Traer migrantes centroamericanos para ocupar plazas laborales es una situación compleja de debe analizarse a fondo, dice el líder de la CTM; pasó tres años y medio en prisión sin que hubiera pruebas fehacientes en su contra, afirma

SALVADOR CANTO

“Si bien existe la necesidad de mucha mano de obra que en la actualidad no se puede cubrir con la que existe en el estado, si se piensa en traer migrantes centroamericanos para ocupar esas plazas, se tiene que analizar a fondo y ver las condiciones en las que se podría hacer”, consideró José Isidro Santamaría Casanova, líder estatal de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Quintana Roo.

En amplia entrevista con El Despertador de Quintana Roo, el líder cetemista, quien recientemente quedó en libertad bajo fianza tras poco más tres años en prisión, dijo estar al tanto del punto de vista del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, pero admitió: “no le dimos seguimos porque nada más fue una expresión coloquial, pero no profundizó en el tema”.

De Viva Voz, agregó: “para empezar tendrían que tener jurídicamente una visa de trabajo y hasta donde yo sé, si tener una visa normal de turistas hoy es difícil, más tardado o costoso va a ser darles una visa de trabajo. Pero en realidad lo que normalmente buscan es utilizar a México de paso hacia para llegar a Estados Unidos”.

Durante la entrevista, reconoció que en la cárcel pasó momentos difíciles, vivió la pandemia y aunque hubo momentos de flaqueza, tuvo en todo momento el respaldo tanto de su familia como de la toda la gente de la CTM que nunca lo dejó solo.

A manera de reflexión ante el proceso penal que todavía enfrenta, aunque ahora en libertad, manifestó que adentro del Centro de Reinserción Social de Cancún hay mucha gente encarcelada injustamente, como el caso de una mujer que tiene 14 años sujeta a juicio sin que hasta la fecha le dicten sentencia alguna.

¿Qué opina de la posible contratación de migrantes centroamericanos para el sector hotelero, como propuso el canciller Marcelo Ebrad?

—Tenemos necesidad de mucha mano de obra que no podemos cubrir con la que existe en el estado, nosotros incluso estamos reclutando gente en Chiapas, Tabasco, Mérida. Con la pandemia, muchos de los compañeros trabajadores migraron hacia sus lugares de origen y más del 50% ya no regresó porque se dio cuenta que no estaba tan mal en donde vivían y acá es un lugar bastante difícil para vivir, es muy caro y sobre todo lo encarece que hay bastante inseguridad.

—¿Esta mano de obra de la que habla el gobierno federal va a requerir algún proceso de capacitación?

—Lo bueno de la hotelería y en específico de Quintana Roo es que el tema del servicio lo tenemos muy bien trabajado, de tal forma que todos nos acoplamos a la necesidad de nuestros turistas, sabemos lo importante de tratar bien al turista y la capacitación va inmersa en eso, todas las empresas sin excepción, independientemente que la ley exige que haya las comisiones de capacitación y adiestramiento, las mismas empresas saben cómo es un tema de servicio, tenemos que tenerlo actualizado y al día. 

—¿Qué tipo de empleos es el que más se requiere en estos momentos?

—Mano de obra no calificada como son stewards, mozos, jardineros, camaristas, algunos calificados pero son más difíciles de conseguir como cocineros, áreas de mantenimiento en donde los albañiles, plomeros, electricistas, azulejeros, la competencia de la construcción es muy fuerte, pagan mucho mejor en la construcción porque ahí se trabaja no por hora de trabajo, sino a destajo y ellos están acostumbrados a jornadas no de ocho horas, sino de 10, 12 y hasta de 14 horas a cambio de una remuneración mucho más abundante que en la hotelería, que son de ocho horas y no por obra determinada.

—De concretarse la llegada de centroamericanos para laborar en Quintana Roo, ¿ya se piensa en algún plan para darles vivienda, incrementar servicios e incluso transporte?

