Hackeo a la Sedena exhibe la nula actuación de las autoridades federales en la terminal área, a pesar de que persiste como una puerta abierta para todo tipo de delitos, tráfico ilegal y riesgos sanitarios

SALVADOR CANTO

La vulnerabilidad del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) en materia de seguridad que ha existido durante muchos años fue evidenciada por el grupo de activistas denominado “Hacktivistas Guacamaya” mediante el hackeo a la base de datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), donde se reconoce, mediante la revelación de sus correos electrónicos, la falta de personal castrense en puntos estratégicos de la terminal área, como en el área de aduanas.

También, entre los documentos filtrados se afirma la existencia de una clara confrontación entre los altos mandos de las Fuerzas Armadas por el control operativo de dicha terminal aérea.

A todo esto se le suma la incuestionable carencia de funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) e incluso de Sanidad Internacional, que sólo cuenta con siete elementos, insuficientes para cubrir las tres terminales y la privada denominada FBO, por donde también llegan vuelos de todos lados las 24 horas del día, con el evidente riesgo sanitario que eso representa.

De igual manera, la Agencia Federal de Aviación (AFAC) antes Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), también presenta un déficit de personal que les impide tener un control en cuanto a la inspección correcta de todos y cada uno de los vuelos que llegan al AIC.

Todo lo anterior confirma que dicho aeródromo del Caribe Mexicano se encuentra bajo una complicidad criminal del gobierno federal y hoy es una puerta abierta para todo tipo de delitos, tráfico ilegal y enfermedades, a pesar de que se le reconoce como el segundo de mayor importancia en el país y el primero en conectividad internacional de México que lo coloca como una instalación estratégica en materia de seguridad nacional, pero claramente hoy es todo lo contrario: una completa tierra sin ley.

El trasiego de drogas, tráfico de indocumentados, robo de equipajes, ilegalidades constantes en los filtros migratorios e incremento exponencial de transporte irregular y pirata en las tres terminales operativas debido a la escasa vigilancia oficial son algunos de los ilícitos que todos los días ocurren en la terminal aérea bajo la complicidad del personal de la empresa de seguridad privada que presta el servicio operativo de manera directa para Aeropuertos del Sureste (ASUR), que argumenta que atender esos delitos no son de su competencia.

En medio de todo este entramado de revelaciones que hizo el grupo de “hacktivistas”, la realidad es que no existe nada nuevo en torno al tema de la seguridad del Aeropuerto de Cancún, sino que sólo confirma lo que ha ocurrido durante muchos años, enmarcado dentro de una enorme estela de corrupción e impunidad que involucra además de la Sedena, al Instituto Nacional de Migración (INM), Aduana, Secretaría de Marina (Semar) e incluso la extinta Policía Federal, hoy transformada en Guardia Nacional (GN), que son más de lo mismo.

El pasado 27 de febrero, en la edición 1006 de El Despertador de Quintana Roo dimos cuenta en un amplio reportaje, que se puede leer en la liga https://eldespertadordequintanaroo.com.mx/el-aeropuerto-de-cancun-tierra-sin-ley/, que el problema es más serio de lo que se evidencia en las revelaciones de la agrupación “Guacamaya”, pero que las autoridades principalmente de la Sedena siempre negaban, hasta que la tuvieron que aceptar al ser exhibidos con documentos oficiales producto del hackeo del que fueron víctimas.

Incluso, esa falta de personal militar genera incertidumbre en torno a la imagen que “vendieron” las mismas autoridades sobre la supuesta balacera del 28 de marzo pasado, en donde quedó al descubierto un mal manejo de los hechos y la crisis generada en los cientos de turistas que corrieron despavoridos en medio de un descontrol total, para que al final de todo el propio gobierno saliera a decir que se trató de la caída de una mampara publicitaria al interior de la Terminal 3 (para vuelos extranjeros) y que por la zona en la que se ubicaba se generó el estruendo que fue confundido como balazos y por ende, el caos.

Pese a ello, hasta la fecha hay hipótesis de que en realidad sí hubo balazos adentro de la terminal por una discusión entre un grupo de turistas colombianos, sólo que aceptar tal situación hubiese sido letal para el Caribe Mexicano porque apenas comenzaba parte de la reactivación económica tras los años complicados a causa de la pandemia.

El AIC siempre ha sido vulnerable en materia de seguridad

La semana pasada, el medio Latinus exhibió que un grupo de activistas internacionales denominados “Hacktivistas Guacamaya” realizaron el mayor hackeo en la historia a la base de datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que entre muchos datos confidenciales, expone la vulnerabilidad del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC).

