MADRID.- Un grupo de más de 30 investigadores de Canadá, Alemania, Estados Unidos, Suiza y España ha realizado un avance significativo en la comprensión de la depresión a través del estudio de las conexiones neuronales en el cerebro. Utilizando técnicas de neuroimagen, han analizado los cerebros de 135 pacientes con depresión y 37 personas sanas para explorar cómo se conectan las neuronas. Este estudio es el más extenso hasta la fecha en relacionar la neuroimagen con la depresión.

El cerebro humano presenta una red de conexiones conocida como conectoma, que varía de persona a persona y es fundamental para la forma en que respondemos a diferentes situaciones. Este conectoma es dinámico y se ajusta a nuestras experiencias, reforzando las conexiones más utilizadas y eliminando las menos relevantes. Sin embargo, en algunos casos, estas conexiones pueden contribuir a patrones de pensamiento perjudiciales, que se asocian con trastornos como la depresión.

Los investigadores utilizaron resonancia magnética funcional, una técnica que permite observar cómo se mueve la información entre diferentes áreas del cerebro. El estudio reveló que las personas con depresión tienen una red neuronal de atención más activa y compleja, lo que podría ser un indicio de vulnerabilidad a esta enfermedad. Se identificó que una región específica del cerebro, conocida como la red frontoestriatal de saliencia, se encontraba alterada en estos pacientes. Esta área es crucial para el procesamiento de estímulos y la atención.

Además, el estudio mostró que la actividad en esta red disminuye drásticamente durante episodios depresivos, lo que provoca la incapacidad de experimentar placer, conocido como anhedonia. A medida que la depresión se intensifica, la comunicación dentro de esta red se reduce aún más. Por otro lado, al mejorar el estado de ánimo, la actividad vuelve a niveles normales, aunque la red de saliencia no cambia de tamaño.

Los hallazgos sugieren que las personas con una red de saliencia expandida pueden ser más propensas a experimentar depresión. Esto es relevante, ya que los investigadores fueron capaces de predecir episodios depresivos en algunos pacientes con hasta una semana de antelación. También se realizó un análisis de escáneres cerebrales de 12,000 niños, identificando a 57 con una red de saliencia expandida, quienes comenzaron a presentar episodios depresivos durante la adolescencia.

Aunque estos resultados son prometedores, los investigadores advierten que se necesita más investigación con un mayor número de pacientes para validar estos hallazgos y avanzar hacia el desarrollo de un biomarcador que facilite el diagnóstico temprano de la depresión. (Con información de National Geographic)