Ocurre cuando dos hormonas se liberan al estar angustiado o de mal humor, dicen científicos

AGENCIAS

LONDRES.- Una nueva investigación indica que el estar enfadado o de mal humor con frecuencia puede ocasionar un aumento de peso.

De hecho, los investigadores aseguran que esta sería una explicación para esos casos en los que las dietas y el ejercicio físico no funcionan para perder peso: el mal humor podría estar haciendo de barrera para conseguirlo.

El efecto de engordar por estar enfadado a menudo tiene que ver con que, en ese estado mental, el cuerpo libera dos hormonas: adrenalina y cortisol.

Concretamente, a la hormona cortisol también se la conoce como “la hormona del estrés” y entre sus funciones está la de poner el cuerpo en alerta para que almacene grasa en el cuerpo, como instinto de supervivencia que nos ha llegado de nuestros ancestros.

Una vez que el cuerpo tiene una sobredosis de cortisol, entonces comienzan a aparecer los efectos secundarios asociados a esa hormona. Irónicamente, el comienzo de una dieta y empezar a realizar ejercicio físico para adelgazar es interpretado por la mente como una situación de supervivencia para nuestro cuerpo, por lo que empieza a liberar cortisol, a almacenar toda la grasa que puede y retener agua para ayudar a reconstruir el tejido muscular roto.

Así que, ya sabes, si no consigues adelgazar por más que lo intentas, puede que el problema sea que te enfadas demasiado, así que escucha música relajante, consigue un masaje relajante y procura reírte estando con amigos o viendo películas cómicas, pero ¡no te enfades!