* Desde que Dayana Villarreal pisó un campo de tocho bandera en Cancún a los nueve años, su vida y sus aspiraciones tomaron un giro inesperado. Hoy, con 18 años, esta joven colombiana que ha hecho de México su hogar, no solo se ha destacado en un deporte que apenas conocía, sino que ha dejado huella en el fútbol americano y el tocho bandera, enfrentando retos, lesiones y una competencia mayoritariamente masculina.

Por Sergio Masté

Una pasión inesperada y un trayecto de éxitos

Cuando Dayana llegó a México, el tocho bandera era una disciplina desconocida en Colombia. Sin embargo, la adrenalina y el dinamismo de este deporte la cautivaron de inmediato. “Me enamoré del tocho y desde ahí ya no he parado”, expresa con entusiasmo. A lo largo de su carrera, ha tenido que adaptarse a jugar con hombres debido a la escasez de mujeres en el deporte, lo que no ha sido un impedimento, sino un impulso para su desarrollo como jugadora multifuncional.

Capaz de desempeñarse en varias posiciones, Villarreal ha sido tanto quarterback como corredora, e incluso safety, en su equipo “Acereros”. Ha participado en torneos nacionales e internacionales, como el Cancun Bowl y el torneo de la Liga de Fútbol Americano Profesional (LFA). Con sus equipos, ha conquistado campeonatos y subcampeonatos, y en el camino ha acumulado trofeos, medallas y el prestigioso título de MVP (Jugador Más Valioso), que guarda en un rincón especial de su hogar.

Lesiones y resiliencia en el campo

Dayana no ha estado exenta de desafíos físicos. Una lesión de rodilla la mantuvo fuera del campo por un tiempo, un periodo que describe como «de mucho coraje», ya que la obligó a observar a sus compañeros desde la línea lateral. Sin embargo, esto no la ha frenado; su pasión y compromiso la llevan a seguir jugando, incluso en días donde participa en hasta cinco partidos. “Juego con temor, pero aun así trato de darlo todo”, admite, consciente de que la recuperación completa llegará cuando termine la temporada.

Equilibrio entre estudios y deporte

Actualmente, Dayana estudia Psicología en la Universidad La Salle, donde forma parte del equipo de los Huracanes gracias a una beca deportiva que obtuvo tras sus destacadas pruebas en los tryouts. Mantener esta beca no es sencillo; la obliga a combinar su rendimiento en el campo con un promedio académico de al menos 8.5. Su disciplina y organización han sido claves para cumplir con los requisitos académicos y deportivos, logrando mantenerse firme en ambas áreas.

El sueño de representar a México

Aunque colombiana de nacimiento, Dayana sueña con representar a México en el ámbito deportivo. La posibilidad de una nacionalización para integrarse oficialmente a una selección mexicana no parece inalcanzable para ella. “Sería una temporada larga de papeleo, pero no es imposible”, confiesa, mientras menciona que aún le queda mucho camino por recorrer y grandes metas por cumplir en el deporte.

Inspirada por su equipo favorito de la NFL, los Steelers, Dayana Villarreal es un ejemplo de perseverancia y pasión. Su vida en el tocho y el fútbol americano es, en sus palabras, lo que la ha forjado en coraje y disciplina. Para ella, el campo es más que un espacio de juego; es el lugar donde su identidad y determinación toman forma y donde se sigue abriendo paso como una jugadora única en el emparrillado.

A sus 18 años, esta jugadora con habilidades en múltiples posiciones describe cómo su agilidad le permite ser “escurridiza” en el campo, una característica que la hace difícil de atrapar. 

Dayana sufrió una lesión tras un fuerte choque en un partido, donde su rodilla tronó y regresó a su posición, dejándola con un dolor persistente. Desde entonces, ha jugado con temor, consciente de que no puede dar su 100% debido a su condición. Sin embargo, sigue adelante, posponiendo su recuperación hasta que termine la temporada. “Juego con temor, pero trato de darlo todo”, admite. 

El costo del juego y el sacrificio personal

Ser jugadora de fútbol americano y tocho bandera implica una inversión significativa. Equiparse para el americano puede costar hasta 40 mil pesos, desde un casco de 20 mil pesos hasta hombreras, jerseys y tachones, algo que requiere dedicación y apoyo. En el tocho, los costos son menores, pero igual representan un desembolso importante. No obstante, Dayana ha encontrado en el deporte una disciplina y una pasión que justifican cualquier inversión.

Mentalidad en el campo: entre el temor y la entrega total

Para Dayana, entrar al campo es un torbellino de emociones y pensamientos. Su lesión está siempre en su mente, y aunque a veces el miedo aparece, su compromiso y pasión son más fuertes. Participa en hasta cinco partidos en un solo día, una hazaña que exige tanto de su físico que, al final de cada jornada, enfrenta las consecuencias en su rodilla. Pero nada de eso le impide dar su máximo esfuerzo mientras está en juego. “Cuando estoy en el campo, se me olvida todo eso y doy mi 100%”, explica.

Con una trayectoria de casi una década y un carácter que desafía las adversidades, Dayana Villarreal continúa abriéndose camino en el deporte, demostrando que ni las lesiones ni las barreras económicas pueden detener a una atleta decidida a darlo todo.