Antes de dejar en manos del estado la responsabilidad del mantenimiento de la Zona Hotelera de Cancún y la Marina Cozumel, el organismo federal se apresuró a rematar 29 terrenos, con un valor de más de 596 mdp, dejando sin margen de operación presupuestaria adicional al Gobierno de Quintana Roo

SALVADOR CANTO / EQUIPO DE INVESTIGACIÓN DE EL DESPERTADOR DE QUINTANA ROO

Antes de firmar el convenio con el Gobierno del Estado para la transferencia de recursos y obligaciones para el mantenimiento de la zona hotelera de Cancún y de la Marina Cozumel dentro del ejercicio vigente 2024, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), con alevosía y ventaja se apresuró a rematar 29 terrenos entre ambos municipios, con un valor total de 596 millones 397 mil 691.78 pesos, un literal saqueo que dejó sin margen de operación presupuestaria adicional a Quintana Roo para el futuro.

Además, en el caso de la zona hotelera, le heredó al gobierno de Quintana Roo una gran carga de responsabilidades que incluye tres Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) obsoletas y colapsadas, un bulevar Kukulcán con agrietamientos y baches, paraderos de autobuses en mal estado y un trabajo de jardinería, parques y zonas recreativas deficientes.

Todo lo anterior abona al envejecimiento prematuro que presenta la zona hotelera de Cancún desde hace varios años y que no ha sido atendido, pese a que se trata de la imagen del principal polo turístico de México, que sigue generando para el país millones de pesos en impuestos anualmente, pero que este verano del 2024 comenzó a padecer una baja ocupación hotelera producto de una evidente “fatiga del destino”.

Para afrontar esta responsabilidad el gobierno del Estado tiene un gran reto por delante y para ello creó el organismo denominado Fortalecimiento de la Actividad Turística en el Estado de Quintana Roo (Foatqroo), que nació con el presupuesto de 155 millones 731 mil 153.64 pesos asignados al Fonatur para el ejercicio fiscal 2024, mientras que los trabajos que ya se realizan en la zona hotelera en el caso de Cancún, los encabeza la empresa Engindra y su filial Coveca Proyectos y Servicios SA de CV, ambas representadas por Robert Capdevila Martínez.

Hay que recordar que esta empresa, a decir del senador Eugenio Segura Vázquez y extitular de la Secretaría de Finanzas y Planeación del Estado (Sefiplan), en entrevista con algunos medios locales, fue mediante asignación directa y de emergencia, es decir, sin licitación ante la premura del tiempo, pero para el 2025 se pretende que sí la haya, por si hay otras empresas interesadas que quieran participar.

Venta de terrenos, saqueo en despoblado

Durante muchos años Fonatur fue considerado la gran empresa inmobiliaria de la federación, que se encargó de vender al mejor postor predios a lo largo y ancho de la zona hotelera de Cancún, lo que abonó a que con el paso de los años el Centro Integralmente Planeado (CIP) comenzara a saturarse con proyectos que muchas veces rebasaron los límites de la planificación urbana y además ocasionaron serias afectaciones ambientales que hasta la fecha no han sido subsanadas.

El equipo de investigación de El Despertador de Quintana Roo se adentró en la página web www.fonatur.mx, aún activa, en donde todavía se encuentra el catálogo de 29 propiedades de Quintana Roo, además de otros estados del país en donde el organismo tenía presencia, como Baja California, Guerrero y Oaxaca, en donde en total suman 564 lotes que se pusieron en una inédita subasta desde finales de noviembre del 2023.

El portal no precisa cuántos de los 29 terrenos de Quintana Roo –20 de Cozumel y nueve de Cancún– fueron vendidos en ese proceso ni tampoco se aclara si fueron entregados al gobierno estatal, por vía de la Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo (Agepro); sin embargo, las ofertas siguen ahí, como indicios de que se trata de uno de los últimos grandes saqueos del Fonatur para destinar recursos al proyecto del Tren Maya.

