LONDRES.- Steve Tomlinson, un británico aficionado a la arqueología, descubrió un zapato de alrededor de mil años de antigüedad en el lecho del río Támesis, una de las últimas reliquias sobrevivientes de la época. El calzado intacto sobresalía en el barro, y aunque al principio Tomlinson no se dio cuenta de su importancia histórica, una datación por carbono lo fechó entre los años 1017 y 1059, cuando Inglaterra fue habitada por anglosajones y vikingos, antes de la invasión liderada por Guillermo el Conquistador.