PARÍS.- Un montañista que encontró en 2013 una caja con esmeraldas, rubíes y zafiros que había estado enterrada durante décadas en el Mont Blanc, en Francia, recibió ahora la mitad de su hallazgo, tras no ser posible localizar a los propietarios. Se piensa que la caja pertenecía a alguien que viajaba a bordo de un avión de Air India que se estrelló contra la montaña en 1966. Las autoridades no han conseguido encontrar a la familia dueña de las piedras, por lo que las gemas, valoradas en 170.000 dólares, han sido repartidas a partes iguales entre el montañista y la autoridad local en Chamonix, en los Alpes franceses.