* Además de ser una atleta destacada, estudia matemáticas aplicadas y computación en la FES Acatlán, combinando su carrera académica con su entrenamiento como deportista de alto rendimiento

Por Andrés Dávila

Con tan solo 25 años, Brenda Portocarrero Meza ha dedicado 22 de ellos a la natación, y 16 como nadadora de alto rendimiento. Especializada en el nado con aletas, ha representado al equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en diversas competencias, logrando cerca de 200 medallas en torneos nacionales e internacionales.

La historia de Brenda en la natación comenzó cuando tenía tres años. Sus padres, preocupados por ofrecerle una actividad fuera del ámbito académico, decidieron inscribirla en clases de natación junto con su hermana mayor, Miranda. Así fue como, en un deportivo cercano a su hogar, Brenda inició su camino en el mundo del agua. Tiempo después, su familia decidió cambiarla a otro club, donde comenzó a practicar el nado con aletas bajo la dirección de un entrenador perteneciente a la Federación Mexicana de Actividades Subacuáticas.

El nado con aletas es una disciplina que exige fuerza y técnica, ya que los nadadores avanzan mediante la fuerza muscular sin la ayuda de mecanismos externos. Brenda compite principalmente en pruebas de monoaleta en distancias que van desde los 50 hasta los 800 metros en superficie, además de la prueba de apnea, donde los competidores deben nadar 50 metros sin respirar.

A lo largo de su carrera, Brenda ha representado a México en eventos internacionales, destacando su participación en competencias en Cuba (2013), Grecia (2014), Estados Unidos (2018), y el Panamericano de Barranquilla, Colombia (2023). Aunque tenía programada su participación en los Juegos Centroamericanos de 2022, el evento fue cancelado. «He tenido la oportunidad de viajar y competir en distintos países, y esas experiencias me han hecho enamorarme aún más de este deporte», comenta Brenda.

Sus padres, la motivación

Además de ser una atleta destacada, Brenda estudia matemáticas aplicadas y computación en la FES Acatlán, combinando su carrera académica con su entrenamiento como deportista de alto rendimiento. Agradece el apoyo de la UNAM, que no solo le ha proporcionado uniformes y seguro de vida, sino también la motivación que necesita para seguir mejorando. «El apoyo que he recibido por parte de la universidad ha sido fundamental. Cuando la escuela se entera de mis logros, me hacen sentir valorada y eso es algo que nunca olvidaré», expresa con emoción.

Brenda también comparte la importancia que han tenido sus padres en su desarrollo como atleta. Su madre, María Elena Meza, y su padre, Carlos Portocarrero, siempre estuvieron presentes en cada paso del camino, llevándola a entrenamientos y apoyando su carrera. «Mis padres siempre me impulsaron a dar lo mejor de mí. Aunque ahora ya no están tan involucrados en mi vida deportiva como antes, siguen siendo mi principal fuente de motivación», dice Brenda.

A lo largo de su carrera, Brenda ha demostrado que el esfuerzo y la dedicación dan frutos, y hoy es una de las figuras más destacadas del nado con aletas en México. Su historia es un claro ejemplo de pasión, entrega y amor por el deporte. «No puedo imaginar mi vida sin el nado con aletas. Este deporte se ha convertido en una parte esencial de quién soy», concluye.

Brenda Portocarrero Meza continúa entrenando con el equipo representativo de la UNAM, con la mira puesta en nuevas competencias internacionales, dispuesta a seguir cosechando éxitos y llevando el nombre de México a lo más alto del nado con aletas.