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WASHINGTON.- La NASA ha confirmado que el Sol ha entrado en la fase máxima de su ciclo de 11 años, un periodo caracterizado por una intensa actividad magnética y solar. Durante este tiempo, el Sol pasa de un estado de relativa calma a uno de agitación, manifestado a través de grandes erupciones solares y eyecciones de masa coronal (CME), explosiones de plasma que pueden afectar al espacio cercano a la Tierra.

El ciclo solar implica la inversión de los polos magnéticos del Sol y, en su punto máximo, la actividad en su superficie se intensifica. Los científicos rastrean las manchas solares, que son zonas de intensa actividad magnética, para predecir el progreso de este ciclo. Durante la fase máxima, estas manchas aumentan en número, lo que indica un mayor nivel de actividad solar.

Aunque la radiación generada por las erupciones solares no puede penetrar la atmósfera terrestre, su impacto se siente en la ionosfera, perturbando las señales de radio y GPS, y afectando potencialmente las redes eléctricas. Además, este periodo ofrece la oportunidad de observar auroras boreales en lugares poco habituales.

Para estudiar este fenómeno, la NASA continuará investigando con misiones como la sonda Solar Parker, que se acercará al Sol en diciembre. Estas observaciones ayudarán a comprender mejor el impacto del clima espacial, tanto en la Tierra como en todo el sistema solar.