento Kusamil le cerraron el paso a un trabajador de Aguakan e impidieron que se fuera en su camioneta, obligándolo a que se pusiera en contacto con sus superiores para exigirla, a cambio de su liberación, que la concesionaria les otorgara por lo menos agua en pipas para solucionar el problema de manera temporal, y que atendiera la situación de la falta de presión que existe en todo el fraccionamiento desde hace meses.

CFE genera enojo por apagones

Si bien en toda la Península de Yucatán se registran problemas con los apagones, en las últimas semanas en Quintana Roo la situación se ha extendido a prácticamente todos los municipios, lo que ha propiciado un enojo generalizado de todos los sectores de la población en contra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

En muchos casos la resistencia civil pacífica ha llegado, además del cierre de calles por vecinos indignados a causa de la falta de energía eléctrica, a tomas de instalaciones y oficinas, como ocurrió en julio pasado en Bacalar, donde un grupo de ciudadanos encerró con cadenas al personal de la CFE que se encontraba en las oficinas locales, exigiendo el mantenimiento de los transformadores de las comunidades aledañas.

Incluso los habitantes llegaron más allá y “secuestraron” hasta en cuatro ocasiones a personal de la empresa eléctrica, por inconformidades que van desde la lentitud que le atribuyen los usuarios para resolver problemas de desabasto del servicio, hasta cortes de la electricidad inmediatos a quienes no pagaron a tiempo sus recibos de luz.

Derivado de los apagones o cortes de energía, cada vez son más los vecinos de Quintana Roo que desafían a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a través de bloqueos o incluso, agresiones contra los trabajadores o al edificio de la paraestatal.

Con base en información solicitada por El Despertador de Quintana Roo a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), existe constancia de que en los últimos dos años –hasta marzo pasado– ocurrieron 28 bloqueos carreteros por parte de vecinos de Quintana Roo, en demanda de un mejor servicio de la CFE.

Más recientemente, en Chetumal, los habitantes de Calderitas, hastiados de los constantes apagones, advirtieron que de no haber solución a la constante interrupción del suministro eléctrico que le ha provocado millonarias pérdidas al sector restaurantero de la localidad, bloquearán en los próximos días las instalaciones de la CFE.

Dicha amenaza la hicieron por medio de una manta colocada en la entrada de esa población, donde se leía: “Basta de apagones. No más pérdidas en inventarios y suministros. No más pérdidas en equipo eléctrico dañado. El alumbrado público activo es fundamental para que nuestras calles sigan libres de violencia. Una pronta atención a la demanda de las anomalías en el servicio de energía eléctrica permite un mejor desarrollo para toda nuestra comunidad”.

En Cancún esta problemática ha sido constante, al grado de que los hoteleros han tenido que recurrir a denuncias públicas en exigencia de que la CFE mejore su servicio y evite los apagones que provocan serias afectaciones al sector.

En distintos puntos de la ciudad casi todos los días se reportan apagones, ya sea de día, tarde, noche o madrugada y en ninguno de los casos la denominada empresa productiva del Estado ha informado las causas.

Apenas la semana pasada ocurrió un mega apagón desde las 10 de la noche que de manera gradual abarcó numerosas zonas de la ciudad, como las supermanzanas 51, 55, 103, 224, 225, 226, 227 y fraccionamientos como La Guadalupana, Prado Norte, Las Palmas, Villas Otoch Paraíso, Kusamil y Paraíso Maya.

En la mayoría de estas zonas el apagón duró aproximadamente tres horas, pero en puntos como el fraccionamiento Prado Norte se mantuvo por cerca de 10 horas, dos más que en Kusamil.

A través de distintos grupos de Facebook, vecinos de dichas zonas de la ciudad denunciaron el apagón que estaban padeciendo y pidieron colaboración para reportar masivamente esta nueva falla ante la CFE.

De hecho, en algunos casos como en la región 227 los vecinos decidieron cerrar las calles como una medida de resistencia civil pacífica, en espera de que la CFE le diera solución a la problemática.

Zona Hotelera, punto de máxima presión

Si bien bloquear cualquier vialidad secundaria genera molestia y las autoridades tienen un margen de tolerancia para la negociación, esto no ocurre en la zona hotelera, debido a que, al ser una vía de alta prioridad por la actividad turística, el gobierno tiene que actuar lo antes posible y eso ha propiciado que en algunos casos se proceda al retiro obligado de los manifestantes incluso con el uso de la fuerza, y en ocasiones han terminado tras las rejas como ocurrió con la movilización protagonizada por la secta de Los Perfectos en agosto de 2005, durante la administración municipal de Francisco Alor Quezada, cuando fueron detenidas más de 570 personas que exigían la liberación de Leydi Campos Vera, asesora legal de la casa hogar La Casita, aprehendida días antes como probable responsable de sustracción de menores y privación ilegal de la libertad.

Lo mismo ha pasado con taxistas que hace algunos años cerraron la vialidad en ambos sentidos entre Cancún y Puerto Morelos, entre otros casos que están documentados.

Sin embargo, recientemente existen hechos en donde las autoridades han mostrado flexibilidad en cierres de la zona hotelera, como ocurrió con un grupo de manifestantes que exigían soluciones en colonias irregulares de Cancún.

Fueron representantes de 200 colonias los que bloquearon la entrada de zona hotelera en busca de regularización y servicios básicos, como un acto de protesta y resistencia civil.