Como se recordará, por decreto del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, el organismo federal cedió en septiembre pasado al Ejército Mexicano el Fideicomiso denominado Fonatur Tren Maya S.A. de C.V., que incluye recursos obtenidos por el DNR (Derecho de No Residente) que se cobra a todo viajero internacional que ingresa al país, “para continuar con la construcción, operación, explotación y prestación del servicio público de transporte ferroviario, de carga y de pasajeros y servicios auxiliares” y, en paralelo, transfirió a los respectivos estados donde operaba la responsabilidad del mantenimiento de los Centros Integralmente Planeados (CIP) de Cancún, Ixtapa, Huatulco, Los Cabos y Loreto; y los Proyectos Turísticos Integrales (PTI) de Marina Cozumel, Litibú y Playa Espíritu.

Los predios de Cancún incluidos en la subasta se ubican en la tercera etapa del bulevar Kukulcán, en la zona denominada Lomas de Vista Hermosa, con precios de salida que van desde los 12.5 millones de pesos y hasta 79.4 millones de pesos, dependiendo de la superficie y ubicación, y que total suman una ganancia de 338 millones 790 mil 763.51 pesos, más 257 millones 606 mil 928.27 pesos previstos por los 20 predios de Cozumel.

Plantas de tratamiento de agua, colapsadas

El equipo de investigación de El Despertador de Quintana Roo hizo un trabajo de campo por la zona hotelera de Cancún para conocer a detalle las condiciones en que dejó Fonatur las tres Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) que tenían bajo su responsabilidad, que son Pok Ta Pok, Gucumatz y El Rey, pero que opera hasta la fecha la empresa Aguakan, mediante un convenio entre ambas partes.

Es decir, las PTAR son de Fonatur y fueron entregadas al Gobierno del Estado recientemente mediante el acuerdo de transferencia de obligaciones y responsabilidades, pero su operatividad la tiene Aguakan. 

En un vuelo de dron efectuado el pasado miércoles 2 de octubre, El Despertador de Quintana Roo obtuvo imágenes exclusivas que evidencian una grave contaminación ocasionada por el rebosamiento de aguas negras de la ya colapsada y deficiente PTAR Pok Ta Pok, cuyos escurrimientos han formado lagunas en la zona del campo de golf y en áreas colindantes con los patios de residencias de la privada Quetzal sin que, hasta la fecha, alguien diga algo al respecto.

Si bien en las últimas semanas se han registrado fuertes lluvias, incluidas las ocasionadas por el paso del huracán “Helene”, en las imágenes obtenidas se observa que hasta en los pasillos adentro del área de las máquinas existen acumulamientos de aguas negras, lo que confirma la mala operación de una planta ya obsoleta, que no se da abasto ante el crecimiento de hoteles y residencias que se ha permitido en la zona hotelera.

A pesar de que esto no es nuevo, pues desde hace varios años los vecinos de Pok Ta Pok y áreas aledañas se han quejado contra Fonatur y Aguakan por la mala operación de la planta,  malos olores y hasta desbordamientos de aguas negras en las tuberías del drenaje, la autoridad federal nunca atendió el problema y en esas condiciones se la heredó al Gobierno del Estado, que tendrá mucho trabajo por resolver.

De hecho, Fonatur ignoró por completo la actualización de la NOM-001-Semarnat que se hizo en el año 2020, la cual establece parámetros más estrictos para el tratamiento de aguas y a pesar de que anunció una revisión a sus plantas en la zona hotelera de Cancún, tal parece que no cumplieron.

Incluso desde un año antes, es decir, en el 2019, el entonces titular de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, había reconocido que las plantas de tratamiento de aguas residuales de la zona hotelera llegaron al límite de su capacidad, pero tampoco hicieron algo para remediarlo.

Es de destacar las tres plantas procesadoras ubicadas en la zona hotelera generan anualmente ocho millones 569 mil 911 metros cúbicos de agua tratada, proveniente de hoteles, restaurantes y residenciales.

La planta de tratamiento Pok Ta Pok, que entró en servicio en 1974, tiene capacidad para recibir 245 litros de aguas negras por segundo; en el caso de Gucumatz recibe 200 litros por segundo, y El Rey, 100 litros por segundo.

