Los actuales diputados y senadores de Quintana Roo les han fallado a sus electores, por el mediocre rendimiento con el que se desempeñan en sus respectivas legislaturas, al priorizar intereses partidistas y personales de búsqueda del poder

SALVADOR CANTO

Al analizar el desempeño que han tenido hasta el momento de manera individual, en sus respectivas cámaras, es evidente que tanto diputados federales y locales como los senadores por Quintana Roo tienen en común un deficiente rendimiento legislativo, pues en la mayoría de los casos han sobresalido por su afanosa búsqueda del poder por el poder, que los ha llevado a los escaños que ocupan y, sobre todo, por obedecer a los intereses de sus partidos políticos, por encima del deber que les corresponde, que es armonizar, modificar y hacer leyes que sean de beneficio para los ciudadanos.

El Observatorio Legislativo de Quintana Roo, que encabeza el empresario Eduardo Galaviz Ibarra, sostiene que para la evaluación de los legisladores no necesariamente debe considerarse el número de iniciativas emprendidas, sino que primordialmente debe revisarse la calidad de estas y su potencial impacto final, para mejorar el orden normativo de nuestro país, comunidad y estado.

En el caso del Congreso local consideró que, transcurrida ya la mitad de ejercicio de la XVII Legislatura actual, resulta claro que no ha habido cambio alguno con respecto a los anteriores parlamentos, además de que la expectativa de que el Poder Legislativo asuma su papel independiente dentro del sistema de poderes del Estado hoy nuevamente es inexistente.

“Se observa que no hay un liderazgo real por parte de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) para conducir los trabajos de la agenda legislativa, pues sólo se ha aplicado en el control administrativo y financiero del Congreso”, explicó a El Despertador de Quintana Roo.

A nivel federal, es evidente que los diputados que representan a Quintana Roo dentro de la LXV Legislatura (1 septiembre 2021-31 agosto 2024) como son los casos de Juan Carrillo Soberanis, Laura Fernández Piña, Santy Montemayor Castillo, Alberto Batún Chulim y Anahí González Hernández, han dejado mucho que desear en cuanto a su labor, pues hasta el momento no han hecho nada a favor de la entidad.

Desde un principio, los dos primeros mencionados han usado su fuero para blindarse y evitar que la justicia los alcance por los cúmulos de demandas que existen en contra de cada uno de ellos, a causa de los millonarios desfalcos en los municipios de Isla Mujeres y Puerto Morelos, que gobernaron con anterioridad.

Mientras que, en el caso de los senadores Marybel Villegas Canché, José Luis Pech Várguez y Mayuli Latifa Martínez Simón, han usado su cargo como estandarte para buscar otros cargos políticos en Quintana Roo, más que para trabajar en beneficio del pueblo.

Ejemplo de lo anterior es el caso de Marybel Villegas, quien incluso pidió licencia en una ocasión porque quería ser la candidata a la gubernatura y al no lograrlo, regresó a su escaño en el Senado y desde ahí se ha dedicado nuevamente a hacer campaña porque ahora espera hacerse con la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Benito Juárez en el venidero proceso electoral.

Escasa productividad hasta ahora

De acuerdo con la información pública del portal de la Cámara de Diputados, desde el inicio de sesiones del primer periodo legislativo (septiembre del 2021) hasta el primer trimestre del 2023 que comprende el Segundo Periodo de Sesiones Ordinarias del Segundo Año Legislativo, los diputados por Quintana Roo casi no han registrado iniciativas, pero cuatro de ellos acumulan varios retardos e inasistencias.

Quien posee más asistencias por cédula que, de acuerdo con el propio reglamento de la Cámara, significa retardo a las sesiones, es Alma Anahí González Hernández con 13, seguida por Wilbert Alberto Batún Chulim con nueve, ambos de Morena, mientras que Laura Lynn Fernández del PRD registra cinco, Santy Montemayor Castillo del Partido Verde una falta justificada y extrañamente Juan Luis Carrillo Soberanis, del mismo instituto político, ha asistido a todas las sesiones.