También integrantes del Colectivo Memoria, Verdad y Justicia, así como de Somos tus Ojos, hicieron otra manifestación en la zona hotelera, en noviembre del 2022, primero en el kilómetro cero y posteriormente afuera de la Casa de Gobierno, a la altura del kilómetro 11.5, para acusar al entonces fiscal general de Quintana Roo, Óscar Montes de Oca, de entorpecer las investigaciones y labores de búsqueda de personas desaparecidas en el estado, durante la administración encabezada por Carlos Joaquín González.

El bloqueo generó caos e incertidumbre entre turistas y trabajadores de la zona hotelera de Cancún, pues muchos visitantes perdieron sus vuelos de retorno a sus lugares de origen, además de que muchos empleados hoteleros no pudieron llegar a sus centros de trabajo.

Luego, la misma manifestación se convirtió en un plantón permanente afuera de las instalaciones de la FGE en Cancún durante varias semanas, que a la postre terminó cuando Óscar Montes de Oca renunció al cargo.

Alerta, vecinos vigilando: desesperante grito de auxilio

Ante el incremento de la ola de robos y atracos a casas habitación y negocios, así como asaltos a transeúntes, vecinos de diversas regiones y colonias se han organizado para implementar desde hace varios años acciones de autoprotección que no solo ha consistido en la instalación de cámaras de video vigilancia, sino además en la colocación de lonas de advertencia en donde advierten que al ladrón que atrapen haciendo de las suyas le darán un escarmiento, antes de entregarlo a las autoridades.

Ese reflejo del hartazgo se ha extendido a lo largo de todo el territorio estatal, en donde los habitantes de los fraccionamientos amenazan con linchamiento a cualquier ladrón que sea capturado por ellos, ya que no confían en la justicia de Quintana Roo.

En recorridos realizados por El Despertador de Quintana Roo en diversas zonas de la ciudad de Cancún se pudo observar que existen decenas de lonas de alerta, de vecinos vigilantes.

Además, en la mayoría de ellas los habitantes han abierto grupos de Whatsapp para mantenerse en comunicación constante a fin de avisar en caso de percibir alguna irregularidad en las inmediaciones y actuar de manera inmediata.

Marcelo Durán, residente de Haciendas del Caribe, comentó que en los últimos meses los robos a casa habitación se han disparado de manera alarmante por el rumbo, ya que se presentan a cualquier hora y en algunos casos hasta con lujo de violencia, lo que ha provocado que todos los vecinos se mantengan en alerta permanente.

Cabe recordar que se han dado casos de linchamientos a sujetos que han sido descubiertos cometiendo delitos, como el más reciente acontecido en el fraccionamiento Paseos Kusamil, en la supermanzana 110, en donde vecinos detuvieron y golpearon a un hombre que fue señalado por pretender abusar sexualmente de unas menores de edad y tras ser atado a un poste y “recibir su merecido” llegó la policía, que tuvo que requerir la presencia de una ambulancia para trasladarlo al hospital general “Jesús Kumate Rodríguez”.

Gobierno atiende protestas ciudadanas

Ante la incapacidad de Aguakan para dar solución al problema de la falta de agua que se ha acrecentado en los últimos meses en distintos rumbos de Cancún, el gobierno municipal ha tenido que salir al quite en muchas de las ocasiones y por instrucciones de la presidenta municipal, Ana Paty Peralta de la Peña, el propio secretario general del Ayuntamiento Pablo Gutiérrez Fernández ha atendido los reclamos de la gente, evitando que este tipo de resistencia civil ciudadana se eleve a otros niveles, incluso de violencia, por la falta de respuesta de la empresa.

En ese sentido, la autoridad municipal ha ordenado el suministro de agua a través de pipas para mitigar los efectos de la escasez en muchas zonas, aunque esto es responsabilidad de la empresa concesionaria del servicio.

A estas acciones también se ha sumado el Gobierno del Estado, que ha apoyado con otras pipas de agua para ayudar a las colonias que padecen esta severa afectación, en plena temporada de calor.

Algunas de las supermanzanas beneficiadas con estas acciones del gobierno han sido la 93, 95, 96, 110, 220, 221, 219, 234, 235, 227 y 226, entre otras, aunado a que el Ayuntamiento de Benito Juárez continúa firme con su exigencia a la empresa concesionaria del agua para que dé solución pronta a esta problemática.

Lo mismo ha hecho con el tema de la energía eléctrica, pues ante las constantes quejas y acciones vecinales de protesta, la alcaldesa de Benito Juárez buscó reunirse con el titular de la CFE en Cancún, quien le dijo que ya se trabaja para la construcción de una nueva subestación que ayudará a dividir el voltaje de la energía que se distribuye entre Benito Juárez y Solidaridad.

De hecho, en la más reciente sesión de Cabildo se aprobó por unanimidad la autorización a la Comisión Federal de Electricidad para la realización de estudios preliminares y gestión al cambio de uso de suelo de dos predios de la ciudad para dicho proyecto.

También, la semana pasada, en el sur del estado, miembros del movimiento Antorcha Campesina bloquearon el acceso a la colonia Fraternidad Antorchista en Chetumal e impidieron el paso de camiones que prestan servicio al Tren Maya, ante la falta de solución de las constantes gestiones realizadas en dependencias gubernamentales a las cuales les han solicitado la pavimentación de dicho acceso, que ha empeorado debido al paso de unidades pesadas en los últimos meses, por lo que el Gobierno del Estado intervino y negoció para reabrir el acceso.

Lo mismo ha pasado en otros casos, donde campesinos de diversos ejidos de Quintana Roo, que han protestado por la forma en que se han llevado a cabo las negociaciones para la adquisición de predios por donde pasará el proyecto ferroviario del Gobierno Federal, así que la autoridad estatal ha intervenido como mediadora, para evitar que el problema sea mayor.