Minimizado pese a su relevancia como el segundo generador de divisas para el país, después de las remesas, el gobierno federal continúa acotando los apoyos y estructuras gubernamentales destinados al sector, aunque aseguraba que sería prioridad

SALVADOR CANTO

A pesar de que el turismo se encuentra dentro del top tres que genera los mayores ingresos de divisas para el país —sólo detrás de las remesas y por delante del petróleo—, para el gobierno federal de la Cuarta Transformación, el apoyo para la “industria sin chimeneas” no sólo se ha reducido considerablemente, sino que además se concretó la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), se limitó el recurso para los Pueblos Mágicos, se nulificó la existencia del Fondo Nacional contra Desastres Naturales (Fonden) que entre otras cosas, atendía a las ciudades expuestas a afectaciones por fenómenos hidrometeorológicos como las de Quintana Roo, pero además, se incumplió con el traslado de la Secretaría de Turismo a Chetumal como se había prometido.

De hecho, la operatividad de la Secretaría de Turismo (Sectur) que encabeza Miguel Torruco Marqués ha dejado mucho que desear debido a que cada vez ha perdido más atribuciones en detrimento de ese sector que, si no fuera por el esfuerzo de los prestadores de servicios turísticos y de las dependencias estatales, estaría peor de lo que se encuentra ahora.

Para Sergio González Rubiera, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (Amatur), si la Sectur tuviera recursos y una capacidad de gestión, sin duda fuera un buen interlocutor y sería muy útil, pero si se mantiene como está actualmente que prácticamente no tiene visibilidad, ni capacidad de gestión, ni presupuesto, da lo mismo que no exista, ya que solo estorba.

Desde el inicio de la administración federal, la 4T se ha dedicado a quitarle capacidades de infraestructura e institucionales al sector turístico, acciones que comenzaron con la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que pintaba para ser una de las 10 mejores terminales aéreas del mundo.

Además, en julio del 2019 el gobierno federal determinó liquidar el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), lo que causó desde ese entonces un detrimento de la promoción de los productos turísticos mexicanos en el mercado nacional e internacional, pues dicha dependencia era una de las encargadas de montar los pabellones de México en la ferias internacionales y eran de gran apoyo para las entidades federativas con espacios para que cada quien presentara su oferta turística.

El recurso económico con que se fondeaba el CPTM era el derecho que se cobra a los turistas internacionales en el uso de los aeropuertos y se destinó a la construcción de tres obras insignia del presidente: la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya.

Pero además, el tiro de gracia para el sector turístico está en proceso, en virtud de que ya se analiza la aniquilación del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) que ha mantenido en operación los Centros Integralmente Planeados (CIP), como son Cancún, Los Cabos, Ixtapa, Cozumel y Huatulco, entre otros e incluso, en el caso del municipio de Benito Juárez, ya se habla de que se quiere entregar al municipio la operatividad del bulevar Kukulcán y que sea el gobierno local el encargado de atender los servicios que se requieren.

Las ocurrencias de Miguel Torruco

Muy contrario a lo que pregonaba en mayo del 2012, cuando Andrés Manuel López Obrador buscó por segunda vez la presidencia de la República, a donde llegó hasta el tercer intento, en 2018, y fue nombrado como titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Miguel Torruco Marqués ha basado su gestión en meras ocurrencias.

“En caso de favorecerle el voto en la contienda presidencial, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador será de acciones concretas en materia de turismo y no de ocurrencias ni de invenciones”, aseguró el 17 de mayo de 2012.

En aquel entonces aseveraba que las políticas de gobierno en la materia estarían sustentadas en las propuestas de los prestadores de servicios, como hoteleros, restauranteros, agencias de viajes y líneas aéreas y de transportes terrestre.

Incluso se atrevió a decir que el turismo no sería prioridad de sólo un año en la gestión de López Obrador, sino que sería una política de Estado.

