Por el Queso de Bola

No es culpa de Yunes, es de quien lo hizo senador

En política no hay sorpresas, solo sorprendidos, que gritaban “traidor, traidor, traidor” a Miguel Ángel Yunes Linares en el momento en que rendía protesta como senador en suplencia de su hijo, que se escudó detrás de una supuesta dolencia de espalda. Dicen que la genuflexión provoca tal dolor.

Sin duda, “los Yunes” actuaron fieles a sus creencias y principios, fueron congruentes con sus historias de vida: traicionar. Y quién traiciona una vez, traiciona siempre. Es absolutamente ingenuo (por no utilizar otra palabra) haber pensado que “los Yunes” pondrían primero a México sobre sus intereses. Entonces, ¿quiénes son los culpables? Sin duda alguna el PAN de Marko Cortés.

Sí, el PAN de Marko Cortés y los panistas cómplices que guardaron silencio cuando se postuló a “los Yunes” como candidatos a senadores, son los culpables del sentido de su voto y de que se haya aprobado la reforma constitucional del poder judicial.

Los partidos de oposición tenían el deber de elegir candidatos que antepusieran a México frente a los intereses propios, de postular candidatos que soportaran los cañonazos de 50 mil pesos, como dijo el general Álvaro Obregón. 

Pero el “hubiera” no existe, pero que esta experiencia nos sirva de lección: no hay que confiar en quienes buscan el poder a costa de aliarse con impresentables.

«Yunes» y Marko Cortés, la porra les saluda.

Gira la pirinola y los panistas se llevan un…. golpe de realidad; mientras, que México pague las consecuencias.