Campesinos de la región que apostaron por una siembra tardía para aprovechar las lluvias de septiembre y octubre han sufrido graves pérdidas en sus cultivos debido a las lluvias ácidas de la temporada de huracanes. Los productores de milpa tradicional, que dependen exclusivamente del temporal, han visto sus cosechas devastadas, con el maíz como el principal afectado.

Pedro Cohuó, un campesino de la localidad de Sabán, explicó la situación con visible resignación: “Yo soy milpero, siempre tengo mi milpa, pero, el elote ya lo perdí, nomás queda la calabaza. Hay un montón de bejucos de calabaza, pero solo eso es lo que vamos a tener este año”, relató, mientras observaba las parcelas afectadas. El veterano milpero subrayó que la milpa tradicional no ha resistido la fuerza de la temporada, ya que el elote verde que aún quedaba comenzó a secarse a causa de la lluvia.

Poot Cohuó, otro vecino de la comunidad de Sabán, compartió su preocupación, asegurando que el fenómeno de la lluvia ácida —conocida en la región como K’ankubul— ha sido el causante de la destrucción de los cultivos. “Este año ha sido muy malo. La K’ankubul ha quemado el maíz y dejó poca cosecha para alimentar a las familias”.