Pero la mayor contradicción con la realidad actual fue al afirmar que uno de los principales propósitos sería fortalecer el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) con la integración de expertos en el renglón para impulsar proyectos sustentables integrales, con respeto al medio ambiente.

Hoy, once años después y a casi cinco de estar en el cargo, todo lo que proponía antes de ser funcionario federal ha sido completamente lo contrario y su gestión pareciera estar basada precisamente en ocurrencias, pues fue un gestor para la desaparición del CPTM, del Fondo Nacional en contra de Desastres Naturales (Fonden), además de que ha incumplido con la promesa de trasladar a la Sectur a Chetumal, proyecto sobre el cual, luego de dar muchas largas y excusas, finalmente admitió hace unas semanas que ya fue cancelado, sin mayores explicaciones, lo que habla del poco interés que existe del gobierno federal a favor de la actividad turística.

Pero además, Miguel Torruco es uno de los impulsores de la inminente desaparición del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y que todas las funciones que realiza en ciudades como Cancún sean entregadas a los gobiernos municipales para que, en el caso de Benito Juárez, sea el Ayuntamiento el encargado del mantenimiento del bulevar Kukulcán, algo que ya se ha intentando en otros sexenios pero se le ha puesto freno, pues resulta a todas luces impensable ante la evidente carencia de recursos económicos y capacidades operativas para asumir tamaña responsabilidad, en un municipio donde los principales servicios públicos, como el alumbrado, la recolección de basura, el agua potable y el alcantarillado, se encuentran concesionados.

Desaparición del CPTM y recorte a Pueblos Mágicos

En el 2019, el Congreso de la Unión aprobó la disolución del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), organismo que era el encargado de alentar la llegada de visitantes al país.

Uno de los argumentos del gobierno federal fue que los recursos públicos canalizados al CPTM se ocupaban para costear grandes espectáculos, como los partidos de la NFL en México o la Fórmula 1 y los tianguis turísticos.

Se planteó que la promoción turística se llevaría a cabo desde la Secretaría de Turismo (Sectur) y el Consejo de Diplomacia Turística, del que nunca se supo su operación.

En el caso del Caribe Mexicano, el gobierno local optó por reforzar su propio Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), que opera mediante fideicomisos para transparentar el manejo de los recursos procedentes de los impuestos que se cobran por concepto de turismo, pues de no ser así, Cancún y todos los destinos de la entidad no tendrían promoción propia ni participación en ferias internacionales.

Otro golpe al sector asestado por el gobierno federal fue la reducción de apoyos para el programa de Pueblos Mágicos, que ya cumplió cinco años sin recursos.

Se trata de 132 Pueblos Mágicos que tienen esta denominación en el país y que recibían recursos del gobierno federal; fue creado durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y se le destinaron 2 mil 500 millones de pesos, pero fue bajando hasta 600 millones de pesos en el sexenio de Enrique Peña Nieto y con Andrés Manuel López Obrador se limitó al mínimo la ayuda para estas ciudades turísticas, que en el caso de Quintana Roo son tres: Bacalar, Isla Mujeres y Tulum.

Hay que consolidar lo que tenemos: Marisol Vanegas

De acuerdo con Marisol Vanegas Pérez, exsecretaria estatal de Turismo en la administración estatal pasada, a pesar de que las marcas Caribe Mexicano, Cancún y Riviera Maya ya están posicionadas, es necesario que se mantenga su promoción para que sigan empujando a las nuevas opciones turísticas que han ido surgiendo.

“Todo tiene que ser coordinado desde la federación, estado y municipios para que todos estemos en la misma sintonía”, explicó a El Despertador de Quintana Roo.

