Edgar Prz

Desde los últimos días de diciembre se soltó el rumor de quiénes abanderarían los cuatro distritos electorales federales con rumbo al Congreso. 

Tan fue así que, en el primer evento político del año, el 3 de enero, en el acto conmemorativo por los 100 años del fusilamiento de Felipe Carrillo Puerto, realizado ante su efigie en el municipio que lleva su nombre, se dejaron ver como si fueran los Tres Mosqueteros, los diputados locales Mildred Ávila, Elda Xix y Humberto Aldana. Nunca se habían presentado los tres juntos a ningún otro evento. Sospechosa su visita, ellos ya sabían que sonaban, pero no por su escape, sino que sonaban para algo más allá, algo de mayores proporciones. 

Morena, de acuerdo a sus últimos anuncios, los ha hecho amparados en las sombras de la oscuridad, en la noche y casi al límite del periodo. A primeras horas del jueves se confirmaron los nombres y la inclusión de Juan Carrillo, quien es un político apestado, un rufián que adelgazó el presupuesto de Isla Mujeres a favor suyo y de su cofradía. Estuvo dos periodos como alcalde y fueron los años más negros de la historia de Isla Mujeres.  

Parece que los partidos, más bien los dirigentes de los partidos, no entienden y les siguen dando vigencia, les otorgan oxígeno a personas nada respetables, non gratas y que hicieron un fandango permanente durante su larga gestión. Lo hicieron diputado federal y tenía una carrera similar a su madrina y mentora, Laura Fernández, de tristes recuerdos en Puerto Morelos. Fueron los dos últimos reductos de gente que gozó y disfruto de muchos favores priistas…

Les quedaron grandes sus encargos y compartieron épocas de saqueo, de beneficios personales y sus municipios sufrieron no sólo retrasos en obras, deficiencia en los servicios públicos y además eran externos, ya que ambos vivían en Cancún, no en las demarcaciones que representaban.

Magros resultados, abandonaron al PRI por estrategia política y se refugian en el Verde que ya parece bodega de víboras prietas, tepocatas, alacranes, parafraseando a Fox. Da la impresión de que están en franca carrera con Morena para ver quien suma mejores “joyitas”. Juan Carrillo, durante estos tres años en la Cámara de Diputados nunca se distinguió por su labor legislativa; es más, nunca informó de sus logros, de sus iniciativas, de sus propuestas, nunca demostró sus aptitudes en la tribuna, en resumen, solo acude a dormir y a pasar tiempo. No benefició al electorado, habiendo tantas necesidades en el distrito que representa.

Y ahora como repartición de cuotas de nuevo le toca reelegirse, es afortunado: dos veces como presidente municipal y dos veces como diputado federal, suertudo, eso es lo que tiene. No es un tipo competitivo, es opaco y resultó premiado de nuevo al colocarlo en el Primer Distrito. Hace meses que no se para en Isla Mujeres, menos en la zona continental y son parte de su distrito. Lo primero que debería hacer es pedir perdón por haberlos olvidado, les dirá que ahora sí los tomará en cuenta, sí los apoyará pero requiere que le vuelvan a dar la confianza. Qué pena, qué cinismo, qué deprimente actitud, pero ese es el nivel de nuestros políticos 

No les interesan los ciudadanos, solamente estar bien con las figuras prominentes, aplaudir todo, dejarse ver, tomarse selfies y compartirlas, esos son sus logros políticos. Vamos de mal en peor, ahora la tercia del Congreso local apunta a San Lázaro, sin méritos propios, sin haberse distinguido en su labor legislativa, excepto Mildred Ávila que se las sabe todas. Ha sido legisladora local dos veces, ahora será dos veces diputada federal, mujer que conoce y abreva política por sus poros, experta, capaz, profesional, a diferencia de sus colegas. 

Elda Xix, desconocida por completo (así juega Morena, recordemos a Anahi). La mandan al distrito más grande, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Bacalar y Othón P. Blanco, labor titánica pero sabedora de que le harán su campaña y se acoge a la sombra de la marca Morena. Tiene pocos alcances, su nivel es de repartidora de despensas y algunos artículos ortopédicos, como que ese distrito merecía gente de mayor prosapia política, de mayor compromiso social, no se vale. Seguro pensarán que si ya le dieron su anuencia a Anahi, cualquiera que vaya gana…

En el caso de Humberto Aldana, su fidelidad al gobierno le otorgó el premio. Siempre estuvo a la sombra de Sánchez Tajonar y cuando pretendió rebasarlo cayó en un pantano legislativo; recordemos la pifia de Aguakan que el generó. Es proclive a las selfies y adorador de las redes sociales, en eso basó su aspiración. Su paso fugaz por la Jugocopo lo distinguió como un tipo prepotente, de poca cercanía con los demás legisladores, impositivo y amenazador, ahora lo remiten a la Cámara de Diputados.

Y qué creen, estas “alhajas” no tendrán necesidad de pedir licencia, seguirán becados y empataran con San Lázaro el 1 de septiembre, qué bonita familia, ¿no lo cree usted?

Las primeras cartas ya están sobre la mesa, los demás serán simplemente comparsa, en época de carnaval…

Mejor seguiré caminando y cantando “todo aquel que piense que la vida es desigual, tiene que saber que no es así, que la vida es una hermosura. Hay que vivirla…”