Edgar Prz

Mientras caían los votos en las urnas, el fantasma de la Catrina de Posada se apoderaba del edificio de la sede nacional del PRD; cada voto era un pesado lastre para esa anquilosada maquinaria partidista. Lastimaba, dolía y lo empujaba más y más al precipicio, era difícil salvarse. 

En las últimas elecciones ya andaba en franca picada, no levantaba vuelo, volaba bajito como los cocodrilos, estaba infectado y era un saldito lo que quedaba de aquel famoso grupo de los “Chuchos”, no reparaban, seguían ensimismados en que aún tenían aire y aceite para seguir bregando en la política.

Recordemos que el PRD era la combinación de la izquierda, era el clamor, la voz, el sentir del pueblo que no era tomado en cuenta. El PRD fue fundado el 5 de mayo de 1989 por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Andrés Manuel López Obrador, Heberto Castillo, Amalia García; eran los enormes referentes, eran los promotores de la izquierda progresista, los adalides de una revolución que aún reclamaba justicia e igualdad…

Con ellos y otros más que se anexaron, el PRD vivió sus momentos de gloria, hizo escuela y consiguió posiciones políticas, era muy disputado el ingreso a las filas del sol azteca. Luego empezó su fuego amigo, las deserciones, la no compatibilidad, los caminos encontrados, el no compartimiento de acuerdos y la cúpula se distanció de la base, al permitir el surgimiento de varias “tribus” que más bien eran islas controladas por líderes que negociaban su permanencia, eso lo fue asfixiando y el toque mortal lo dio Andrés Manuel al constituir su partido político Morena, que fue un imán e inició el traspaso de los ideales de la izquierda, la deserción, el éxodo de perredistas no pudo contenerse. 

Se resquebrajo de manera interna, solo quedaba el cascajo, ya estaba en agonía permanente y sus líderes aferrados al timón, no se renovaron, eran los mismos dirigentes, no crearon, no formaron liderazgos, no se refrescaron y cayeron en la promiscuidad familiar, en donde empezaron a meter familiares, a privilegiar parentescos, el que era diputado o regidor, metía a su cónyuge o a alguno de sus hermanos o hermanas. Se perdió la filosofía de izquierda, de vanguardia y se convirtió en un partido de familias…

Por ejemplo, la candidata a la presidencia municipal de Othón P. Blanco, Marcela Rojas, es hermana del difunto líder estatal Leobardo Rojas, así se las gastaban, por ello no es sorpresa su extinción como partido, se metieron en un tobogán y se vinieron para abajo, para el suelo. Ahora ya el INE les impuso medidas de prevención para iniciar con el protocolo y las medidas para ocuparse de las medidas financieras y dar paso a las liquidaciones para finiquitar toda actividad del Pixán PRD…

A nivel nacional obtuvo un 2.4%, a nivel estatal 2.6%, lo que no le alcanza para conservar su registro, ya que la Ley exige el 3 % para mantenerlo. Con este partido, López Obrador compitió para la Presidencia de la República en 2006 y 2012, abandonándolo en 2015. En esta última elección le dio la estocada mortal y acabó con los estertores denigrantes que presentaba ese partido. Ahora en algunos municipios habrá regidores huérfanos, ya que no tendrán partido y deberán decir para dónde ir o declararse independientes ya que los colores y símbolos del partido deberán arrumbarse, quemarse o enterrarse. Empiezan de manera difícil, son los riesgos de la política…

No se entiende cómo la autoridad electoral sigue incubando, aperturando, autorizando nuevos partidos políticos; mientras la gente estaba ocupada en las campañas, el Ieqroo autorizo dos partidos más, está viendo el temporal y no se hinca. El PRD y el MÁS salen por la puerta trasera, otros dirán que son expulsados de la Academia, lo cierto es que unos nacen y otros mueren… El PRD ya pasó a mejor vida, ahora es parte de la historia, ¿no lo cree usted…?

Mejor seguiré caminando y cantando “unos que nacen, otros morirán, agua sin cauce es río sin mar, siempre hay por quién vivir y a quién amar, al final partidos vienen, partidos se van, la vida sigue igual…”