El escándalo protagonizado por el hoy exvicecanciller Strache le cuesta la destitución a Sebastian Kurz, en votación parlamentaria

AGENCIAS

VIENA.- El canciller austriaco Sebastian Kurz perdió una moción de confianza apoyada por los principales partidos de la oposición, lo que implica su destitución y de todo su gobierno, en medio de las acusaciones de corrupción que involucran a su ahora exvicecanciller, Heinz-Christian Strache.

El presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, deberá ahora designar a un canciller para formar un gobierno que pueda obtener el apoyo del Parlamento hasta los comicios anticipados, previstos para septiembre.

Kurz, de 32 años y en la cancillería desde diciembre del 2017, sufrió una derrota en la Cámara baja del Parlamento, donde el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), antes su aliado, votó a favor de una moción de censura.

Kurz, jefe del conservador Partido Popular de Austria, es el primer canciller en la historia austriaca de la posguerra en perder un voto de confianza.

La moción, impulsada por el opositor Partido Socialdemócrata (SPÖ), salió adelante gracias al apoyo del FPÖ (considerado de extrema derecha), que así confirma la ruptura definitiva con el gobierno del que formaba parte hasta la semana pasada.

El escándalo que llevó al derrocamiento de Kurz, que lleva por nombre «Ibizagate», comenzó el pasado 17 de mayo cuando salió a la luz un video grabado en una isla española hace casi dos años, en la que el vicecanciller Heinz-Christian Strache supuestamente ofrecía a un oligarca ruso contratos públicos a cambio de apoyo electoral.

Strache, del FPÖ, se vio obligado a abandonar el Ejecutivo tras la aparición del video, cuya grabación fue hecha cuando aún no estaba en el gobierno.