La emblemática Laguna de Bacalar, conocida como la “Laguna de los siete colores” por sus tonalidades de azul y turquesa, enfrenta una seria amenaza debido al crecimiento turístico y la falta de infraestructura adecuada para tratar las aguas residuales. Este incremento de la contaminación pone en grave peligro a los estromatolitos, estructuras vivientes formadas por cianobacterias que han sobrevivido a cinco extinciones masivas.

El colectivo Regenera, en colaboración con otros actores locales, ha iniciado una campaña de financiamiento para instalar baños secos en la zona turística, con el fin de reducir la contaminación. Además, buscan concientizar a la población a través de jornadas de educación ambiental y la “Guardería de estromatolitos”, que trabaja para proteger estos organismos vitales.

Estas iniciativas son esenciales para preservar este frágil ecosistema, uno de los pocos lugares del mundo donde los estromatolitos continúan vivos, generando oxígeno y equilibrio en el ambiente. (Sergio Masté)