Crónica de la Semana Hispanohablante en la UQAM – La Covacha del Aj Men
5 Nov. 2022Nebrija, la pasión del saber – Dra. Juana Muñoz Liceras.
Claudio Obregón Clairin
<Los idiomas son versiones de la comprensión y de la interpretación de la existencia. Los idiomas nos hablan de la historia de quienes con ellos se comunican, refieren entendimientos regionales y, confrontados con lejanos idiomas, dibujan el camino recorrido por los triunfadores. En su forma, se identifican los matices de las certezas y de los desafíos; al traducirlos, develan que las palabras son un vehículo que transporta un entendimiento ancestral y aunque suenen diferente, todos tienen su origen en la sobrevivencia>
Coc.
Del 17 al 20 de octubre de 2022 se celebró, en la Universidad de Quebec en Montreal (UQAM), la doceava edición de la Semana Hispanohablante. En esta ocasión, la temática fue “Langue et savoirs partagés” (Idioma y saberes compartidos).
En entrevista, la maestra Mónica Soto, profesora de español en la Escuela de Idiomas de la Universidad de Quebec en Montreal, recordó “la importancia que tiene el idioma en el corazón de nuestra sociedad y resaltó que las universidades son los lugares en donde se crea el conocimiento, se desarrolla, se ensancha y se irradia”.
El espíritu de la doceava edición de la Semana Hispanohablante —continuó la maestra— se enmarca en el pensamiento del sociólogo David Le Breton que postula: “El conocimiento es una llave para dotar de sentido al mundo y abrir numerosas puertas para recorrer sus diferentes dimensiones”.
La Semana Hispanohablante fue inaugurada con el discurso de bienvenida del vicerrector de la vida académica de la UQAM Jean-Christian Pleau, quien celebró que se retomen las actividades presenciales después de la pandemia, expresó su beneplácito por la presencia de investigadores y conferencistas de Hispanoamérica. Más adelante, tomaron la palabra el cónsul de España Ernesto de Zulueta Habsburgo-Lorena y la ministra – cónsul de Perú, Evelyn Miyagui Henna, quienes celebraron la oportunidad de compartir los saberes de las particularidades que a través del idioma, se tornan universales.
La primera conferencia estuvo a cargo de la Doctora Juana Muñoz Liceras, de la Universidad de Ottawa, especialista en la sintaxis de los idiomas (Gramática generativa) quien presentó la mirífica ponencia “Nebrija, la passion du savoir” (Nebrija, la pasión del saber) que versó sobre la obra de Elio Antonio de Nebrija (1444 – 1522), humanista defensor de los valores del Renacimiento, quien, por la resonancia de su obra, se convirtió en el lingüista más importante de su época.
En palabras de la Doctora Juana Muñoz, “los trabajos de Nebrija tuvieron una enorme influencia en España y en Europa, sirvieron de modelo para la elaboración de las gramáticas y vocabularios de las lenguas autóctonas de América y de Filipinas”.
Es, en este marco de referencia, que la obra de Antonio Nebrija presentada por la Dra. Juana Muñoz, se torna fundacional para el estudio y permanencia tanto del idioma español, como de las lenguas autóctonas que hablaban los pobladores de las colonias españolas.
Es una creencia generalizada de que el idioma español acompañó al Imperio —comentó la Dra Muñoz—, pero la realidad es que Carlos V promovió el estudio y el reconocimiento oficial de las lenguas amerindias. En 1573, Felipe II promulgó una disposición que indicaba inoportuno exhortar a no utilizar los idiomas naturales y en 1583 ordenó la creación de las cátedras universitarias en México y Lima de “Lenguas generales” como el quechua, el náhuatl y el muisca.
La Dra. Muñoz refirió que unos meses antes de que Cristóbal Colón llegara a las Islas del Caribe, Antonio de Nebrija publicó “la primera gramática castellana”, que es considerada la primera gramática de una lengua vernácula escrita en Europa. Postulaba Nebrija que para comprender el latín habría que estudiar la gramática castellana y, paralelamente a su magna obra, publicó un diccionario y un vocabulario latino-español.
