AGENCIAS

WASHINGTON.- Pfizer y BioNTech anunciaron recientemente haber solicitado a la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) que autorice una dosis de refuerzo adicional de su vacuna contra el COVID-19 para personas mayores de 65 años, o sea, una cuarta vacuna.

Para su demanda se basan en datos procedentes de Israel y analizados cuando la variante ómicron circulaba ampliamente, señalaron las compañías en un comunicado.

Estos datos muestran, según Pfizer y BioNTech, que «una dosis de refuerzo adicional de la vacuna de ARN mensajero aumenta la inmunogenicidad» (la capacidad de provocar una respuesta inmunitaria) «y reduce las tasas de infecciones confirmadas y de enfermedades graves». 

¿Qué dice la ciencia al respecto?

Una cuarta dosis de las existentes vacunas mRNA contra el COVID-19 pueden tener apenas «beneficios marginales» para los adultos jóvenes y sanos, según un nuevo estudio israelí.

Los autores del estudio, dirigido por Gili Regev-Yochay, escribieron que su investigación parece indicar que las ventajas de las tres dosis de la vacuna diseñada contra la cepa original del coronavirus habían tocado techo en términos de respuesta inmunitaria.

Además, los refuerzos adicionales solo restablecían la inmunidad disminuida, en lugar de llevarla a nuevas cotas.

En general, la cuarta inyección resultó ser segura y aumentó los anticuerpos neutralizantes de los receptores -que impiden que el coronavirus infecte las células- a niveles comparables a los de justo después de la tercera dosis, antes de que los niveles de anticuerpos empezaran a disminuir con el tiempo.