Se confunde la efectividad con la afectividad y se involucra generalmente la familia en la dirección del negocio, aunque no tenga necesariamente las habilidades necesarias


Sólo el 10 por ciento de las grandes empresas o corporativos familiares pasan a la segunda o tercera generación, por ser el impacto alto en el proceso de transición, señaló Faida Meléndez Angulo, coach de negocio de ActionCoach.
“La dificultad muchas veces se debe a que se confunde la efectividad con la afectividad y se involucra generalmente la familia en la dirección del negocio, aunque no tenga necesariamente las habilidades”, indicó.
La experta añadió que la primera generación fue la que tuvo el empuje para crear el negocio, las siguientes no han vivido esa experiencia y todo lo que implica, por lo que hay que hacerlos más institucionales y que sepan distinguir cuando se hereda un negocio.
Una empresa sugiere visión de futuro con éxito, por lo que se debe hacer un ejercicio de planeación para minimizar los riesgos. Una vía para mantener el negocio familiar es que sólo se involucren en el consejo directivo y no en el operativo, sin importar el tamaño de la empresa, para que trascienda, continuó.
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigación de Empresas Familiares de la Universidad de las Américas Puebla, del total de empresas familiares, el 66 por ciento es manejada por la primera generación, 29 por ciento por la segunda y sólo el 4 por ciento por la tercera.
La contratación de un couch de asesoramiento es motivada por el interés de cambiar paradigmas y renovar estructuras.
El proceso de crecimiento tiene su tiempo y varía de año y medio a dos años para que pase a otro nivel, dependiendo de si hay que armar desde abajo toda la estructura del negocio o si sólo hay que hacer reajustes.