En 1517, Nebrija presentó “Las Reglas de la ortografía española”; en esta obra al parecer se utilizaron por vez primera las letras U y J para distinguir los sonidos correspondientes a la letras V y I, invención que se popularizó más tarde en Europa y fue adoptada otros lingüistas de la época.
El ejercicio intelectual de Nebrija sirvió de fundamento e inspiración para los frailes interesados en la permanencia de las lenguas autóctonas, quienes agradecieron durante dos siglos el legado de Nebrija.
Andrés de Olmos escribió en 1547 “El Arte de la lengua mexicana”, que es considerada como la primera gramática en lengua nahuatl. A la par, siguieron las gramáticas de los idiomas purepecha, otomí, mixteca, zapoteca y maya yucateca o maya t’aan, más tarde en Guatemala aparecieron gramáticas de cakchiquel y quiché; en el Sur, se escribieron gramáticas del guaraní, aymara y mapuche, entre otras.
En 1742 Fredy Melchor de Oyanguren hizo lo propio con las lenguas Tagalog e Iloca de Filipinas y en 1758, Fray José de Zambrano publicó un ensayo sobre la lengua totonaca.
En los tiempos de Nebrija, para acceder al conocimiento antiguo se debía conocer el idioma latín y al condensar en una gramática el idioma materno, conocer sus reglas y entender por escrito lo que se habla, permitió a comunicar de mejor manera los saberes y enriquecer los conocimientos de sus alumnos.
Durante su vida, Nebrija fue famoso y gozó económicamente del resultado de su ejercicio intelectual. Su obra fue trascendente en su época y durante su vida la vio reimprimir una centena de veces, fue tal su alcance que permaneció vigente hasta el s. XIX.
Apuntó la Dra Muñoz: “aún y cuando Nebrija reconocía la suprema autoridad de la Iglesia, no dudó en cuestionar la censura inquisidora que proscribía el estudio de las lenguas bíblicas. Se mostró crítico hacia los textos oficiales de la Septuaginta (versión ancestral de 70 sabios quienes escribieron en griego los textos bíblicos oficiales) y preconizó un regreso hacia las fuentes para corregir los errores que se deslizaron en los manuscritos a través del tiempo. Ambicionaba, con este método, reconstituir una versión auténtica de la versión bíblica conocida como Vulgata de Jerónimo (que fue escrita por Jerónimo de Estridón, hacia el año 382)”.
Elio Antonio de Nebrija indagó en la estructura del lenguaje para comprender las leyes y el rigor que lo constituyen, develó sus normas y sus leyes, reconoció la forma y al fondo para con ambos, constituir una primera gramática española que con palabras, explicó el sentido de las mismas. Su trabajo fue el punto de referencia para que otros idiomas perduraran en el papel, además de la memoria y en la universalidad de su obra, radica su profunda trascendencia.
Agradecidos por la mirífica ponencia de la Dra. Juana Muñoz, los asistentes de diversas naciones expresaron sus inquietudes en una interesante sesión de preguntas y respuestas en las que se comentó la sorpresa de reconocer la obra de Nebrija como “fundacional” en el estudio de los idiomas que constituyen los vehículos de comunicación en Hispanoamérica.
Al concluir la conferencia, fueron convidados a degustar una mesa de delicadas viandas estilo Mediterráneo, acompañadas por un excelente vino tinto que fueron ofrecidos por el Consulado de España en Montreal, cerrando exitosamente la jornada inaugural de la Semana Hispanohablante de la Universidad de Quebec en Montreal.
En una próxima entrega hablaremos sobre la conferencia “El Torito de Pucará” dictada por el antropólogo Victor Pimentel. que versó sobre una de las emblemáticas figuras de la cerámica tradicional peruana y de sus orígenes que se remontan a rituales con camélidos que se celebraron en un tiempo anterior a la llegada del toro a Perú.
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