Sin embargo, los representantes de Quintana Roo en la Cámara Baja han dejado mucho que desear dentro de su labor legislativa, pues se han abocado a atender intereses de partido y en muchos casos a hacer campaña para las llamadas “corcholatas”.

Laura Fernández Piña, en busca del poder por el poder

El caso de Laura Lynn Fernández Piña es sui generis, pues su gestión como legisladora federal la inició como integrante del PVEM (partido bajo cuya insignia gobernó el municipio de Puerto Morelos por dos períodos), y ahí se mantuvo algunos meses como integrante de la bancada del partido del tucán y aliada imbatible de Morena.

Sin embargo, al querer buscar la gubernatura de Quintana Roo y ver que dentro de Morena no tendría cabida, dejó a un lado su compromiso con los verdes y en enero del 2022 se sumó al PRD, que en alianza con el PAN la convirtieron en la candidata oficial.

El 3 de marzo de ese año pidió licencia, la cual le fue otorgada y se hizo válida a partir del día 6 de ese mes para enfocarse en su campaña electoral, pero tras perder abrumadoramente la elección, el día 6 de junio anunció a través de las redes sociales su regreso a la curul en San Lázaro.

En una revisión de la información pública de la página de la Cámara de Diputados, se pudo observar que el trabajo legislativo de Laura Fernández ha sido completamente intrascendente, pues solamente había presentado, hasta febrero pasado, cinco iniciativas propias, aunque ninguna ha sido aprobada.

Sin embargo, durante su paso por la bancada del Verde tuvo algunas intervenciones en iniciativas grupales: durante el primer periodo de sesiones del primer año legislativo participó en siete iniciativas, seis de grupo parlamentario, de las cuales sólo dos fueron aprobadas y cuatro quedaron pendientes. Además, estuvo como adherente en una iniciativa más, que posteriormente fue retirada por sus promoventes.

Para el segundo periodo de sesiones del primer año legislativo, ya en las filas del PRD, se involucró en dos iniciativas, una de grupo que luego fue retirada de la mesa y a una más se adhirió, pero hasta la fecha está pendiente su resolución.

Ya sumada de lleno al grupo parlamentario del PRD, para el primer periodo de sesiones del segundo año legislativo, fue cuando tuvo su primera iniciativa personal, pero por falta de argumentos fue retirada de la mesa, en tanto que dos más, una adherente y otra de grupo, tienen aún estatus de pendientes.

En tanto que, para el segundo periodo del segundo año legislativo, Laura Fernández intervino en cinco iniciativas, cuatro de ellas propias, pero todas quedaron pendientes en su resolución y en una más de diversos grupos, que de igual manera quedó sin resolverse.

Juan Carrillo, el tercero menos productivo

De las 12 iniciativas que ha presentado de manera individual el diputado federal que llegó por mayoría relativa en representación del Distrito Electoral 01, es considerado hasta el momento el tercer congresista menos productivo de Quintana Roo, pues su participación se ha basado en atender los intereses del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), pero sobre todo, en mantenerse ¨blindado¨ porque penden en su contra numerosos señalamientos e incluso demandas penales por el desfalco millonario detectado en las arcas municipales durante su paso como alcalde de Isla Mujeres.

En total, de acuerdo con la información pública de la página web de la Cámara Baja, que comprende desde el inicio del periodo legislativo (septiembre) hasta el mes de febrero, el isleño ha participado en 35 iniciativas (sumando las 12 propias) de las que de forma general solamente seis han sido aprobadas, mientras que las demás se mantienen en estatus de pendiente.

Legisladores federales, con gris desempeño

Wilbert Alberto Batún Chulim, Alma Anahí González Hernández ySanty Montemayor Castillo se han convertido en tres diputados grises, porque su rendimiento legislativo ha pasado desapercibido, ya que se han dedicado más a velar por sus propios intereses y los de sus partidos políticos.

