Primera parte. El día que se dieron a conocer las 10 nominaciones de Roma a los Premios Oscar, la plataforma digital fue aceptada en la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos, junto a Disney, Paramount, Sony, Universal, Warner Bros y Fox

“Las nuevas plataformas deben asumir y aceptar las reglas del juego ya existente, lo que implica respetar las actuales ventanas de los distintos formatos de exhibición”, con estas palabras el aclamado Pedro Almodóvar comenzaba la polémica lucha entre el cine tradicional y las nuevas plataformas, cuando era presidente del jurado de Cannes (2017), al referirse a las películas producidas por Netflix, que buscaban la Palma de Oro.

Casi dos años después, este mes de enero del 2019, se ha hecho oficial ante el mundo cómo las reglas del cine han cambiado, cuando la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, por sus siglas en inglés) decidió sumar a su entidad a Netflix. Es decir, la empresa más importante en distribución de contenidos streaming en el mundo, ahora forma parte del grupo de los mayores estudios (Disney, Paramount, Sony, Universal, Warner Bros y Fox, que estará dejando su lugar en marzo cuando se integre a Disney).

La noticia se dio el mismo día en que Roma, de Alfonso Cuarón hizo historia al liderar las nominaciones (con 10) de los Premios Oscar, en los que Netflix además obtuvo nominaciones para La balada de Buster Scruggs (tres menciones) y dos cortos documentales.

Ted Sarandos, director de contenidos aseguró que la integración a la MPAA ejemplifica el compromiso de la plataforma “de garantizar la vitalidad de estas industrias creativas y de las muchas personas talentosas que trabajan en ellas en todo el mundo”.

Por su parte, el CEO de la Asociación, Charles Rivkin, dijo en un comunicado estar “encantado de dar la bienvenida a Netflix como socio”. “Todos nuestros miembros están comprometidos a impulsar la industria del cine y la televisión, tanto en cómo contamos historias como en cómo atraer a las audiencias”, subrayó.

Pura diplomacia. Lo que no se dice es el significado de este acto se mide en cifras y en que, simbólicamente, Hollywood se ha rendido ante las reglas que ha impuesto la plataforma digital en el mercado. Para Netflix los beneficios han sido inmediatos pues en el último trimestre del 2018 había tenido una pérdida de utilidades del 27.8%, por lo que la bolsa de valores los castigó con un 5.05%, tras el anuncio revirtió la tendencia y elevó el precio de su acción en 4.99%.

Por otro lado, hay que entender el movimiento desde el punto de vista de que cuando Disney termine de absorber Fox, la MPAA tendrá un miembro menos, lo que supondrá una pérdida en términos monetarios de entre 10 y 12 millones de dólares anuales. La mejor manera de solucionarlo es entrando en el nuevo juego, pues algunos medios estadunidenses dicen que también se considera integrar a otros servicios de streaming, con Amazon como primer candidato.

Tanto Netflix como la MPAA han trabajado juntos por la protección de derechos de autor, prioridad para el mandato de Rivkin y sus jefes de estudio y para Hastings. El comercio y la lucha contra la piratería son otros de los puntos que unen a los estudios y la plataforma, así como a los incentivos fiscales a la producción.

Y es que desde aquel Cannes, en las que Okja, de Bong Joon-ho, y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach, compitieron por la Palma de Oro, comenzó un proyecto ambicioso de Netflix por conquistar la industria del cine y su mejor carta ha sido Roma, de Alfonso Cuarón, que le dio su primer gran triunfo con el León de Oro y luego con la conquista de los Globos de Oro, lo que le da mayores posibilidades del Oscar.

Algunos cineastas reconocidos han mostrado su descontento con la llegada de Netflix, como revulsivo del cine. No hace mucho cineastas como Christopher Nolan y Steven Spielberg manifestaron que ven a las plataformas digitales como un enemigo del cine. El primero expresó su molestia en una entrevista para el diario español El Mundo: “La televisión existe desde los años 50 y Netflix es televisión. ¿A quién le importa Netflix? No creo que afecte nada, no es más que una moda, una tormenta en una taza de té”, dijo.

“El hecho de que Netflix esté haciendo películas para televisión y que compitan en los Oscar o en el Festival de Cannes sólo significa que utiliza el cine como un arma de promoción. Y no pasa nada, pueden hacerlo. Eso sí, si yo dirigiera un festival de cine no las aceptaría porque no son películas. Pero eso es una decisión de cada festival, o de la Academia de Cine”, agregó.

Por su parte, Steven Spielberg también se sinceró en una entrevista para ITV News, durante la promoción de su más reciente filme Ready Player One, en la que dijo que, incluso, aunque una película de Netflix se estrene en cines durante una semana, no significa que deba entrar en la carrera por las nominaciones: “No creo que las cintas que sólo llegan a un par de salas durante una semana deban optar a las nominaciones a los Premios de la Academia”.

“Cada vez menos cineastas lucharán para recaudar dinero, o para competir en Sundance y posiblemente conseguir una de las marcas especializadas para lanzar sus películas en los cines”, argumentó Spielberg sobre las que, a su juicio, son las deficiencias de este nuevo modo de entender el consumo audiovisual.

Y más cineastas permitirán que las empresas de video con demanda financien sus películas, tal vez con la promesa de una pequeña ventana cinematográfica durante una semana, para que puedan optar a los premios. Sin embargo, de hecho, una vez que se comprometen con un formato de televisión, son películas de televisión”, agregó el director y concluyó

enfático “por supuesto que, si es buena película, merece un Emmy, pero no un Oscar”. Por lo pronto Roma aspira a 10.