MÉXICO.- El gobierno de Andrés Manuel López Obrador llega a su fin con un balance económico mixto. Entre los principales logros se destaca el incremento del salario mínimo, que aumentó un 121.8% durante el sexenio, beneficiando a millones de trabajadores. También se reconocen avances en programas sociales, inversiones en infraestructura y la promoción de la participación femenina en puestos clave.

No obstante, persisten desafíos importantes. Expertos como Octavio de la Torre, de Concanaco Servytur, señalan que la seguridad, la propiedad privada y la sobrerregulación empresarial siguen siendo áreas pendientes. La informalidad laboral, que se mantiene alta a pesar de la baja tasa de desempleo, sigue siendo un obstáculo para el crecimiento económico.

Por otro lado, Ernesto O’Farrill, de Bursamétrica, resaltó el impacto negativo de la inflación, que promedió 5.3% durante el sexenio, la más alta en cuatro gobiernos. Además, la deuda pública creció del 43.6% al 50.2% del PIB, mientras que los fideicomisos se redujeron en un 85%.

El nearshoring, una estrategia clave para atraer inversión, aún no ha sido plenamente aprovechado, según Rodolfo Sosa de Galilei Consulting. La falta de inversión en energía limpia y recursos hídricos es un obstáculo para capitalizar esta oportunidad.

Finalmente, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que la economía informal sigue representando un gran desafío, alcanzando el 24.2% del PIB, lo que limita el crecimiento y afecta la competitividad del país. (Con información de El Financiero)