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AGENCIAS

RÍO DE JANEIRO.- El presidente argentino Javier Milei dio marcha atrás y terminó adhiriendo su país a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza que propuso Lula en el marco de la cumbre del G20 en Río de Janeiro, confirmó el gobierno brasileño en un comunicado en el que destaca que «es una iniciativa construida a lo largo de un año, a través de un proceso de diálogo y colaboración».

La Alianza cuenta ahora con 148 miembros fundadores, incluidos 82 países, la Unión Africana, la Unión Europea, 24 organizaciones internacionales, 9 instituciones financieras internacionales y 31 organizaciones filantrópicas y no gubernamentales.

En una carta introductoria, el Ejecutivo argentino aceptó la incorporación, pero hizo una serie de acotaciones, entre las que destacan palabras del presidente Javier Milei a favor del capitalismo de libre empresa, como «el único sistema posible para acabar con la pobreza mundial».

Asimismo, planteó su preocupación por algunas «contradicciones problemáticas» de esta nueva alianza, como su invocación a la Agenda 2030 de Naciones Unidas —denostada repetidamente por Milei—, que «es un conjunto de metas jurídicamente no vinculantes».

«El hambre y la pobreza no serán erradicados luchando contra la desigualdad económica. Algunas formas de desigualdad son el resultado de incentivos de mercado que recompensan los esfuerzos productivos de los individuos y las naciones, y no debe olvidarse que estos esfuerzos productivos, al fomentar el crecimiento económico, son de la mayor importancia», dijo el gobierno de Milei.

En la Declaración de Río de Janeiro, resultado del G20 Social, se establecen tres pilares centrales, entre los que sobresale la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad.