La contaminación por plásticos ha alcanzado niveles alarmantes, y los microplásticos, en particular, representan un problema creciente debido a su pequeño tamaño y omnipresencia. Estos diminutos fragmentos de plástico se generan a partir de la descomposición de plásticos más grandes y pueden llegar a lugares insospechados, desde el interior del cuerpo humano hasta los rincones más remotos del planeta. Aquí exploramos cinco de los lugares más sorprendentes donde se han encontrado microplásticos:

  • Uno de los hallazgos más impactantes es la presencia de microplásticos en el meconio, las primeras heces de los recién nacidos. Un estudio realizado en 2021 encontró niveles equivalentes de microplásticos en el meconio de los bebés y en las heces de los adultos. Esto sugiere que los microplásticos pueden estar presentes en el útero, lo que implica que los bebés podrían estar expuestos a estos contaminantes incluso antes de nacer.
  • En 2019, un equipo de científicos descubrió microplásticos en la nieve cerca de la cima del Monte Everest, la montaña más alta del mundo. Estas fibras plásticas, probablemente transportadas por los pocos escaladores que alcanzan la cima, subrayan la capacidad de los microplásticos para llegar a los lugares más inaccesibles del planeta.
  • Sorprendentemente, los microplásticos también han sido detectados en la cerveza. Un estudio de 2022 encontró hasta 9,659 partículas de microplásticos por cada 100 ml de cerveza. Los investigadores creen que estas partículas pueden provenir de las materias primas, el agua o los equipos utilizados en el proceso de elaboración de la cerveza, demostrando cómo los microplásticos pueden infiltrarse en nuestra cadena alimentaria de formas inesperadas.
  • Las nubes tampoco están exentas de contaminación. Científicos japoneses encontraron microplásticos en las nubes sobre los picos del Monte Fuji y el Monte Oyama. Por cada litro de agua de nube, se detectaron entre 6,7 y 13,9 piezas de microplásticos, lo que sugiere que estos contaminantes pueden ser transportados a través de la atmósfera y depositarse en lugares remotos mediante la lluvia, ampliando su alcance a zonas donde la actividad humana es mínima.
  • Finalmente, un estudio publicado en mayo de 2024 reveló la presencia de microplásticos en los testículos humanos y de perros. En los testículos humanos, se hallaron microplásticos en todas las muestras analizadas, aunque ya no había espermatozoides presentes. En los perros, los investigadores encontraron una correlación entre la cantidad de microplásticos y un recuento de espermatozoides significativamente más bajo, lo que podría tener implicaciones serias para la fertilidad.

Estos hallazgos evidencian la ubicuidad de los microplásticos y su potencial impacto en la salud humana y el medio ambiente. Reducir el uso de plásticos y mejorar las prácticas de reciclaje son pasos cruciales para mitigar este problema global. (Con información de Hipertextual.com)