Edgar Prz

Han pasado más de 60 días de campaña de los aspirantes a la Presidencia de la República, a Senadores y Diputados Federales y 16 días de los candidatos a las Presidencias Municipales y Diputados Locales, y en honor a la verdad varias han dejado mucho que desear.

No se notan aquellos tiempos de difusión masiva con espectaculares, bardas, lonas, promocionales como playeras, gorras, mandiles y otros. La gente aún no comprende que los tiempos y las limitantes impuestas por el INE acerca de las campañas les impide conocer en realidad a sus supuestos representantes; no saben quiénes son, a quién representan y esto ocasiona que las campañas al ser tan austeras de promocionales permanecen sin mucha penetración, poco ruido donde andan los candidatos y unos cuatro a cinco metros de ambiente solamente. 

Su sonido, muy limitado, algunas acompañantes que no llegan a 10 y con esta pobreza están desarrollando sus campaña varios, por no decir la mayoría que no representan a alguna coalición.

Andan dando lástima, arrastran una pobreza extrema contagiosa, ya que a estas alturas de la campaña aún no les han liberado los recursos financieros destinados para sus campañas. Los líderes de los partidos están en una cosecha bárbara, ahogan a sus candidatos y los hacen pasar vergüenzas, por eso ya declinó una candidata en José María Morelos, saltó antes de morir de inanición…

No hay un balanza que los equilibre, no hay nadie que los defienda, nadie aboga por ellos, entonces estamos entrando a una espiral que no conviene a nadie. Desde el inicio de las campañas los dirigentes de los partidos debieron entregar los recursos destinados para ello. Deben recordar que ese dinero o esos “dulces” no son de ellos, son para las campañas. Deben evitar las poses de perdonavidas, de ‘si te portas bien te doy’ y además lo ministran a cuentagotas, por ello los candidatos no hacen campaña, no se difunden, no actúan, solo vegetan en virtud de que la autoridad electoral parece estar coludida con los dirigentes de los partidos. 

Súmele a esto las comprobaciones fiscales, unos trámites sumamente engorrosos; existen casos de candidatos de elecciones pasadas que aún no terminar de comprobar, en virtud de que en varios municipios y más en las comunidades no facturan (solo Shakira). Hay una rigidez para con algunos y total libertad para con otros. Entonces navegan en aguas turbulentas con casi nada de equipo.

Por ello después de pelear, perder varios días, casi suplicar que les depositen los recursos, con qué ánimo pueden salir a la calle, qué ofertas le pueden llevar al electorado si están más diezmados que el rival del Canelo. Esto no pronostica nada bueno, parece que se trabaja para alcanzar el 30 o 35 por ciento del total de la votación electoral, si bien les va. Hace falta mayor pulcritud, mayor responsabilidad, más vigilancia, más rigidez por la autoridad electoral. 

Por ellos el pueblo siempre dice que las campañas son canteras de nuevos ricos. Por algo será…

Ojalá se resuelva este asunto de los ‘dulces’, si no, varios pobres e ilusos candidatos van a tener que empeñar sus pocas propiedades, hasta sus tiliches. Serán candidatos por unos meses y deudores por varios años. Cuando les hablan a sus dirigentes de partido, ellos les dicen ‘ten paciencia, no te desesperes, aguanta, mientras resuélvelo’, la misma cantaleta de hace varios años, sigue caminando que ya mero caerán los dulces…

Mejor seguiré caminando y cantando “a qué le tiras cuando sueñas mexicano a hacerte rico con candidaturas de un millón…”