Su labor dentro de la LXV Legislatura ha resultado insignificante pues no han aportado nada benéfico para Quintana Roo y ello se hace evidente al revisar la lista de participación de cada uno de ellos dentro de las sesiones, que se encuentra en el portal web del Congreso.

Por ejemplo, Alberto Batún, representante del Distrito Electoral 03 de Morena, desde el inicio de su gestión (1 de septiembre) hasta el pasado mes de febrero, que es el periodo con información disponible de la Cámara de Diputados, ha presentado 13 iniciativas de manera individual, pero de esas, solamente tres le han sido aprobadas y las otras 10 fueron frenadas.

En tanto que Alma Anahí González Hernández, también representante del partido guinda por el Distrito Electoral 02, si bien ha sido la que más iniciativas individuales ha presentado, con un total de 15, sólo tres de ellas han sido aprobadas.

Mientras que la que sí da vergüenza por su pésimo desempeño es Santy MontemayorCastillo, del PVEM, quien, de ser suplente de Laura Fernández, asumió una diputación directa por el número de votos obtenido como partido político dentro de la tercera circunscripción, tan sólo ha presentado una iniciativa de forma individual y no fue aprobada.

Senadores han pasado de noche

En lo que respecta a los senadores del Congreso de la Unión que representan a Quintana Roo, Freyda Marybel Villegas Canché (Morena), José Luis Pech Várguez (Movimiento Ciudadano) y Mayuli Latifa Martínez Simón (PAN), ninguno ha cumplido sus responsabilidades a favor de los habitantes de esta entidad.

Incluso, los tres han pedido licencia porque les ha interesado buscar otros cargos de elección popular, pero al no obtenerlos retornaron a su escaño, donde reciben un sueldo de alrededor de 120 mil pesos mensuales durante un periodo de seis años (ya están en el último de su gestión).

Cada uno desde su trinchera se ha dedicado a trabajar por sus respectivos intereses personales y han mostrado poco compromiso con la ciudadanía en lo que respecta a su responsabilidad dentro de la Cámara Alta.

Por ejemplo, Marybel Villegas, desde que asumió el cargo de senadora registra un total de 22 inasistencias justificadas y una ausencia; además, el 4 de marzo del 2022 pidió licencia por tiempo indefinido en el Senado (su lugar lo ocupó Gabriela López Gómez) para pelear en la elección interna de Morena por la gubernatura del estado, pero al no obtenerla y tampoco un puesto en la administración estatal de quien ganó la elección, el partido Morena le ofreció una diputación plurinominal en el Congreso local, la cual despreció porque no le dieron la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) y cedió su lugar a Luz María Beristain Navarrete.

Cabizbaja, al no lograr su objetivo político, Marybel Villegas se reincorporó al Senado de la República, desde donde ha mantenido una evidente campaña electoral disfrazada de ayudas sociales, porque ahora busca ser electa como la próxima candidata a la presidencia municipal de Benito Juárez.

En el caso de Mayuli Latifa Martínez Simón, ella lleva 35 inasistencias justificadas y también en abril del 2021 pidió licencia por tiempo indefinido y regresó a Quintana Roo a trabajar para alianza “Va por México”, pero al no obtener los beneficios que buscaba, optó por regresar al Senado en donde su labor ha sido completamente infértil, porque tampoco ha tenido iniciativas de ley.

Finalmente, José Luis Pech Várguez registra hasta la fecha 11 faltas justificadas y una ausencia en su labor como senador; además, en febrero del 2022 renunció a Morena y fue nombrado candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Quintana Roo, pero al perder la elección, retornó a su curul en la Cámara Alta.

En los tres casos, es evidente que los intereses personales y políticos de cada uno de ellos ha estado por encima del bien común de los quintanarroenses que les dieron su voto para acceder al cargo que ostentan.

