Cancún, rebasado por su propio éxito; la correcta implementación del Plan Integral de Movilidad Urbana y Sustentable, en el que ya se está trabajando, sería una solución efectiva

SALVADOR CANTO / SERGIO MASTÉ

Al ser la movilidad uno de los principales retos del gobierno y de la sociedad en general, la presidenta del Colegio de Ingenieros de Cancún, Cecilia Hubbard Carmona, confió en que el Plan Integral de Movilidad Urbana y Sustentable denominado PIMUS que se pondrá en marcha en la ciudad ayude realmente no solo a atender, sino a darle solución a uno de los problemas que tiene el municipio de Benito Juárez.

En entrevista con El Despertador de Quintana Roo, la decimoquinta presidenta que ha tenido el Colegio desde su fundación en 1990 y la tercera mujer en asumir esa responsabilidad, habló de planes y proyectos de dicho cuerpo de especialistas en construcción y también opinó sobre las causas que han derivado que, a 52 años de su fundación, Cancún siga padeciendo un desorden urbanístico y de crecimiento.

De Viva Voz también alertó sobre ingenieros “patito” que ponen en riesgo la vida humana y recordó que actualmente desde la Dirección de Desarrollo Urbano municipal se les notificó que se hizo la revisión de una obra que no cumplía los parámetros de autorización, además de que empleaba material de mala calidad y resultó que el contratista es un enfermero que se hizo pasar por ingeniero y que hoy es investigado por las autoridades ministeriales.

—¿Cómo está integrado el Colegio?

—Actualmente somos 112 ingenieros civiles, ingenieros arquitectos o ingenieros en el ramo, variamos en las edades entre los 25 hasta los 80 años. Se van a integrar 10 jóvenes recién egresados de la carrera, así que vamos a ser 122 dentro de poco.

—¿Cuál es el principal objetivo del Colegio?

—Estamos para asegurar que nuestra profesión se haga con un plan ético, moral y de manera correcta, actualizamos y capacitamos a nuestros miembros. Muchas veces dentro de los cursos de capacitaciones y certificaciones, también puede entrar la población en general, trabajadores de la construcción. Tenemos colegios aliados como el de Arquitectos, el de Valuadores de Quintana Roo, la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural que la gran mayoría son parte de nuestro colegio y son los expertos en estructuras y colegios de Mecánicos Electricistas y Mecatrónica, contamos con peritos Responsables de Obras, los que gestionan los proyectos de construcción, costos, terracerías, auditores, entre otros más. 

—¿Qué se necesita para ser parte del Colegio de Ingenieros?

—Una serie de documentos como cédula profesional, título de la carrera, llenar un par de solicitudes y algunos documentos como protocolo. 

—Recientemente Cancún cumplió 52 años de su fundación; en ese sentido, ¿cuál es el balance del Colegio de Ingenieros en torno a la infraestructura existente?

—Cancún fue un éxito rotundo y la verdad es que fue un éxito no planeado, pero como todo mundo sabe el crecimiento se dio desmesuradamente y eso ha conllevado muchos temas sociales y algunos nos han rebasado. Nos encanta ver a Cancún hacia arriba, en lo personal me gusta ver el crecimiento vertical.

—¿Cuáles son los retos actuales del Colegio de Ingenieros?

—Debido al éxito que no se esperaba de la ciudad, la movilidad se ha vuelto uno de los retos principales de nuestro colegio, hoy en día se hizo una solicitud que fue escuchada por las autoridades municipales de un plan denominado PIMUS (Plan Integral de Movilidad Urbana y Sustentable), que es un plan estratégico que reducirá costos sociales, de transporte. Se trata de proyectos estratégicos que irán en armonía para toda la ciudad.

—¿Ya nos rebasó el tema de la vialidad? 

—Sí, desde hace mucho, pero tenemos la esperanza de que, con la implementación de este PIMUS ayude de forma general, porque solucionar un tramo no resuelve todo el problema que existe; entonces, confiamos en la implementación de este plan integral porque además se van a traer expertos de otros países donde han sido un éxito y el Colegio de Ingenieros también está colaborando, tenemos en las mesas de trabajo al mejor ingeniero de transporte y movilidad, que nos está representando. 

—¿Considera que el Puente Nichupté ayudará con el tema de la movilidad?

—Como saben, es una obra federal que se maneja de otra manera, hay estudios y a mí en lo personal me parece maravilloso lo del puente, yo soy fan de ese tipo de estructuras y si se hace de manera correcta, considero que será una buena solución, aunque tenemos que esperar para saber la realidad.

—¿Cancún está a tiempo de darle solución al tema de la movilidad?

—Creo que sí estamos a tiempo de resolverlo, pero necesitamos que todos en general, desde nuestras trincheras, pongamos de nuestra parte para que las cosas cambien y mejoren. Todo mundo sabe que nos falta muchísimo por mejorar, necesitamos un transporte público más digno y mejor planificado, que también nos ayudaría a desahogar este tema que nos afecta a todos.

—¿Por qué ha crecido Cancún en desorden?

—Siempre lo voy a decir, el hecho de cómo creció Cancún, la gente que llegó, el cómo fue arribando gente externa, los mismos inversionistas que desconocen la situación general, social, económica, educativa y de suelo, han hecho que Cancún haya crecido tan desordenadamente. 

—Mucha gente argumenta desconocer las leyes y por eso construye lo que quiere, ¿qué opina de eso? 

—Si yo como ciudadana desconozco la ley, no me exime de respetarla y ese es un problema que vemos 10 veces al día. Un ejemplo de esto es que alguien que tiene un local en el Mercado 28 con uso de suelo comercial, pero de repente quiere hacer un Airbnb y construye una torre, con eso colapsa no solo la vialidad, sino que impacta en las tuberías de agua, en los servicios públicos, luz, basura y se vuelve un problema social que nos pega a todos, porque la gente exige, pero la misma gente hace mal las cosas.

—¿Han descubierto ingenieros “patito?

—Sí, hace poco hubo una denuncia en Desarrollo Urbano por un supuesto ingeniero que empezó a construir sin saber, a lo mejor vio un curso en Youtube, pero hoy está demandado porque la responsabilidad estaba recayendo en un perito que ni vela tenía en el entierro, pues no sabía que el contratista de la obra en realidad era un enfermero y cuando llega el perito se da cuenta de que ni el material de construcción ni las instalaciones ni el proyecto eran los autorizados.

—¿Cómo saber que una persona que va a hacer una construcción es profesionista?    

—Es fácil, nada más se le pide su cédula profesional; hoy en día es casi imposible no saberlo, pero, además, la gente puede venir con nosotros y con todo gusto los asesoramos.