El ciclo escolar 2023-2024 arranca en medio de una polémica por los contenidos de los nuevos libros de texto gratuitos, que no hace más que agravar el profundo proceso de rezago educativo cuya atención tendría que ser prioridad

SALVADOR CANTO

Desde señalamientos de promover un presunto adoctrinamiento comunista, pasando por la inclusión polémica de temas sobre género y sexualidad hasta la reducción de materias esenciales como matemáticas, la existencia de decenas de faltas de ortografía y redacción y errores tipográficos que, a decir de científicos, causará más confusión en los pequeños de primaria, los nuevos libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) han generado una enorme controversia a nivel nacional, pues un gran sector de la sociedad mantiene una postura de rechazo al empecinamiento del gobierno federal por distribuirlos, a pesar de la existencia de procesos de amparos promovidos por organizaciones civiles y padres de familia.

Lo más grave es que esta situación se ha prolongado hasta el arranque del ciclo escolar 2023-2024, que inicia este lunes 28 de agosto, pues al menos siete estados de la República mantienen frenada la distribución de los libros y han propuesto que se usen los del periodo pasado, atendiendo a la suspensión provisional ordenada en un juzgado federal.

En Quintana Roo, aunque el proceso de reparto se ha llevado a cabo desde mediados de julio, padre de familia se sumaron a una “marcha nacional” en defensa de la educación, que se llevó a cabo el pasado domingo 27 de agosto en distintas partes del país.

En medio de controversias y un litigio con otras imprentas, el proceso de impresión de los libros de texto gratuitos tiene un costo de 870 millones 488 mil 231 pesos en 23 contratos que vencerán el último día de este año, de acuerdo con las compras públicas de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) publicadas en la Plataforma Nacional de Transparencia y Compranet.

Especialistas como el profesor-investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa, Marco Antonio Fernández Martínez, aseguran que los nuevos libros de texto gratuito no cumplen con los mínimos pedagógicos que exige la comunidad educativa: presentan errores graves de contenido, no tienen un orden pedagógico, contienen un lenguaje extraño y complicado y son desordenados y caóticos.

Subrayan que la desaparición de las Matemáticas, de la Lengua, la Historia, la Geografía, la Formación Cívica y Ética, la Física, la Química, la Biología, entre otras materias esenciales para el desarrollo de los menores impide que el aprendizaje de niños y adolescentes ocurra como un proceso continuo, lógico, sistemático y ordenado y da lugar a un desorden pedagógico de efectos contra educativos.

Advierten, además, que por primera vez en la historia se está frente a la posibilidad de que la educación básica se convierta en un aparato político-propagandístico al servicio del gobierno federal en turno e incluso de su propio partido político.

La polémica ha llegado hasta el interior de Morena, donde la diputada federal Adela Ramos Juárez sostiene que el tema los libros no solo se refiere a errores ortográficos y gramaticales, sino que conlleva intenciones dogmáticas y filosóficas con un interés político que sesga los derechos de la niñez.

Se agrava el hundimiento

Si bien desde hace varios años México atraviesa por serios problemas en materia educativa, estos se agudizaron a partir del 2020 por la pandemia por COVID-19, lo que equivale a tres ciclos escolares que, para muchos, fueron tirados a la basura y ahora con entrada de la Nueva Escuela Mexicana y unos libros de texto plagados de errores, contenidos polémicos y la minimización de materias que han sido los pilares educativos desde siempre, las perspectivas son alarmantes.

El profesor Rafael Collí, quien labora en una escuela primaria de Cancún, admitió que hay alumnos que inician el cuarto grado de educación primaria sin saber leer bien y “tampoco saben sumar, restar y menos multiplicar porque los tres años anteriores no aprendieron bien, pero como había un acuerdo con las autoridades educativas se les tuvo que pasar de grado a pesar de la carencia de aprendizaje; es decir, muchos pasaron de grado académico sin tener los conocimientos necesarios básicos y seguramente ahora tendrán otras complicaciones, primero por el plan de la Nueva Escuela Mexicana y en segundo por el tema de los libros”, explicó.