De hecho, este tema ha sido un verdadero secreto a voces durante muchos años, pues de otra forma no se explica por qué todos los días ocurren decenas de ilícitos sin que haya acciones al respecto.

Es de recordar que los hackers internacionales inicialmente pretendían solamente acceder a los datos del ejército de Chile y otros países de Centroamérica, pero aprovecharon para vulnerar los datos de las fuerzas de defensa de varios países más, incluido México, de donde extrajeron seis terabytes de datos sensibles de seguridad nacional.

El dato de mayor relevancia para Quintana Roo dado a conocer hasta ahora es el tema de la seguridad del AIC, en donde no solo opera personal de la Sedena, sino también de la Secretaría de Marina, Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional que recientemente suplió a la hoy extinta Policía Federal que mucho tiempo fue la responsable de la seguridad de las terminales aéreas.

En un recorrido hecho por El Despertador de Quintana Roo, se pudo verificar que las Fuerzas Armadas tienen incluso una base operativa adentro del perímetro del Aeropuerto de Cancún, que en esencia les permite desplegar personal suficiente, y sin pretexto para el desarrollo de sus actividades en dicha instalación estratégica de seguridad nacional.

Dichas instalaciones se encuentran juntas en un perímetro aledaño al comedor de empleados de ASUR y por esa razón no es entendible la falta de personal y, por ende, que todos los días ocurra todo tipo de delitos.

Por ejemplo, uno de los correos hackeados a la Sedena relacionados con un informe “confidencial” en torno al despliegue de personal en puntos estratégicos de seguridad nacional, establece que en la terminal dos del AIC solamente tienen 14 elementos, cuando lo óptimo debería de ser al menos 56.

Pero además, admiten que en algunos horarios la presencia de personal es de solamente tres militares, lo cual pone al AIC en condiciones de debilidad crítica y lo convierte en una puerta abierta para todo tipo de tráfico ilegal.

Por ello, al tratarse de la importancia estratégica de esta puerta de entrada no solo al Caribe Mexicano sino a buena parte del sureste del país, esta carencia de personal castrense la pone en una grave nivel de vulnerabilidad para cualquier acto relacionado con la seguridad.

Discordia entre mandos de las Fuerzas Armadas

Dentro de los documentos hackeados a la Sedena por el autodenominado grupo Guacamaya quedó también evidenciada la intención de militarizar el Instituto Nacional de Migración (INM), principalmente en las instalaciones y operaciones del Aeropuerto Internacional de Cancún.

En la revelación de correos extraídos en el hackeo queda al descubierto una confrontación entre los altos mandos de la Sedena y Semar, general Luis Crescencio Sandoval y el almirante Rafael Ojeda, respectivamente, por ese tema migratorio.

Cabe decir que en la administración federal de Felipe Calderón, la Semar asumió el control operativo de las aduanas del país, entre ellas la de Quintana Roo, principalmente la del AIC, pero posteriormente lo dejaron de hacer.

Ahora surge el tema con el INM, en el marco del anuncio hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado viernes, en el cual establece que la Semar tomará el control migratorio de los aeropuertos, entre ellos el de Cancún.

Previo a este anuncio se dio a conocer el conflicto entre los mandos de las fuerzas armadas, como revelan los correos hackeados, los cuales dan cuenta de un reclamo del almirante Rafael Ojeda hacia el secretario de la Defensa, general Luis Crescencio Sandoval, luego de que el Ejército negara el acceso a este aeropuerto a elementos navales.

A través de una misiva de respuesta del 17 de junio, el titular de la Sedena “reclamó” a su homólogo de la Marina que personal naval acudió el 14 de junio a dicho aeropuerto argumentando que el presidente de la República les había instruido hacerse cargo del control de la terminal a partir del segundo semestre de este año.

En la carta, el general Luis Crescencio Sandoval detalla que el responsable de la seguridad del Aeropuerto Internacional de Cancún, le indicó a un capitán naval no tener conocimiento de las instrucciones presidenciales, por lo que no le era posible darle las facilidades para realizar trabajos de campo.

Además, añadió que el 16 de junio el capitán nuevamente se presentó en el aeropuerto acompañado por un contralmirante, ambos vestidos de civiles, para entrevistarse con el administrador del aeropuerto.

De igual manera el titular de la Sedena indicó que dicha situación fue comentada al presidente López Obrador, “quien me instruyó para que desde luego se lleven a cabo las acciones necesarias para que la Sedena asuma el control de la seguridad, migración y aduana, de los aeropuertos Internacionales de Cancún y de los Cabos, B.C.S”.

