La vitalidad que cada escritor transmite a su obra puede favorecer la apreciación subsecuente de ella, aun cuando en su tiempo estuviese impedido de prodigarse en libros, diseminándose apenas en publicaciones periódicas y opúsculos de tiraje reducido. Si su impulso original toca fibras profundas de lectores situados en generaciones postreras, poco importa si van a su encuentro uniendo fragmentos esparcidos para reconstruir algo de su esquiva presencia.

Mientras no se consolide un programa concertado, sistemático y generalizado de recuperación de la memoria literaria, sólo queda asomarse a ella desde los resquicios que brindan notas dispersas y referencias eruditas, las cuales muchas veces son repetidas en citas que pasan por alto el texto de origen, de tal modo que su perspectiva se funda en juicios ajenos y nociones de segunda mano. Este hecho tan frecuente no suele reconocerse con franqueza.

Más arduo resulta escudriñar impresos antiguos y seguir la pista de la información que contienen para transformarla en unidades de coherencia significativa que ayuden a despejar dudas en ámbitos valorativos más directos, a fin de lograr una imperfecta familiaridad con trayectorias como la de Joaquín Pasos Capetillo, que merecen despojarse de brumas y menosprecios.

En su edición del 15 de enero de 1920, el periódico yucateco El Correo recordaba con pesar el deceso de Joaquín Pasos Capetillo, acaecido un año antes, destacando el seudónimo con el cual se hizo más conocido: Polidor. En su obra Anécdotas yucatecas (Reconstrucción de hechos), el doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez lo evoca como protagonista de una tentativa de incendiar el Circo Teatro Yucateco, por oponerse firmemente a la realización de corridas de toros. Alude a él como “poeta bohemio y escritor sentimental”.

Acerca de su quehacer poético, circunscrito en las convenciones formales de este género, hay notas aisladas acerca de la mención de honor que su oda a Andrés Quintana Roo obtuvo en los Juegos Florales de Mérida en 1910. Sin embargo, su prosa manifiesta la vena lírica que tanto ponderó el movimiento modernista en la época de su desarrollo.

Aun sin libros publicados, Pasos Capetillo impuso su huella artística en numerosos periódicos y revistas. Textos suyos pueden encontrarse en El Eco Literario, Diario Yucateco, Gráfico, La Cucaracha, Mamá Carlota y Polidor, entre otros medios impresos. En sus páginas figuran varios de sus cuentos, crónicas y artículos satíricos. En estos escritos desliza vocablos extranjeros, neologismos, enclíticos y galicismos, un tanto a la manera de Enrique Gómez Carrillo, a quien menciona en el número 7 de La Cucaracha, de 1915. Incluso aplicó el nombre de “Siluetas” a la columna en que daba a la luz perfiles literarios, tal como el escritor guatemalteco subtituló su primer libro. También comentó jocosamente varios acontecimientos políticos de aquellos días, entre ellos las reformas que emprendió el gobierno del general Salvador Alvarado.

La elegancia y la sugestión que encierran sus frases lucen en varios cuentos, como el que reproduce la revista Cervantes de enero de 1919, que había aparecido dos años antes en Gráfico, ambientado en un circo de seres deformes que contrastan con un bello eunuco conmovido de admirar los encantos de la mujer del propietario de la empresa; es memorable también la historia de la joven inocente que cree haber sido preñada con un beso; cualidades parecidas se observan en relatos como el del artista humillado por un aristocrático rival de amores, y el de la adolescente que se sumerge voluptuosa en las linfas estivales de un estanque. “Desaparece un momento bajo las ondas y cuando vuelve a surgir, chorreando agua por todas partes, las gotas adheridas al oro de su pelo semejan una diadema de brillantes. Se tiende en posición hierática sobre la orilla mientras un fauno de bronce parado junto a ella creeríase sonríe viendo una Afrodita tan hermosa”.

Los manuales y prontuarios que orientan el conocimiento histórico de las humanidades en la península tendrían que constituirse en punto de partida de investigaciones metódicas, cuyas directrices contribuyan a divulgar la variedad temática y estilística de la literatura regional.