En este nuevo proyecto, los libros de texto esenciales han sufrido una invisibilización, o las autoridades optaron por disminuir su importancia, para darle entrada a un proceso de adoctrinamiento con base en la ideología del gobierno en turno.

Así, la SEP optó por desaparecer los libros de Matemáticas y Español para el ciclo escolar 2023-2024, que fueron la base de la educación en México por muchos años.

De primero a tercero de primaria han desaparecido los títulos Conocimiento del Medio Ambiente, Lengua Materna, Lecturas, Matemáticas, así como Formación Cívica y Ética y en su lugar el gobierno de la Cuarta Transformación impuso otros con los títulos de Nuestros Saberes, Múltiples Lenguajes, Proyectos del Aula, Proyectos Escolares y Proyectos Comunitarios.

El modelo de la Nueva Escuela Mexicana también incluyó cambios para los grados de cuarto a sexto de primaria al sustituir los libros Lengua Materna Español, Lecturas, Desafíos Matemáticos, Ciencias Naturales, Geografía e Historia, Conoce Nuestra Constitución, Atlas de México y Formación Cívica y Ética por los intitulados Nuestros Saberes, Múltiples Lenguajes, Proyectos del Aula, Proyectos Escolares, Proyectos Comunitarios, además de Cartografía de México y el Mundo.

En tanto que en el nivel secundaria, donde se manejaban los títulos Lengua Materna Español, Matemáticas, Historia, Geografía, Formación Cívica y Ética, Ciencias Naturales y Tecnología con Énfasis en la Biología, así como Lengua Extranjera Inglés, ahora tendrán exclusivamente los títulos Lenguajes de lo Humano y lo Comunitario, Ética, Naturales y Sociedades, Saberes y Pensamientos Científicos, Múltiples Lenguajes, Proyectos I, II, Y III, dependiendo del grado de la secundaria, así como un libro de Inglés de la elección del docente.

Errores que son horrores

En una revisión que El Despertador de Quintana Roo hizo al libro de quinto grado Múltiples Lenguajes, por ejemplo, se dedican cinco páginas para explicar a los alumnos comunicación con pictogramas, particularmente el uso de emojis y stickers que actualmente son usados en redes sociales como Whatsapp y Facebook como una forma burda de expresarse, en lugar de aprovechar ese espacio para enseñar en todo caso temas de aplicación práctica, como los primeros auxilios mediante soporte vital básico o reanimación cardiopulmonar básica (RCP), es decir, cómo podría reaccionar un niño si ve que un compañero se está asfixiando, conocimientos que serían de mayor utilidad. 

Entre otros errores y deficiencias detectados en una primera revisión, se detectó que en el libro Nuestros Saberes de tercer grado, en la página 17 se habla de que las figuras geométricas están definidas por segmentos de líneas rectas, ángulos y vértices, lo que deja fuera la circunferencia de los círculos.

Para ejemplificar la minimización de materias que son consideradas esenciales, cabe señalar que en el ciclo 2022-2023 el libro de matemáticas de primer grado tenía 222 páginas y ahora el libro Nuestros Saberes para el mismo grado en el ciclo 2023-2024 apenas contempla 13 páginas con 10 temas de esta materia, mientras que en el de Múltiples lenguajes le dedica 11 páginas.

En la página 38 del libro Nuestros Saberes de quinto grado de primaria, donde se encuentra la información sobre el sistema solar, se observan errores como la palabra “planeta”, la cual se escribió como “planera”. Además, la infografía del sistema solar incluye información incierta que dificulta su plena comprensión.

Otra revisión, llevada a cabo por el diario La Razón, localizó 88 errores como la palabra “precausión” en lugar de “precaución”; “ocaciona” en vez de “ocasiona” o “papas” en sustitución de “papás”.

Los editores de los libros de texto equivocaron el nombre del escritor Haruki Murakami a quien llamaron “Jaruki Muramaki”, ubicaron a la población de Tulum en Yucatán y no en Quintana Roo, así como también confundieron la fecha de los primeros Juegos Olímpicos de Londres: según ellos ocurrieron en 1984 y no en 1948.

