AGENCIAS

CHILPANCINGO.- En comunidades indígenas de México, los traficantes de fentanilo están utilizando dulces, pasteles y bebidas populares para atraer a niños y adolescentes al consumo de esta peligrosa droga sintética, denunció el Centro de Derechos Humanos de la Montaña de Guerrero Tlachinollan AC. Las familias afectadas temen que este sea un mecanismo de reclutamiento por parte del crimen organizado.

El informe destaca que dos adolescentes de la etnia me’phaa fallecieron en 2022 por sobredosis, y en 2021 una niña de cinco años fue hospitalizada tras consumir una golosina contaminada con fentanilo. Las autoridades comunitarias también han registrado casos en los que estudiantes han sido intoxicados, lo que ha resultado en muertes y hospitalizaciones.

Las organizaciones denuncian que el fentanilo se distribuye a través de puestos que venden chamoyadas, piñas coladas y otros alimentos, lo que expone a los menores al consumo involuntario de la droga. Las escuelas han sido identificadas como puntos críticos para la expansión de este fenómeno.

A pesar de la gravedad de la situación, la respuesta gubernamental ha sido insuficiente, lo que ha obligado a algunas comunidades a organizarse para proteger a los más jóvenes. Los líderes comunitarios advierten que la crisis del fentanilo no solo pone en riesgo la salud de los niños, sino que también desintegra el tejido social, alimentando la delincuencia y el narcotráfico.