Roberto Guzmán

De acuerdo al Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y sida (Censida) desde que se detectó en 1983 el primer caso en México se cuenta con un registro hasta este año de alrededor de 300 mil personas viviendo con diagnóstico del virus de la inmunodeficiencia humana en todo el país, donde el 80% de ellas corresponden a la población de hombres y donde más de 200 mil de ellos han fenecido.

Pese a los esfuerzos desde entonces, como a las estrategias de prevención que no están resultando ya ser tan efectivas, será a partir de cambios en los paradigmas de la infección que debamos las instituciones de salud, gobiernos, pero sobre todo la sociedad civil con trabajo en la respuesta al VIH, el implementar acciones comprometidas de sensibilización enmarcadas en la estrategia de la “Prevención Combinada” donde la incidencia a las nuevas infecciones en nuestro país, pero sobre todo en nuestro estado, logre reducirse al estimar que cada año son más de 11 mil nuevos casos los que se registran en todo el territorio nacional y en Quintana Roo de manera alarmante, al estar ocupando el primer lugar de casos por una tasa de incidencia poblacional de más del 38%, donde cuatro mil casos han venido correspondiendo cada año a jóvenes entre 19 y 29 años de edad, muchos de ellos pertenecientes a poblaciones claves como la de hombres gays, hombres bisexuales, mujeres trans, usuarios de drogas inyectables pero sobre todo en hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) sin que asuman su orientación sexual, datos estadísticos  sistematizadas de la asociación civil Redpositiva de Quintana Roo.

Desde 1985, cuando las Naciones Unidas celebraron el primer Año Internacional de la Juventud, la Asamblea General aprobó en su resolución 50/81, un Programa de Acción Mundial para las juventudes, estableciendo un marco normativo y de directrices que adoptaban medidas nacionales y de prestación de apoyos internacionales, con miras a una mejora a la situación de los jóvenes en 15 esferas prioritarias de acción, donde una de ellas comprometía a la respuesta al VIH, cuyos indicadores quedaron debajo de lo estimado.

Pero para que no suceda lo mismo como aquel entonces y se logren respuestas efectivas a problemáticas propias de las juventudes de nuestro país y de nuestro estado, autoridades e instituciones de salud, como asociaciones que trabajamos en las respuestas en temas sobre la salud sexual, salud reproductiva, embarazos tempranos, como en el coadyuvar el erradicar las violencias en las mujeres con VIH, debemos de tomar en cuenta un dato importante del INEGI, que señala que Quintana roo posee un bono demográfico tres veces mayor a la media nacional, lo cual se debe considerar para que de manera urgente se realicen esfuerzos continuos de alcance pero sobre todo de educación, que atiendan estas problemáticas, sobre todo prevenir el VIH y sus dos binomios, la sexualización de las practicas por el consumo de drogas como el cristal y el fentanilo, y el trabajo sexual en el que hoy muchos jóvenes y migrantes están inmersos, por no encontrar oportunidades en la base laboral hotelera, ya que si queremos decrecer en cifras y números las nuevas infecciones habrá que considerar lo que la asociación Redpositiva reportara con motivo del día Internacional de lucha contra el sida,  para implementar de manera coordinada  con el sector salud, campañas innovadoras a nivel estatal y municipal, redireccionando el impacto posible al que queramos  llegar de forma inclusiva, libre de estigma y discriminación, pero sobre todo basado en un sustento científico y en el marco del “tratamiento como prevención”, que demuestre por su efectividad el detener la replicación viral de todo aquel joven que viva con VIH, para que mantenga sus niveles de virosis por debajo del 1% para no poner en riesgo de infectar a sus parejas sexuales.