Sostuvo que el hecho de que entren nuevos destinos en el juego es bueno, al igual que desarrollar nuevos productos que vengan a sumar, pero dejó en claro que “hay que consolidar en la curva de todos los productos, quizás los más maduros y ya consolidados y hay que recordar que en los productos muy maduros ya la Riviera Maya está caminando, Cancún obviamente ya se posicionó y lo que sigue es un reposicionamiento que sigue siendo mantenerse vivo, actualizado en los nuevos segmentos y nuevos nichos”.

Recordó que hoy Quintana Roo ofrece poco más de 120 mil cuartos hoteleros y que si bien se tomó una importante delantera respecto a otros destinos a los que les había costado salir del tema de la pandemia, hoy la competencia es fuerte para el Caribe Mexicano porque destinos como Bahamas, República Dominicana, Punta Cana ya están en operación completa, mientras que la ocupación hotelera en Cancún se ha mantenido entre un 72 y un 75 por ciento, lo que preocupa a los hoteleros.

Sin capacidad de gestión y sin recursos, la Sectur estorba

De acuerdo con Sergio González Rubiera, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (Amatur), el turismo va a seguir siendo una gran alternativa de desarrollo siempre y cuando los gobiernos entiendan que hay que invertirle en muchas cosas como son el mejoramiento de las carreteras, la imagen urbana, los aeropuertos, entre otros.

Pero además, en temas preocupantes como el de migración, aduana, atender para erradicar el transporte clandestino y que se pueda liberar el transporte turístico en todos los destinos como el caso de Cozumel en donde, por ejemplo, “estamos atrapados por un monopolio de los taxistas”, explicó.

En cuanto a la operatividad actual de la Secretaría de Turismo, el empresario comentó que si tuviera los suficientes recursos, capacidad de gestión, fuera un buen interlocutor y tuviera instrumentos como había antes como el CPTM (Consejo de Promoción Turística de México), la Secretaría de Turismo sería muy útil.

Pero mientras siga como está actualmente, que prácticamente no tiene visibilidad, ni capacidad de gestión ni presupuesto, pues no sirve para nada, es lo mismo que no exista.

Si pasa a formar parte de la Secretaría de Economía en este momento da igual, pero si en este momento le fueran a dotar de recursos, de prerrogativas y presupuesto, pues claro que sería un interlocutor de calidad para nuestra industria y sector, por lo que estuviéramos a favor de eso, pero si no pues solamente estorba, y actualmente la Secretaría de Turismo estorba, enfatizó.

De hecho, recordó lo platicado en la última entrevista con El Despertador de Quintana Roo, en donde sostuvo que este gobierno federal va a pasar a la historia por tres grandes desapariciones; haber cancelado el aeropuerto de la Ciudad de México, haber desaparecido el Consejo de Promoción Turística de México, así como el Fondo Nacional de Desastres Naturales que era de mucha ayuda para los destinos turísticos, “sobre todo los que estamos en zonas de alto impacto de huracanes y que era un aliciente que podrían tener los gobiernos de los estados para poderse allegar de recursos”.

Turismo no ha sido prioridad para el gobierno federal

Desde el inicio de la administración de la 4T, la Federación de Empresarios Turísticos Nacional (Fetur) que representa a los turisteros y su cadena de valor, ha solicitado al gobierno de México que se declare al turismo como una prioridad nacional, pero hasta el momento el tema ha quedado en el tintero.

Pero además, se ha impulsado de la mano con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) que se retome la propuesta para la creación de una Ley de Islas, que otorgue incentivos para los habitantes insulares que les permita equilibrar las condiciones de desventaja económica, por su condición de espacios retirados del macizo continental.

Sin embargo, este tema todavía no se concreta y la lucha se mantiene y desde la Federación de Empresarios Turísticos de Quintana Roo (Feturqroo) que preside Jorge Olivares Pimentel, se tiene la esperanza de que esto se pueda aterrizar antes de que concluya la actual administración.

De hecho, en días pasados han vuelto a retomar el tema y la exigencia para que el Senado de la República atienda el reclamo de injusticia, pues de acuerdo con la Fetur, “en medio de la noche las islas se convierten en una prisión sin escapatoria para aquellos que enfrentan una emergencia médica”.

