REDACCIÓN

MÉRIDA.- Mientras el gobernador electo de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, se prepara para rescatar y revitalizar la feria de Xmatkuil en su 50 aniversario, en Valladolid, el alcalde saliente, Alfredo Fernández Arceo, enfrenta críticas y denuncias por su gestión al frente del municipio.

Díaz Mena realizó un amplio recorrido para una serie de mejoras en las instalaciones del popular recinto ferial de Xmatkuil, (la feria más grande del estado) que incluyen la construcción de nuevos y más amplios baños, el mejoramiento de las instalaciones eléctricas y la limpieza de diversas áreas comunes, incluyendo el palenque de gallos.

Estas obras, que se realizan en coordinación con el gobierno saliente, tienen como objetivo ofrecer una mejor experiencia a los visitantes durante la próxima edición de la feria, que celebrará sus 50 años de existencia en 2024.

En contraste, en Valladolid la situación es muy distinta, pues previo a dejar su cargo, el alcalde Alfredo Fernández Arceo se ha negado a pagar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) los recibos de las plantas de agua potable, lo que ha dejado sin suministro de agua a media ciudad.

Este acto ha generado indignación entre los ciudadanos, quienes han rebautizado la palabra “sinergia”, utilizada frecuentemente por el alcalde para describir su gestión, como “sin-energía”, en alusión a la falta de electricidad y agua que ha afectado a gran parte de la población.

La frustración de Fernández Arceo por no haber logrado la reelección parece haber derivado en una especie de «venganza» contra los vallisoletanos, quienes ya han advertido que no olvidarán este incidente en futuras elecciones. 

Así, mientras en Mérida el nuevo gobierno estatal asume tareas y se proyectan mejoras y celebraciones, en Valladolid prevalece la tensión y el malestar ciudadano por una administración que, en sus últimos días, parece haber abandonado su responsabilidad hacia la comunidad.