Roberto Guzmán

Cinismo es cometer actos vergonzosos con descaro, sin ocultarse y sin sentir vergüenza, mientras que defender la moral es contribuir a la mentira. La extrema derecha y otros próvidas más no sólo han resultado ser unos distorsionados del cristianismo por su fanatismo enfermizo, ya que continúan siendo retrógrados peligrosos para la sociedad como para las mujeres embarazadas, cuando algunas por su propio derecho a decidir sobre su cuerpo han optado por un aborto seguro.

La derecha también es enemiga no solamente de nosotros las comunidades LGBTT+ y de los que no profesamos la fe católica, lo son también de los disidentes sexuales al quedar la impunidad de muchos de ellos al descubierto, al grado de que ya no podemos permitirles continuar profesando más su falsa bandera por la “defensa a la vida” como “sus valores”.

Desde mi perspectiva, cuando uno actúa con doble moral se torna inconsecuente con la propia, misma en la que sólo se cree y predica, pero cuando uno actúa de manera contraria a lo que se presenta como bueno y válido, sólo se busca que los propios intereses se vuelvan egoístas hacia los demás.

Por décadas, en nuestro país y estado la derecha se ha valido de su cinismo y astucia al imponer siempre la moral sexual más conservadora del catolicismo, bajo el amparo y la impunidad de gobiernos y criminales con sotana, quienes con discursos represivos y mojigatos han actuado a la derecha de la ultraderecha mexicana, y en Quintana Roo sin ser la excepción, este último sexenio varios legisladores y el propio ejecutivo lo han hecho contra los y las quintanarroenses, con todo y señalamientos por su escasa productividad legislativa y desempeño.

Prohibir la interrupción de un embarazo, así como el aborto seguro, son temas de salud pública pero también un tema político, y en el caso de la posición oficial en nuestro estado, a través de un personaje gris y corrupto que por varios años dentro del poder legislativo se vino expresando con doble moral, siempre declarándose como un provida más y como defensor de la familia y las buenas costumbres fomentó la estigmatización y penalización de las mujeres, quienes hoy continúan obligadas a abortar clandestinamente.

Estas posturas y políticas oficialistas son las mismas de siempre y lamentablemente en este sexenio se les facilitó promover la inviabilidad de una maternidad planificada y deseada, ya que la decisión autónoma de las mujeres se suplantó por las posturas provida acientíficas propagadas por los herederos de la inquisición, quienes simultáneamente desfalcaron millonarios presupuestos destinados para salud, la alimentación y la educación entre otros, incluyendo la enseñanza de los derechos sexuales y reproductivos dentro de las aulas escolares, que pudieron haber minimizado el índice de embarazos adolescentes en el estado, por haberse perdido muchos de estos en la maraña de la corrupción y de la nula transparencia del gasto del ejercicio de recursos asignados tanto para una publicidad provida, como en la disminución de lo destinado a fortalecer estos temas.

Por años he pensado que la razón de estar en este mundo es tomar en cuenta lo que debemos y tenemos para ser congruentes con lo que decimos y hacemos, pues en ocasiones nuestra propia imperfección tiende a volvernos destructivos y materialistas, por tratar de conseguir lo que queremos.

Por lo tanto, ¿no es entonces, mi estimado lector, que el fin siempre ha justificado los medios cuando se trata de obtener lo que se quiera?

Usted qué opina…

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