El general Luis Crescencio Sandoval expresó: “En tal sentido, agradeceré que en caso de que personal perteneciente a esa Secretaría de Estado (Semar) requiera realizar trabajos o alguna actividad en instalaciones a cargo de esta dependencia, se coordine previamente a fin de que se le proporcionen las facilidades”.

Posteriormente en respuesta –se añade en los informes del grupo Hacktivistas–, el 22 de junio de este año, el secretario de Marina Rafael Ojeda, aclaró que su dependencia no tiene interés en tener el control de la seguridad aeroportuaria, ya que únicamente sería el tema de migración por petición del propio INM, al tiempo que sostuvo que su dependencia no busca protagonismo ni retar en la materia.

“Por otra parte entiendo que esa secretaría (Sedena) cuenta con mayor cantidad de recursos humanos que la Semar. Es por ello que (hago) hincapié que esto no es cuestión de números, si no de coordinación entre instituciones, siempre respetando nuestras áreas de competencia y comisiones, que bien tenga asignarnos el mando supremo o bien solicitud de gobernadores o presidentes municipales, nunca con la intención de buscar protagonismos”, se subrayó en la misiva firmada por el titular de la Semar.

Migración, caos plagado de corrupción

Durante muchos años el tema del Instituto Nacional de Migración (INM) dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob) ha representado una situación caótica adentro del AIC, pues permea la corrupción entre sus elementos y directivos.

Pero además, los abusos en contra de los turistas extranjeros son constantes, lo que ha sido objeto de llamadas de atención de diversos consulados e incluso de la Asociación de Hoteles porque las quejas son prácticamente todos los días.

Lo más reciente es el conflicto con viajeros colombianos denunciado por la propia Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), que emitió un pronunciamiento en el que solicitan a las autoridades migratorias mexicanas una explicación sobre los numerosos casos de rechazo al ingreso de ciudadanos de ese país a México a través de los aeropuertos de Cancún y CDMX, así como el trato vejatorio del que son objeto por parte de agentes migratorios.

“México es uno de los destinos más vendidos por las agencias de viajes, de hecho, es el segundo país al que más viajan los colombianos. Sin embargo, este tipo de escenarios generan cancelaciones y disminución en las reservas a este importante mercado, por lo que solicitamos sean aclarados estos hechos y se conozcan las razones de estas inadmisiones”, se lee en el documento firmado por Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de Anato.

En días pasados, la cónsul de Colombia en Cancún, María Fernanda Grueso Lugo, dio a conocer que en los últimos tres meses el número de inadmisiones o rechazo al ingreso de ciudadanos colombianos ha ido en aumento.

Aseguró que están recibiendo un promedio de siete quejas al día por problemas en los módulos del Instituto Mexicano de Migración ubicados en la terminal aérea de Cancún. Dichas quejas van desde la falta aseo en la sala de espera migratoria donde son retenidos los colombianos a los que se les impide el ingreso a nuestro país, hasta cosas más graves como la confiscación del dinero que portan, falta de alimentos durante su retención, así como la negativa de los agentes a dar parte al consulado colombiano sobre la inadmisión de estos turistas.

Aunado a todo esto, el INM mantiene hasta el momento “oídos sordos” a las peticiones de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres que preside Jesús Almaguer, en el contexto de incrementar el número de personal en temporada altas porque ante el arribo masivo de turistas, los módulos de filtros migratorios son un caos absoluto.

Persiste, además, el señalamiento constante de que algunos elementos migratorios piden dinero a los turistas para “agilizar” sus trámites.

Psicosis por “caída de mampara” comprueba vulnerabilidad

Pese a que el reporte final de las autoridades fue la caída de una mampara publicitaria que, por el lugar en el que se encontraba, causó un fuerte estruendo parecido al de disparos de arma de fuego, los hechos ocurridos la tarde del pasado 28 de marzo evidenciaron un mal manejo de la crisis ocurrida, que trascendió a nivel internacional.

En aquella ocasión, numerosos videos tomados por trabajadores del lugar y pasajeros tanto locales como internacionales dieron cuenta de la incapacidad de las autoridades para contener la alarma y poner orden.

De hecho, el escaso personal de la Sedena no apareció en la escena y todo el tema fue atendido por la Guardia Nacional (dependiente del Ejército) que no supo reaccionar para darle un buen manejo a la incertidumbre en la que estaban los turistas de la terminal tres en donde ocurrieron los hechos.

En los videos que circularon se pudo observar a decenas de turistas correr despavoridos ante los hechos y no hubo ninguna autoridad que calmara los ánimos, lo que abonó al caos porque además los oficiales de la Guardia Nacional llegaron al lugar portando sus armas de cargo, algunas incluso desenfundadas.