Es decir, los cruces hacia tierra firme que paran a las 10 de la noche, “son un cruel recordatorio de la negligencia que amenaza vidas inocentes”, subraya la organización.

“Las islas turísticas son imanes para los visitantes internacionales, lo que contribuye a la diversificación de mercados y a la atracción de divisas extranjeras”, sostiene Marisol Carbajal, titular de la Fetur.

Servicios colapsados por sobresaturación

En medio de la polémica que existe por los recientes apagones del servicio de energía eléctrica que presta la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que a su vez conlleva a una deficiente distribución de agua potable por parte de la concesionaria Aguakan y en donde tanto hoteleros como empresarios han salido a exigir una solución al respecto, al manifestar que somos un destino turístico de nivel mundial y que de la misma manera tienen que serlo los servicios indispensables, eso también refleja que la zona hotelera de Cancún ya no aguanta más cuartos hoteleros y que es necesario se ponga un alto a nuevos desarrollos.

En días pasados la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres emitió un comunicado en el cual le exigen a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una pronta solución a los cortes en la energía eléctrica, debido a que dichos apagones han causado graves afectaciones y pérdidas económicas a hoteles, a diversas empresas y, sobre todo, a la ciudadanía en general.

Actualmente Cancún tiene 40 mil cuartos bajo registro oficial, pero a decir del presidente de los hoteleros, Jesús Almaguer Salazar, están en proyección tres mil habitaciones más para un alojamiento turístico en el exclusivo fraccionamiento Pok Ta Pok, lo terminará de sobredensificar la zona.

Antonella Vázquez, de la agrupación DMAS, sostiene que la CFE y Aguakan ya no tienen la capacidad para ampliar los servicios de energía eléctrica, así como de agua potable y alcantarillado en un área altamente sobredensificada.

Ante todo esto el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) mantiene su postura de retirarse de Cancún si continúa la tendencia de sobredensificar la zona hotelera con más habitaciones, sin que se cuente con la infraestructura que soporte la carga que esto supone.

Pero la salida de Fonatur, es además parte de la estrategia del mismo gobierno federal para desaparecer a una dependencia que durante muchos años fue la principal inmobiliaria de las mismas autoridades y en estos momentos, una vez que vendieron prácticamente todos los terrenos de la zona hotelera, quieren dejarle la carga de atención de los servicios básicos al ayuntamiento de Benito Juárez.

Pese a los riesgos, no hay Fonden

A pesar de que por su posición geográfica Quintana Roo se encuentra expuesto al riesgo permanente de enfrentar contingencias derivadas de fenómenos naturales como además ocurre en otras entidades del país, el 28 de julio del 2021 la Secretaría de Hacienda (SHCP) oficializó la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) por instrucciones del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Los fideicomisos desaparecidos por la Cuarta Transformación fueron convertidos por el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto como instrumentos financieros y económicos orientados a prevenir, disminuir y combatir los efectos y contingencias derivadas de fenómenos naturales.

El Fonden fue creado por José Ángel Gurría Treviño, secretario de Hacienda y Crédito Público, a finales de julio de 1999, para atender los efectos adversos originados por los desastres naturales en el ámbito del gobierno federal de manera coordinada con los gobiernos estatal, municipal y del entonces Distrito Federal.

Cada año el fondo recibía aportaciones de los remanentes generados de cada ejercicio fiscal, así como una asignación presupuestal, donaciones y los rendimientos generados por la inversión. Contaba con un comité técnico y reglas de operación para el reparto del dinero después de los desastres naturales, que han azotado desde aquel entonces a México.

Hasta la fecha, no se ha conformado un organismo que sea capaz de atender alguna circunstancia como esa que en el caso de Quintana Roo, le pega duro al turismo porque en caso de algún huracán, se requiere de una atención inmediata.