Edgar Prz 

Desde la última elección muy pocos estertores ha presentado el Partido Movimiento Ciudadano en la entidad. Su pastor “el Vetiver” José Luis Pech ha colgado su hamaca y únicamente espera cada mes las prerrogativas que por ley le corresponden al partido para disfrutarlas, ya que no tiene nada de trabajo político.

Es un tipo con suerte ya que ha medrado en varios gobiernos y partidos, aprendió a sobrevivir y aunque nada de ha muertito ha prevalecido así, es su naturaleza, son sus genes heredados de los productos de Bachoco. MC no tienen cuadros políticos, no generó cantera y los que ayer eran militantes de Movimiento Ciudadano han desertado, se han marchado ante la nula actividad y hablan pestes de ese partido…

Aquellos que se marcharon hoy serian excelentes cuadros que sacarían la casta por ese partido, serian cuadros probados, con experiencia y además figuras con cartel, conocimiento y con trabajo político previo. Ahora está buscando personajes para poder sobrevivir, bien podría darse su vuelta Dante Delgado para ver sobre qué cimientos está parado su partido, qué avance ha tenido en los últimos años y cuánto ha crecido su militancia. Le apuestan a lo que les pueda aportar, a sus mañas, a su galanura, a su viveza, a su atractivo, al atrevimiento del apodado Diamante, que es un personaje de la farándula que aspira a ser senador y que nada o muy poco le ha dado al estado y a Tulum menos.

Roberto Palazuelos es un tipo del que no se podría enumerar nada ya que no ha hecho nada más que aprovecharse de su posición de famoso y obtener prebendas de autoridades pasadas que le permitieron ahora ostentarse como un prominente empresario hotelero. De eso a ser una persona preocupada por los mayas existe una considerable distancia. Él lo hace con el afán de ganar notoriedad e incrementar su fortuna, no con el ánimo de ayudar, de servir, si no de servirse.

La senadora Patricia Mercado ha sido muy puntual al afirmar que no se debe permitir que un tipo con negros antecedentes, con esas historias de violencia a su alrededor, alguien que no representa los anhelos e ilusiones de Movimiento Ciudadano, alguien que nunca ha hecho nada ya no por el pueblo sino por el propio instituto político, no debería representar los ideales del partido naranja. Pero él se apoya en el encantamiento que tiene sobre el pobre y atribulado Pech, es más, le tiene firmado un póster que enmarcó y lo tiene en la sala de su casa, ¿podrá creerlo?

Se registró para aspirar a ser senador, nunca ha sido ni regidor, iguala en esas condiciones a otro aspirante, a Eugenio Segura, del Verde, pero que se registró por Morena. Estamos viviendo actitudes dignas del gatopardismo, de simulaciones mayúsculas, del poco respeto ya no a la ciudadanía sino a su militancia, al no respetar lugares menos posiciones.

La ley de la tarima, en donde muchos soportan abajo a un grupito de notables está resquebrajándose, muchos no opinan, aunque tengan mayor trabajo político y eso les afecte por sus posiciones laborales, por temor, miedo a ser exhibidos y perder su empleo. Estamos viendo con escepticismo cómo gentes que nunca han hecho nada, nunca han hecho actividad social, menos proselitismo político, sean beneficiados solo por cubrir los intereses partidistas. Se están pasando como dice la canción…

Palazuelos es el Canelo de Pech, lo está oreando, placeando, lo presentó como el trofeo de MC y ha abandonado a todos. Su apuesta es total, cree que con la presencia en la boleta del artista los votos caerán como las tortillas en su máquina. Los demás aspirantes que no tiene solo gravitan alrededor del “Faraón de Tulum”. El corazón de Pech no se divide por nadie más, está empecinado en no solo jugar, sino que todos jueguen para Palazuelos.

En lugar de promover a alguno de sus cuadros, de respaldar a su militancia, de consumir lo que produce, demostró que es entreguista. Ahora le apuesta a que Marybel Villegas se vuelva MC ante la casi segura cerrazón de Morena para otorgarle la candidatura de Benito Juárez, está en posición de cátcher, solo recibiendo las pelotas que le caen. Es una lástima la actitud del aún senador, de grande se volvió mucama, ¿no lo cree usted? Pronto despejaremos la interrogante, piensan que la doble P Pech y Palazuelos barrerá, no saben que para la vox populi significa otra cosa…

Mejor seguiré caminando y cantando “Ay, yo soy el Pipiripau y aunque no soy muy carita, ha de ser por mi sabor, mi chiquitita, que me dicen tu guayabita. Ay, yo soy el Pipiripau y aunque no tengo mucho pegue, yo no sé por qué será que a mí siguen las mujeres de Movimiento Ciudadano…”