Cabe mencionar que en Pok Ta Pok se pretende desarrollar (en la parte del campo de golf) un polémico desarrollo inmobiliario denominado Península Cancún, que ha generado un frente de oposición ciudadana por temas ambientales y la sobresaturación de servicios que enfrenta la zona de playas.

Asignación directa y de emergencia 

Si bien ya tiene alrededor de dos meses en operaciones el Fideicomiso para el Fortalecimiento de la Actividad Turística en el Estado de Quintana Roo (Foatqroo), que inició con una asignación de recursos de 155 millones 731 mil 153.64 pesos, correspondientes a lo asignado al Fonatur para el ejercicio fiscal 2024, la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) anunció que en total se prevé se termine con una inversión por 250 millones de pesos, producto del acuerdo con Multiva, que es el banco que funge como fiduciario de dicho organismo que sustituyó al Fonatur.

Días antes de asumir el cargo de Senador de la República, y todavía fungiendo como titular de la Sefiplan, Segura Vázquez dio una entrevista a medios locales, en donde despejó algunas dudas en torno al funcionamiento del Foatqroo y las empresas que se harán cargo del mantenimiento de la zona hotelera.

Recordó que la creación de este fideicomiso se deriva de la transición de Fonatur hacia el Gobierno del Estado, que se quedó con la administración de todos los bienes y servicios, que incluye la venta de agua a los hoteles, las tres plantas de tratamiento, los locales comerciales que tiene Fonatur en la zona hotelera de Cancún y una parte de la Marina en Cozumel.

Además, reconoció que no está garantizado el recurso federal, en el sentido en que todo presupuesto depende del de la Federación que, a su vez, depende del Congreso de la Unión. En lo que respecta al ingreso propio, dijo que el Estado estima alrededor de dos millones de pesos anuales entre la venta de agua tratada, locales comerciales y el vivero de Fonatur.

En cuanto al tema de la empresa que se hace cargo de los trabajos del mantenimiento de la zona hotelera, apuntó que se llama Engintra, que fue presentada con los representantes del Comité Técnico del Fideicomiso y entró con un contrato de emergencia para este año, pero aseguró que “habrá una licitación para el 2025”.

Al hablar del Foatqroo, Eugenio Segura dijo que el Fideicomiso es “el vehículo financiero más robusto y transparente que hay en México”, que no tiene estructura y por lo tanto no es burocrático.

Finalmente, destacó que los recursos de su operación están contemplados con 55 millones de pesos de la Federación, 82 millones de pesos del Gobierno del Estado y 12 millones de ingresos adicionales entre la venta de agua tratada, locales comerciales y el vivero de Fonatur.

Foatqroo, con la “papa caliente” en sus manos

Durante el último año, Fonatur hacía los trabajos de mantenimiento de la zona hotelera a través de la empresa filial Fonatur Infraestructura, con base en los contratos CCDM/23-0-01 y CZDM/23-0-01, que fenecieron el 1 de marzo de 2023.

Desde entonces y con el plan de entregarle la responsabilidad al gobierno del Estado, siguieron trabajando paulatinamente todo lo que restó de ese año y parte de este 2024.

Ahora, con el Foatqroo en funcionamiento y bajo la coordinación de Ricardo Archundia en calidad de encargado, pues el titular será asignado hasta el 2025, es la empresa Engindra y su filial Coveca Proyectos y Servicios SA de CV, representada por Robert Capdevila Martínez, la que se encarga de los trabajos del mantenimiento de zona hotelera de Cancún.

El Despertador de Quintana Roo pudo investigar que en el listado de proveedores del Gobierno del Estado no aparece Engindra, pero sí la empresa Coveca, a partir de este 2024, que tiene su domicilio fiscal en Laguna de Términos, Torre 2, piso 11, en la delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México.

Es de mencionarse, entre las dudas que no han sido aclaradas, conocer qué criterios se utilizaron para la asignación directa de esa empresa, que tiene su matriz en Puebla, pero domicilio fiscal en la Ciudad de México.

