Iglesia chilena: la denuncia contra el cura Tito Rivera es “terrible” e “impresentable”

AGENCIAS

SANTIAGO DE CHILE.- El secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), Fernando Ramos, calificó como “terrible” e “impresentable” la presunta violación cometida por el sacerdote Tito Rivera contra un hombre de 40 años en la Catedral de Santiago, en el año 2015.

“El caso es impresentable, es terrible, inaceptable, y la pregunta que nos tenemos que hacer es cómo un sacerdote llegó a eso”, afirmó Ramos en rueda de prensa.

El secretario general de la CECh convocó a los medios de comunicación para hacer un balance de su participación en la cumbre que encabezó el papa Francisco el mes pasado en Roma sobre los abusos sexuales a menores de edad cometidos por miembros del clero.

El interés de los periodistas, sin embargo, recayó en la presunta violación y otros abusos sexuales que cometió por años el cura Tito Rivera en la Catedral de Santiago, un episodio que desveló el lunes la radio BioBío.

Fernando Ramos no quiso profundizar en las acusaciones contra Tito Rivera ni el supuesto encubrimiento del cardenal Ricardo Ezzati, que según el denunciante, se limitó a abrazarlo, le regaló 46 dólares y le pidió que “rezara” por el sacerdote que lo violó.

La presunta víctima, de 40 años al momento de los hechos, exige una indemnización de 350 millones de pesos (unos 531 mil dólares) por la violación, que según denuncia, se produjo en marzo de 2015 después de que Tito Rivera, hoy de 67 años, lo drogara con alguna sustancia en un vaso de agua que le había ofrecido.

El denunciante había ido a la Catedral de Santiago para pedir ayuda económica para costear los medicamentos de su hija pequeña, que estaba enferma.

Otra víctima entregó fotografías y vídeos donde Tito Rivera aparecía manteniendo relaciones sexuales, evidencias que llevaron al cura a confesar que mantuvo varias relaciones homosexuales en los dormitorios de la Catedral de Santiago.

En marzo de 2015, la Oficina Pastoral de Denuncias informó a la Policía de Investigaciones (PDI) la existencia de una investigación canónica contra el sacerdote.

Tito Rivera fue suspendido del ministerio público por diez años y se le impuso la prohibición de reunirse y mantener contacto con jóvenes.

Además de la condena canónica, el Arzobispado de Santiago indicó que iniciará una “revisión exhaustiva” para esclarecer los nuevos antecedentes del caso que han salido a la luz.