En otro libro, un mapa sobre la división política de la República Mexicana intercambia los nombres de Querétaro y Guanajuato en los territorios que en realidad les corresponden.

La Razón encontró enredos de redacción como “si no se les son usadas” y “nos lastimamos a nosotros mismos”, así como el uso de palabras innecesarias en algunas frases: “inhala por la nariz” o “ingiere por la boca”.

Muchos errores son letras que faltan y otras que sobran. Es el caso de “biblioteca”, “equipos”, “contactoo”, “contrubuyen” o “respirarimos”, palabras impresas en varios de los textos que se distribuyen en los seis grados de educación primaria.

Aunque en una reciente rueda de prensa el director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, aseguró que los libros de texto no tienen en total más de 20 erratas –que minimizó al llamarlas “áreas de oportunidad”–, entre ellas el garrafal yerro de asegurar que Benito Juárez nació el 18 de marzo de 1806, en vez del 21, otros medios como el periódico AM de Guanajuato encontró 215 fallas tan solo en el volumen Nuestros Saberes para sexto año de primaria, un promedio de 0.83 por página.

“Hicistes” y “dijistes”

Una de las polémicas más discutidas al respecto se debe a que en el libro Avance del contenido para el material educativo, Nuestros Saberes: Libros para alumnos, maestros y familia, en la lección Características de la conversación cotidiana aparecen palabras que socialmente se consideran como errores por agregarle un “s” al final, como “hicistes” o “dijistes” u otras oraciones como “Sal para afuera” o “Voy a subir para arriba”, lo que llevó a muchas personas a considerar que los libros enseñan a hablar de manera “incorrecta”.

En defensa de las críticas, autoridades de la SEP declararon que lo que en realidad se busca es hacer un análisis del lenguaje con el fin de describir las razones por las que algunas personas hablan de esta manera.

Argumentaron que la lección explica que, a veces, en una misma expresión se usan palabras que buscan reforzar o aclarar lo que se dice, como las citadas “Sal para afuera” y “Voy a subir para arriba”, o el añadir una “s” en verbos que indican acciones pasadas, en función de la zona geográfica o el dialecto, por ejemplo, “Tú dijistes eso” o “¿Ya hicistes la tarea?”; sin embargo, el propio texto enfatiza que, por lo regular, esta “s” no se escribe.

“Cualquier lengua tiene múltiples variantes históricas, sociales y culturales. Entre más personas la usan, esas variantes se amplían. Por ello, en la actualidad se asume una postura descriptiva sobre la lengua”, en vez de “una postura prescriptivista en la que se conciba que hay maneras correctas o incorrectas de comunicarse”, detalla el propio libro.

El propio presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció al respecto durante una conferencia matutina, aunque no hizo más que avivar la discusión pues, en vez de recurrir a los argumentos antes expuestos, se limitó a arremeter contra quienes “están en contra de que se incorpore el habla de los pueblos”.

“Quieren que todos hablemos físico, con tecnicismos. México es un mosaico cultural y la lengua pues tiene que ver con las raíces de las culturas antiguas”, dijo.

Otro tema controversial es el uso, en algunos textos, de lenguaje inclusivo como “todes” o “todxs”, situación que generó más críticas ya que algunas personas consideraron que se está deconstruyendo el español.

Todes es una palabra que alude a quienes no asumen una identidad femenina ni masculina. De acuerdo a Claudia Pinieiro, investigadora de la UNAM, el lenguaje inclusivo busca “que nadie se sienta excluido cuando se nombra, ya que en el lenguaje actual hay sexismo”.

Se violó la ley al imprimir libros sin programa de estudios: jueza

Yadira Medina Alcántara, titular del juzgado tercero de distrito en materia administrativa en la Ciudad de México, señaló que el amparo concedido a la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) se debió a que las autoridades educativas violaron reiteradamente la ley en el proceso para los nuevos libros de texto, que ya estaban impresos meses antes de que existieran los programas de estudio respectivos.

