En Guerrero, la situación que viven los ciudadanos es compleja, por un lado está el problema de las comunidades indígenas desplazadas, la creación de las policías comunitarias y por el otro, la incidencia del crimen organizado en las ciudades más importantes de este estado. Y en este contexto, el día de ayer, medios de comunicación informaron sobre el asesinato de Marco Iván Rodríguez Navarrete, presidente del Club de Futbol Avispones de Chilpancingo, de la Liga de la Tercera División Profesional.

De acuerdo con los reportes, Marco Iván Rodríguez fue secuestrado —junto con uno de sus escoltas— el lunes pasado. Sin embargo, las autoridades hallaron su cuerpo sin vida la mañana del 22 de mayo, junto con el cuerpo de Arquímides N —su escolta—, cerca de la carretera de Tixtla.

El equipo Avispones de Chilpancingo, de la tercera división, a su arribo a la Cantera del Club Universidad para disputar un partido amistoso con Pumas sub17. El conjunto guerrerense fue baleado la misma noche en que desaparecieron los Normalistas de Ayotzinapa, en donde murió uno de los jugadores.

El reporte y las reacciones

Sobre el caso, se sabe que alrededor de las 20:50 horas del 20 de mayo, mediante una llamada telefónica al 911, se reportó el secuestro del presidente de los Avispones de Chilpancingo y Arquímides N. Entonces, las autoridades comenzaron con la búsqueda que desembocó en malas noticias para los familiares de las víctimas.

Ante los hechos, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) exigió a AMLO y a su equipo que intervengan, investiguen y resuelvan el caso del empresario —quien era socio y administrador del bar El Carbón. Mientras, la Liga TDP de la Federación Mexicana de Futbol publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que lamenta la muerte de Marco Iván Rodríguez.

Vale mencionar que Avispones de Chilpancingo estuvieron implicados en el caso de Ayotzinapa —como víctimas—, pues recordarán que el 26 de septiembre de 2014, los Avispones también fueron atacados en la persecución y agresión en contra de los estudiantes normalistas. En aquella ocasión, uno de los jugadores y el chofer del autobús del equipo fallecieron.