XVII Legislatura local, igual o peor a las anteriores

Con el pendiente de resolver casos importantes como el retiro de las concesiones de la empresa Aguakan y hacer cumplir con las modificaciones que le hicieron a la Ley de Movilidad, la XVII Legislatura de Quintana Roo carece de un liderazgo real por parte de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) para conducir a buen puerto los trabajos de la agenda legislativa.

A decir del presidente del Observatorio Legislativo, Eduardo Galaviz Ibarra, es lamentable que en el caso de Aguakan siga sin tomarse una decisión y que la comisión que se formó para evaluar el asunto haga oídos sordos a lo que está pasando actualmente.
A mediados del pasado mes de junio, dicha asociación civil dio a conocer un balance sobre el segundo periodo de sesiones de la XVII Legislatura que recién concluyó, en donde sostiene que su funcionamiento ha sido igual o peor a otras administraciones.

“La agenda la ha llevado la mesa directiva de la Legislatura. El liderazgo de las fracciones mayoritarias Morena-PVEM no se ha mostrado en los trabajos, el diputado Renán Sánchez Tajonar, quien preside la Jugocopo ha tenido un pobre desempeño en los trabajos, incluso se observa que nunca subió a tribuna en ese periodo para hacer alguna propuesta o posicionamiento, sólo se ha mostrado en fotografías en redes sociales”, denuncia el Observatorio Legislativo.

Si bien dijo estar de acuerdo en la formación del denominado Grupo Plural, integrado por cuatro diputados de fracciones parlamentarias diferentes (Julián Ricalde Magaña de Fuerza X México, Hugo Alday Nieto del PT, Ricardo Velazco Rodríguez de Morena y Guillermo Brahms  del PVEM), quienes han establecido una presencia mediática para comentar diversos temas importantes para la ciudadanía, el organismo lamenta que dentro del seno del Congreso no se vea su trabajo, pues al menos durante ese periodo no hicieron alguna propuesta o iniciativa de manera conjunta, sólo al exterior del Congreso.

Poco productivos con leyes reales

Al cierre del segundo periodo de sesiones, que fue el pasado 31 de mayo, el Observatorio Legislativo evidenció que se llevaron a cabo 32 sesiones, se presentaron 142 iniciativas y se emitieron 39 decretos.

Sobre las sesiones, se establece que fueron cinco en el mes de febrero, nueve en marzo, ocho en abril y diez en mayo.

En torno a las 142 iniciativas generadas en este periodo, 23 fueron turnadas por el Ejecutivo, ciudadanos y Municipios; por tanto, las producidas por los diputados de la Legislatura son 119, de las que 62 de ellas se presentaron de manera individual por 16 de los diputados; 57 se hicieron en grupos parlamentarios o en unión entre algunos de ellos.

Las iniciativas presentadas de manera individual fueron por parte de los diputados Maritza Deyanira Basurto Basurto con 12, Silvia Dzul Sánchez con ocho, Elda Candelaria Ayuso Achach con seis y Hugo Alday Nieto con cinco.

En tanto que los diputados que no presentaron de manera individual iniciativas fueron Humberto Aldana Navarro, Yohanet Teodula Torres Muñoz, Cristina del Carmen Alcérreca Manzanero, Angy Estefanía Mercado Asencio, María José Osorio Rosas, Guillermo Brahms González, quienes en el periodo anterior no presentaron tampoco iniciativa alguna de manera individual. En este periodo se suman a esta situación de improductividad Isaac Janix Alanís y Elda María Xix Euan.

En cuanto a las faltas a las sesiones en ese mismo periodo, quienes registraron un mayor número fueron Angy Estefanía Mercado con ocho, Luz María Beristain Navarrete con siete y el flamante presidente de la Jugocopo, Renán Sánchez Tajonar, también con siete.