Intentos fallidos para revitalizar la ZH

A principios del año 2000, empresarios hoteleros y turísticos en general le apostaron a un proyecto paralelo a lo que hacía Fonatur con respecto al mantenimiento de la zona hotelera; este consistía en impulsar la recuperación de Punta Cancún, que viene a ser el corazón del destino turístico porque es donde se concentran discotecas, restaurantes, hoteles y el Cancún Center.

El proyecto, que se llamó “Corazone”, promovido por el empresario Denis Panchuck, llegó a tener una silla en el Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCE), pero en el 2005 se esfumó por problemas entre algunos inversionistas de Punta Cancún, como Augusto Bojórquez y el cónsul honorario de Italia, Augusto Pastaccini, quienes denostaron el proyecto acusando que solamente beneficiaría al grupo Ultrafemme de José García y Elena Villareal, y tras eso el plan, que era interesante porque pretendía darle más vida a la zona hotelera, quedó abandonado y sin rumbo.

Posteriormente, en el 2012, otro grupo de empresarios encabezados por Francisco Córdova Lira, conformaron con la anuencia del gobierno municipal el denominado Comité de Imagen Urbana de Cancún (Cimuc), que pretendía mejorar la imagen de abandono que ya registraba la zona hotelera de Cancún; en aquellos tiempos se localizaron por lo menos 20 predios de primer nivel abandonados, que por su condición representaban ya un prematuro envejecimiento del destino.

El Cimuc pretendía concretar también un plan de recuperación del Sistema Lagunar Nichupté con el respaldo de Fonatur, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y el Ayuntamiento de Benito Juárez, para buscar los recursos económicos de este proyecto que eran de alrededor de 13 millones de dólares para hacer el “Canal Norte Laguna Bojórquez”, que pasaría entre plaza Caracol y la tienda Chedraui que en el 2010 ya se comenzaba a construir, pero la obra nunca se llevó a cabo.

El principal objetivo del Cimuc era precisamente mejorar la imagen urbana de la zona hotelera, pero siempre hubo obstáculos, muchos de ellos por parte de Fonatur, bajo el argumento de que a ese organismo correspondía la operación y mantenimiento de los 27 kilómetros del bulevar Kukulcán.

Actualmente existen decenas de predios y negocios abandonados, como lo que fue la discoteca Boom Boom, el Casino Play Boy, la discoteca Basic, Plaza Flamingo, entre otros lunares dispersos por la zona hotelera.

Fonatur no hizo nada para poner orden

En su momento, el primer titular de Fonatur que tuvo la administración de Andrés Manuel López Obrador, Rogelio Jiménez Pons, admitió ante medios locales de Quintana Roo que en la zona hotelera de Cancún no quedaba mucho espacio para seguir construyendo infraestructura turística.

“El problema es que en lotes planeados para determinado número de habitaciones se incrementa la capacidad de ocupación sin modificar la estructura de servicios”, dijo.

Aseveró que la dependencia tenía conocimiento de que hoteles y restaurantes (sin dar nombres) no estaban conectados al drenaje ni daban tratamiento a sus aguas residuales.

A pesar de tener ese conocimiento, el Fonatur siguió vendiendo predios para construir más hoteles y residencias en la zona hotelera, e incluso avaló proyectos que hasta la fecha han resultado ilegales como el Gran Solaris de Playa Delfines, cuyos permisos fueron revocados en plena edificación por irregularidades, y aunque un juez ordenó la demolición de su barda perimetral, hasta la fecha esta ordenanza no se ha cumplido, pues continúa en su lugar.

Litigios por Malecón Tajamar mantienen vivo a Fonatur

Predios de Malecón Tajamar y una parte de la Marina Cozumel permanecen bajo la administración de Fonatur, hasta resolver temas jurídicos.

Malecón Tajamar fue un proyecto inmobiliario planeado, urbanizado, lotificado y comercializado por Fonatur en la zona centro de Cancún en la primera década del año 2000, pero quedó trunco tras denuncias de ambientalistas y el movimiento social que se generó cuando en enero de 2016 se ordenó la entrada de maquinaria para el desmonte de más de 20 hectáreas de manglar y selva.  