Explicó que los libros de texto exhibidos por las autoridades ante la autoridad fueron impresos en enero (primer grado), febrero (segundo grado), abril (tercer grado), abril y mayo (cuarto grado), junio (quinto grado y multigrado) y julio (sexto grado) de 2023, mientras que los programas de estudio para cada grado fueron publicados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) apenas el 15 de agosto pasado, es decir, a menos de dos semanas del inicio del ciclo escolar.

El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) publicó la sentencia que consta de un documento de 177 páginas que detalla violaciones a la Ley General de Educación y otras normas.

“El procedimiento utilizado por las autoridades carece de relevancia jurídica, ya que primero se imprimieron los libros y posteriormente se aprobaron, y después se aprobó y ordenó la publicación de dichos programas de estudio cuando esto último debe realizarse primero, porque aquellos (libros de texto) se deben ajustar a los programas de estudio y no a la inversa”, se explica.

Aunque la SEP se defendió al decir que el Plan de Estudios de la Nueva Escuela Mexicana fue publicado en agosto de 2022, la jueza fue contundente al reiterar que las autoridades educativas esperaron hasta el 15 de agosto de 2023 para publicar los programas de estudio.

La jueza también advirtió que el Plan de Estudios, que es la base del proyecto que se refleja en los libros que presentó recientemente la SEP, es de dudosa constitucionalidad, en tanto que otro juez federal, Francisco Javier Rebolledo, concedió el 16 de junio un amparo en el que impuso condiciones para su aplicación general en el ciclo 2023-2024, sentencia que aún está en revisión.

Distribución en Quintana Roo, sin contratiempos

El pasado jueves, como consecuencia de un amparo otorgado a la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), el Estado de México se sumó a Chihuahua, Jalisco, Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro y Coahuila entre los estados que no están distribuyendo los libros de texto, en tanto que los gobiernos de Nuevo León y Yucatán, que habían frenado la repartición, anunciaron que sí la llevarán a cabo, con la condicionante de disponer de otras herramientas bibliográficas y didácticas para apoyar los textos oficiales, a criterio de los docentes.

En el caso de Quintana Roo, el titular de los Servicios Educativos del estado, Carlos Gorocica Moreno, dijo a mediados de la semana pasada que se habían entregado ya poco más del 50% de los libros de texto.

Reiteró que, a diferencia de otras entidades, no se han dado muestras de inconformidad ni tampoco se han interpuesto amparos para impedir la distribución de los textos gratuitos.

“Estamos avanzando sin contratiempo, aquí no hay amparos ni orden judicial que nos impida continuar con este mandato constitucional que es el entregar los libros de texto gratuitos para los alumnos de educación primaria”, explicó a El Despertador de Quintana Roo.

Recordó que son 2.3 millones de ejemplares que corresponden a los 11 municipios del estado y que se encontraban acelerando la entrega para que a más tardar durante la primera semana del inicio del ciclo escolar 2023-2024, los más de 346 mil alumnos de educación básica cuenten con ellos.

Enfatizó que, debido al periodo vacacional, la distribución de libros que inició desde el 17 de julio ha sido paulatina al no haber quien los recibiera en las escuelas, pero “esta misma semana que los maestros han acudido para ajustar todo lo relativo al inicio del ciclo escolar, se retomó la entrega de los ejemplares”.

Por su parte, Abimael Salas Alcocer, secretario general de la Sección XXV del Sindicato de Maestros en Quintana Roo, expuso que en el estado no se ha dado ninguna inconformidad por los libros de texto gratuitos. Incluso, mencionó que la Sociedad Estatal de Padres de Familia ya emitió su postura a favor y opinó que “el tema solamente se ha politizado”.

Destacó que hubo la participación de 12 maestros de Quintana Roo en la realización de los libros de texto, además de que se han capacitado “arduamente” para la implementación de la Nueva Escuela Mexicana.

“Corcholatas” hacen mutis y la oposición fija postura

En medio de la efervescencia desatada a nivel nacional respecto al tema de los libros de texto, ante la cual las llamadas “corcholatas” se han limitado a mantenerse en silencio, en el opositor Frente Amplio por México, tanto Xóchitl Gálvez como Beatriz Paredes coinciden en su postura de rechazo.

