WASHINGTON.- Unas huellas encontradas en White Sands, Nuevo México, proporcionan la evidencia inequívoca más temprana de la actividad humana en América hace más de 23 mil años, milenios antes de lo pensado. Las huellas se formaron en lodo blando en los márgenes de un lago que ahora forma parte de la playa de Alkali Flat. «Ahora tenemos una ventana única a la vida durante el Pleistoceno en América del Norte con la primera evidencia inequívoca de una presencia humana sostenida mucho antes de lo que la mayoría de los arqueólogos pensaban que era probable», dijo el investigador Thomas Urban.