Entre los tantos términos pandémicos que hemos aprendido estos 21 meses, llega uno más: flurona, que es la combinación de gripe y COVID-19.

Según la lingüista Elena Álvarez Mellado esta palabra viene de la unión del término anglosajón “flu” (gripe) y “corona” (coronavirus).

La semana pasada se detectó el primer caso de flurona en una mujer embarazada no vacunada, en el hospital Beilinson de Petah Tikva en Israel.

Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben-Gurion de Israel, dijo a CNN “no creo que vaya a ser una situación común, pero es algo que hay que tener en cuenta”.

Agregó que las personas sin problemas de salud y que estén vacunadas contra ambas enfermedades –gripe y COVID– no tendrán un “efecto importante en el individuo”.

En todo caso, el peligro de la coinfección con dos virus respiratorios agresivos como el SARS-CoV-2 y un virus de la gripe al unísono se encontraría en la respuesta a la infección, es decir, en los síntomas. La gripe estacional es capaz de producir miles de muertes anuales por sí misma incluso en personas vacunadas, ya que sus sistemas inmunológicos no pueden atajar la infección.

Por lo tanto, si ambos virus coinfectan a una persona inmunológicamente deprimida, su acción combinada generarían síntomas ya conocidos como la neumonía, la tormenta de citoquinas y el fallo multiorgánico que también se dan en los casos de gripe, virus respiratorio sincitial, neumococos y otros patógenos respiratorios por separado.

Abdi Mahamud, experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que como estos dos virus no comparten información –pues son enfermedades diferentes– no aumenta el riesgo de que haya una evolución a una variante más peligrosa.  (Chilango / The Conversation)