La urgencia de esa medida se debió a que en ese mismo año venció la vigencia de la manifestación de impacto ambiental que se le había otorgado a Fonatur para desarrollar ese proyecto, lo cual implicaba devastar amplias zonas de manglar; sin embargo, para ese entonces ya existía el artículo 60 Ter de la Ley de General de Vida Silvestre que protege dicho hábitat y castiga con pena de cárcel a quien lo tale o desmonte.

El asunto llegó a tribunales, los cuales fallaron a favor de cancelar cualquier proyecto inmobiliario en las 52 hectáreas que abarcan el malecón, quedando en el limbo los más de 40 propietarios de terrenos que compraron a Fonatur bajo la premisa de poder desarrollar centros comerciales, estacionamientos, oficinas, hoteles e incluso una catedral de la iglesia católica denominada María del Mar.

En su momento, los entonces directivos de Fonatur advirtieron que las indemnizaciones por la cancelación definitiva de Malecón Tajamar alcanzarían alrededor de tres mil millones de pesos.

La Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en Cancún, que dirige Patricia Mora Vallejo, ha externado que los juicios se mantienen en tribunales, se mantienen activos y, por ende, Fonatur no puede desaparecer hasta en tanto no se resuelvan los litigios.

*** Apuntes de El Despertador de Quintana Roo ***

Para mejorar la imagen de la zona hotelera de Cancún, se recomienda a las autoridades implementar las siguientes acciones:

Infraestructura y mantenimiento

1.- Mejorar la iluminación pública y la señalización.

2.- Renovar y mantener la infraestructura vial y peatonal.

3.- Ampliar y mejorar los espacios públicos (parques, plazas, etc.).

4.- Implementar un programa de limpieza y recolección de basura.

Seguridad

1.- Aumentar la presencia policial y la vigilancia.

2.- Implementar sistemas de seguridad y cámaras de vigilancia.

3.- Establecer un centro de comando y control para la seguridad.

Servicios y comodidades

1.- Mejorar los servicios de transporte público.

2.- Ampliar y mejorar los servicios de salud y atención médica.

3.- Establecer un programa de atención al turista.

Medio ambiente

1.- Implementar programas de reciclaje y reducción de residuos.

2.- Proteger y restaurar áreas naturales y ecosistemas.

3.- Fomentar la eficiencia energética y el uso de energías renovables.

Imagen y promoción

1.- Desarrollar una estrategia de marketing y promoción.

2.- Establecer alianzas con operadores turísticos y aerolíneas.

3.- Organizar eventos y festivales que atraigan a nuevos turistas.

Participación ciudadana

1.- Fomentar la participación ciudadana en la planificación y toma de decisiones.

2.- Establecer mecanismos de retroalimentación para los turistas y residentes.

3.- Promover la educación y la conciencia turística.

*** *RECUADRO* ***

Lo que hacía Fonatur en la Zona Hotelera de Cancún, estipulado en el acuerdo con el Gobierno del Estado:

  • Mantenimiento a tres plantas de tratamiento de aguas residuales con capacidad total de 545 litros por segundo 
  • Operación de una planta de composta con capacidad total de 70 m3 al día 
  • Barrido de vialidades guarniciones y banquetas con una superficie de 50.26 hectáreas al año 
  • Bacheo de 5 metros cúbicos al año 
  • Balizamiento 6000 m al año 
  • Poda a 38 hectáreas de áreas verdes riego a 30 hectáreas de áreas verdes y mantenimiento de 25 mil palmeras 
  • Mantenimiento en tres parques con superficie total de 17,285 m2 
  • Mantenimiento a 42 paraderos de autobuses 
  • Alumbrado público y mantenimiento de 3789 luminarias 
  • Recolección de residuos orgánicos e inorgánicos 

En el municipio de Cozumel:

  • Alumbrado público mantenimiento de 283 luminarias 
  • Conservación de áreas verdes poda de 1.682 hectáreas riego de 1.744 hectáreas y mantenimiento de 2499 árboles y palmeras