Zafarranchos entre transportistas, una vergüenza: AMAV

Por lo menos una o dos veces a la semana se registran enfrentamientos entre transportistas irregulares y ‘piratas’ en todas las terminales del Aeropuerto de Cancún que la Guardia Nacional no ha sabido atender de manera oportuna, pues frente a ellos se han registrado golpizas sin que detengan a los responsables.

Para Sergio González Rubiera, presidente local de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (Amav), es “una vergüenza” el pleito constante entre transportistas irregulares y regulares afuera de las terminales del AIC.

“Eso demuestra que no existe autoridad alguna, porque es increíble que delante de ellos se líen a golpes estas personas y no las detengan”, explicó a El Despertador de Quintana Roo.

En febrero pasado fueron varias las confrontaciones entre transportistas, tanto durante el día como a altas horas de la madrugada y esa ha sido la tónica que prevalece, pues los reportes son de cada dos o tres días.

“Desde hace más de 10 años se ha venido denunciando este problema pero no han hecho nada las autoridades, que por el contrario, han permitido que ahora los pleitos terminen en golpes, aunado a que toleran que hoy el transporte pirata use uniformes, meta amparos, falsifique las TIA (Tarjeta de Identificación Aeroportuaria, que se expiden exclusivamente a quienes laboran en las terminales aéreas) y se estacione donde quiera”.

Apenas el pasado viernes 7 de octubre, fuentes del AIC compartieron a El Despertador de Quintana Roo un par de videos en donde se pudo observar una nueva gresca entre transportistas en las afueras de la Terminal 3.

En uno de ellos se aprecia que cuatro sujetos golpean a patadas a una persona que ya está tirada en el suelo y en otro, la misma persona tirada y ya bañada en sangre se enfrenta a un tipo que le da más golpes hasta dejarlo doblado y exhausto.

Lo grave es que todo esto ocurre delante de dos elementos de la Guardia Nacional que sólo se limitan a videograbar la pelea entre los transportistas, que además ocurre frente a turistas que pasan por el lugar.

“Lamentablemente son espectáculos grotescos porque además ocurren a la vista del turista, que cree que llega a un aeropuerto de primer nivel y descubre que en realidad lo hace a un espacio de salvajes cavernícolas, golpeándose hasta con las sillas”, insistió González Rubiera.

Recordó que al menos un 20 o 30 por ciento del total de los turistas que arriban al Caribe Mexicano vía aeropuerto, lo hacen sin tener contratado un servicio de traslado con agencias legales hacia los hoteles u otros destinos del estado, lo que los convierte en presa fácil de los grupos delictivos que están detrás de la operación ilegal del transporte, protegidos en todo momento por las autoridades tanto aeroportuarias como de seguridad federal.

Asur: la seguridad es competencia federal

A pesar de que la situación de la inseguridad es evidente en el AIC, el Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR) se lava las manos al argumentar que ellos solamente son concesionarios de un espacio federal.

“Nosotros tenemos una empresa de seguridad privada que se encarga de atender la vigilancia en los pasillos de las terminales, con una función limitada”, explicó recientemente Carlos Trueba Coll, director del Aeropuerto Internacional de Cancún.

Cabe recordar que ASUR tiene la concesión para la operación del aeropuerto de Cancún desde 1998 y no hay fecha para que dicha concesión fenezca, sino que por el contrario y a pesar de la pandemia, dicha empresa ya piensa en hacer algunas adecuaciones en sus terminales operativas.

Con base en su más reciente reporte de operaciones mensuales, tan sólo en el mes de septiembre el AIC movilizó a dos millones 181 mil 363 pasajeros, un aumento del 37.1 por ciento en comparación del 2019, antes de la pandemia por  coronavirus.

Durante el noveno mes del año, el recinto aéreo del Caribe Mexicano transportó a un millón 254 mil 56 pasajeros internacionales y 927 mil 307 turistas nacionales, teniendo en los dos rubros un alza de más del 30 por ciento en comparación del 2019.

Trueba Coll estima que este año la Terminal aérea cerrará con al menos 10% más en el tráfico total de pasajeros, ya que así lo demuestran las cifras acumuladas de enero a agosto de 2022, de 20.3 millones de pasajeros.

Por tal razón, se estima que al cierre del presente año el Aeropuerto de Cancún estaría llegando por encima de los 23.2 millones de pasajeros, con una recuperación total de los mercados turísticos internacionales que se tenían antes de la pandemia.