Estación Espacial Internacional

AGENCIAS

WASHINGTON.- La Estación Espacial Internacional (ISS), un símbolo de cooperación internacional, enfrenta un problema técnico que amenaza su operatividad. Según un reciente informe de la NASA, una fuga persistente de aire en el módulo ruso Zvezda, activo desde el año 2000, se ha convertido en el mayor riesgo de seguridad en sus 25 años de servicio.

La fuga, detectada en 2019, se encuentra en el vestíbulo del módulo, conocido como PrK. Aunque inicialmente era manejable, las pérdidas de aire han aumentado, duplicándose en los últimos años hasta superar los dos kilos diarios. La NASA atribuye el problema a una combinación de factores como estrés mecánico, propiedades del material y cambios térmicos extremos que la estación experimenta al orbitar.

Roscosmos, la agencia espacial rusa, señala que estas grietas son consecuencia de “microvibraciones” y ciclos térmicos. Sin embargo, ambas agencias discrepan sobre la gravedad de las consecuencias. Mientras la NASA advierte sobre un posible fallo estructural grave, Roscosmos considera que el riesgo de desintegración catastrófica es poco probable.

Por ahora, las medidas incluyen el cierre de la escotilla que conecta los segmentos ruso y estadounidense, una solución temporal que complica las operaciones. Este desafío se suma al desgaste natural de la estación, que orbita a 27,000 kilómetros por hora y enfrenta costos de mantenimiento anuales de 1,500 millones de dólares.

Con el compromiso de desorbitar la ISS en 2031, la NASA y SpaceX trabajan en una nave para hacerlo de forma segura, marcando una transición hacia una nueva era en la exploración espacial, liderada por alianzas entre gobiernos y empresas privadas.