Cada una por su lado, las aspirantes a la candidatura presidencial en alianza entre los partidos políticos PAN, PRD y PRI reprocharon el enfoque educativo de la actual administración.

“Es trascendental para la sociedad mexicana el proceso educativo, diez años de educación básica integral, de los seis años de primaria, los tres de secundaria y un año de preescolar que nos permita que el nivel básico de nuestro pueblo se incremente a 10 grados con primarias de tiempo completo en zonas necesitadas”, expuso Beatriz Paredes.

En tanto, la panista Xóchitl Gálvez destacó la necesidad de recuperar las escuelas de tiempo completo y homologar los salarios para maestros del ámbito federal y estatal.

“Lamento mucho que los debates entre adultos se lleven hacia los niños. A mí lo que más me preocupa en el tema de los libros de texto es eso, echar a pelear a los niños”, destacó.

Ambas aspirantes plantearon que se requiere recuperar los procesos de evaluación educativa, aunque sin un enfoque punitivo que perjudique a los maestros.

De manera insólita, en días pasados la diputada de Morena y profesora de educación básica Adela Ramos Juárez, se sumó a las críticas de la oposición y pidió no distribuir los libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) hasta que se resuelvan jurídicamente los procesos.

Ramos demandó la revisión a fondo de esos textos, por lo que solicitó formalmente a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) auditar el proceso que llevó a su elaboración.

Programa educativo es retrógrada: Iglesia católica

En torno a la polémica desatada por el tema de los nuevos libros de texto gratuitos y el arranque del programa educativo denominado “Nueva Escuela Mexicana”, el obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, opinó que por sus carencias educativas y por ser retrógradas, se pone en riesgo la educación en México.

“Hay un peligro porque cuando los niños lleguen a la universidad no los van a aceptar, porque no van a estar al nivel, es decir, no van a saber nada, por lo que se van a quedar sin estudios”, declaró.

“Desde mi punto de vista, hay que mejorar la educación, ya que estamos en un mundo globalizado y yo considero que esos libros son retrógradas”, insistió; “hace 90 años Lázaro Cárdenas quiso imponer una educación socialista, y el presidente siguiente quitó todo eso”.

Resaltó que lo que se necesita en México es una educación con valores y que reconstruya el tejido social. “Lo que nosotros necesitamos una educación que ayude avanzar, crecer, al tener no solo los conocimientos, sino los valores que los ayuden a desarrollarse como personas, ese es la finalidad de la educación”, consideró.

*** RECUADRO ***

Libros en el ojo del huracán

* Desde la incineración de libros en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, hasta manifestaciones masivas en diversas ciudades y la devolución de ejemplares en algunos estados del norte del país, son algunas de las polémicas generadas por la forma en que fueron diseñados los libros de texto para el nuevo ciclo escolar.

* En respuesta a las quejas sobre el contenido “comunista” y de educación sexual de los libros de texto, el gobernador de Tabasco, Carlos Merino, dejó a criterio de cada padre, madre o tutor permitir que sus hijos los utilicen o que, en su caso, les den otro provecho, como “usarlos para aguantar la pata de la cama”.

* En 2014, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, fueron hallados 117 errores en los libros de texto gratuitos, por lo que se invitó a la Academia Mexicana de la Lengua a participar en su revisión. El entonces el titular de la SEP, Emilio Chuayffet, reconoció que “el daño a los estudiantes por los errores era irreparable”.

* En contraste, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ante los errores que han sido expuestos, ha defendido a rajatabla los nuevos libros, negando que se esté adoctrinando conforme a la ideología de la 4T y se “inyecte el virus del comunismo”, además de acusar a quienes están en contra de estar totalmente “desinformados y manipulados”.

* Las escuelas particulares se han mantenido al margen de la polémica de los libros de texto, pues si bien dan seguimiento al plan de estudios de la SEP, tienen sus propios programas basados en la calidad que buscan los propios padres de familia, con el uso de libros mucho más específicos con los lineamientos de cada escuela.