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JERUSALÉN.- Científicos han logrado cultivar un árbol a partir de una semilla de 1,000 años encontrada en el desierto de Judea, y creen que podría ser la mítica planta tsori, mencionada en textos bíblicos como un valioso remedio medicinal. La semilla, hallada en 1986, fue plantada en un invernadero en 2010 y creció hasta convertirse en un árbol de tres metros, aunque nunca ha florecido ni desprendido aroma.

Los investigadores sugieren, basados en estudios de ADN y análisis químicos, que el árbol, llamado Sheba, podría ser una especie extinta de Commiphora, una planta cuyo extracto resinoso, conocido como tsori, tenía propiedades curativas en tiempos bíblicos. Aunque no desprende fragancia, los análisis revelan que su resina contiene compuestos medicinales, como triterpenos pentacílicos, asociados con el embalsamamiento, y altos niveles de escualeno, que tiene propiedades antioxidantes y antitumorales.

A pesar de que Sheba no está relacionada con las especies fragantes de Commiphora como el bálsamo de Judea, los científicos creen que su resina tiene un gran potencial medicinal, ya que contiene compuestos glicolipídicos únicos. Estos descubrimientos podrían abrir nuevas oportunidades para estudiar sus propiedades y aplicaciones médicas, especialmente en el tratamiento de cánceres y en la industria cosmética.