Solidaridad se ha convertido en una zona de mayor concentración de trata de personas.

Hace unos días, la Fiscalía General del Estado, en coordinación con la Guardia Nacional, rescató a 14 mujeres víctimas de explotación sexual durante un cateo en un establecimiento de la carretera federal Cancún-Tulum. Diez de ellas mexicanas y 4 extranjeras.

Sin embargo, este operativo reactivo pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más proactivo ante un problema que parece estar enraizado en la región.

Las autoridades detuvieron a Adrián “N”, presunto responsable del local donde las mujeres, diez de ellas mexicanas y cuatro originarias de Perú, Colombia, Argentina y Venezuela, eran obligadas a ofrecer servicios sexuales.

Este caso revela la existencia de clubes y establecimientos que, según indican las investigaciones, operan dentro de una red de tráfico de personas nacionales y extranjeras.

Adrián “N” se encargaba de reclutar a las mujeres, aprovechándose de su situación económica o su estatus migratorio, prometiéndoles ganancias sustanciales.

Sin embargo, al llegar al establecimiento, las víctimas eran forzadas a cumplir con múltiples servicios sexuales y enfrentaban sanciones si no obedecían las órdenes del encargado.

A pesar de la reciente intervención, la falta de un enfoque sistemático y la aparente inacción de la delegación regional del Instituto Nacional de Migración (INM) son motivo de grave preocupación. (Red Informativa del Sureste)