Edgar Prz

La semana anterior, los medios de comunicación locales y las redes sociales daban cobertura a la noticia de la liberación del “góber precioso”, del galán de Pelotillehue Mario Marín. Una juez de Cancún supuestamente le había otorgado el beneficio de la libertad domiciliaria, o sea que podrá seguir su juicio desde su domicilio, sin necesidad de continuar becado como integrante del club de urdidores de hamacas, actividad a la que se dedicaba en la Universidad del Delito, o sea el Cereso de Cancún…

Recordemos que había sido acusado por la periodista Lydia Cacho, en aquel affaire en donde lo involucraban en pederastia infantil y filtraron fotos, nombres de personajes políticos que expuso en su libro “Los demonios del edén”…

Además del góber precioso filtraron pláticas entre él y Kamil Nacif, quien era el zar de la mezclilla. Detuvieron también al empresario hotelero Jean Succar Kuri, quien hace poco falleció en el penal de Cancún, donde purgaba una sentencia muy elevada. Él fue directamente acusado por la menor Edith Encalada y así se fue desarrollando la trama de esta telenovela…

Han pasado varios años y la desdicha, la mala suerte parece que los alcanzó a todos. Los principales implicados estuvieron presos, la afectada Edith ya tiene la mayoría de edad y participó como candidata a una diputación local el pasado proceso electoral y, ¿qué creen?, perdió y de nuevo al ostracismo, a la oscuridad. Lydia Cacho radica ahora en España, ya que aún siente temor de que le pueda pasar algo, el miedo no anda en triciclo…

Este asunto en su momento acaparó ríos de tinta, espacios televisivos y abrió una enorme puerta de lo que se sabía sucedía, pero no se atendía. Lydia Cacho cambió su formato de vida, se volvió escabullidiza, se guardó de los reflectores, pero ella fue quien anunció la adelantada salida de Mario Marín. Lo que desconocía era que el susodicho integrante del club  “Mauricio Garcés “ de los Guapos Eternos, no estaba en Cancún sino en el Centro Federal de Readaptación Social 1 conocido como la cárcel del Altiplano, en el Estado de México, lugar de donde salió el martes por la madrugada y fue llevado a Xilotzingo, Puebla, donde tiene su domicilio. Estuvo cuatro años preso y ahora hará una exposición de sus trabajos manuales, hamacas, pinturas, artesanías, toda su mercancía y productos que realizó para no aburrirse…

Marín se acogió a los beneficios de la Ley, que le permitirán seguir su proceso en prisión domiciliaria y se le impusieron medidas cautelares como el uso de brazalete electrónico, vigilancia permanente en su domicilio, no podrá salir del país y se le exigió una garantía económica de cien mil pesos. Las fiscalías estatales revisaron si tenía demandas pendientes con la justicia y ni en Puebla tenía problemas, por ello es que salió y ahora ya podrá contar su historia del encierro. Salió condicionado y su juicio continúa…

Estos son los beneficios de las leyes, son benevolentes con quienes tienen respaldo en su cartera, a los delitos iniciales les cambian los agravantes, los modifican para que puedan gozar de la benevolencia de la Justicia. ¿Por qué no se opera así con los presos de delitos comunes, como robo, y otros de mejor riesgo para vaciar las cárceles, para evitar tanto gasto de manutención?

Por eso dicen lo absurdo que es que en este país les paguemos techo y comida a los delincuentes y a nuestros estudiantes les negamos el acceso a las becas y a la continuación de sus estudios. Alguien decía que no es lo mismo robar una gallina, un pavo para que coma su familia, que robar millones de pesos por peculado, desviación, los primeros siguen en la cárcel y los otros a purgar sus juicios en sus casas, para Ripley…

Este asunto de la pederastia y pornografía infantil había alcanzado niveles de alarma con esta telenovela y luego se desvaneció, le bajaron la presión y le colocaron cortinas de humo, aun cuando este delito no solo sigue, sino que ha aumentado… Escucho lemas como “Con los niños no se juega”, “A los infantes se les respeta” y otros, pero la mayoría solo queda en planes y buenos deseos, falta voluntad para atacar esos males y poco a poco irlos erradicando. El silencio de las autoridades no las exime de culpa, sino que las vuelve cómplices, ¿no lo cree usted? 

Mario Marín podrá volver a usar vaselina para peinarse, podrá poner de nuevo sus tacuches, copia del buen Borolas y podrá de nuevo circular, así es la ley de generosa…

Mejor seguiré caminando y cantando, de Silvio Rodríguez, “compañeros de historia, tomado en cuenta lo implacable que debe ser la verdad, quisiera preguntar (…) qué fronteras debo respetar, si alguien roba comida (…) ¿qué hacer? Hasta dónde debemos practicar las verdades…”