—No, escuchamos el punto de vista del secretario de Relaciones Exteriores, pero no le dimos seguimos porque nada más fue una expresión coloquial, pero no profundizó en el tema. Traer gente migrantes, para empezar tendrían que tener jurídicamente una visa de trabajo y hasta donde yo sé, si tener una visa normal de turistas hoy es difícil, más tardado o costoso va a ser darles una visa de trabajo. Lo que normalmente buscan estos ciudadanos de otros países es utilizar a México de paso hacia el norte.

—En ese contexto, ustedes como CTM ¿estarían a favor de que se le dé prioridad a la mano de obra nacional?

—Somos la antítesis de la carencia laboral, pero hay otros lugares en donde hay problemas de falta de empleos muy fuerte, Chiapas y Tabasco son unos de ellos, Mérida no tanto porque ahí hay un crecimiento en todos los ámbitos que le permiten cubrir el trabajo de cualquier índole en las empresas, pero Tabasco y Chiapas es en donde más tenemos problemas de falta de empleos porque su crecimiento es muy lento.  

—¿Entonces sería mejor reforzar las condiciones laborales para México?

—Definitivamente creo que sería mucho mejor, pero de todas maneras estaríamos dispuestos a recibir (centroamericanos), si hubiera las condiciones para poderlo hacer porque al fin y al cabo lo que necesitamos es mano de obra.

—Por otro lado, ¿cuál es su situación jurídica en estos momentos?

—Estoy en libertad bajo fianza, pues se supone que después de dos años la ley te permite cambiar la medida cautelar de prisión preventiva a uno menos gravosa, pero desgraciadamente nuestras leyes no son ni rápidas, ni prontas, ni expeditas y ni mucho menos gratuitas; me tuve que tardar un año y medio para poder conseguir la audiencia de cambio de libertad cautelar a libertad bajo fianza, es decir, sigo mi proceso pero en libertad.

—¿Esa libertad qué significa o qué le permite hacer?

—Pues me permite tener reuniones presenciales con muchos empresarios, con muchos actores políticos, sociales, económicos, me permite interactuar y poder aterrizar planes y proyectos a futuro que no se puede a manera de distancia.

—Dentro de todo esto, ¿cómo ha sentido el proceso penal en su contra?

—La verdad es que es un tema bastante complejo, se presupone que de dicho, todos somos inocentes hasta que nos prueben lo contrario, pero en el hecho no es así, en el hecho para la autoridad eres culpable hasta que demuestren lo contrario. Te pueden inventar un delito y comienzas a pagar una pena corporal por algo que no te han comprobado porque desde el momento que te detienen ya estás pagando por anticipado. En este caso fueron tres años y medio y hasta ahora no hay pruebas fehacientes de que se haya cometido un delito y ni muchos que lo haya cometido yo.

—¿Se sintió traicionado?

—Al contrario; tuve siempre la fortuna de que la CTM siempre estuviera conmigo desde ahí adentro. La CTM me protegió, me cubrió, me dio el lugar que por derecho me correspondía e incluso, más aun, mi sindicato base me siguió reconociendo y fueron ellos los que acompañaron en todo este transcurso los martes, jueves y domingos que eran de visita, siempre estuvo llena mi agenda para poder recibirlos porque me iban a platicar, me iban a consultar, me iban pedir mi opinión y eso me llenaba de consuelo porque cuando estás solo en una celda, pues te sientes desamparado, algo que veías muy lejano porque escuchábamos el que te pudieran fabricar delitos, el que te pudieran acusar sin que fueras culpable y de repente vivirlo es totalmente inaudito, no das crédito, te sientes desesperado, te sientes solo, pero llegaban los días de visita y me di cuenta que toda mi familia estaba conmigo, mi familia física —mi madre, mis hermanos, mis nietos, mis hijos, mi esposa— y sobre todo mi familia política y mi familia sindical estuvo al pendiente y siempre me dijo ‘estamos contigo y sigues siendo nuestro líder hasta el momento en que salgas’.

—¿Hubo lealtad de su gente?

—Total y absolutamente, pues fue lo que me permitió tener la mente fresca, tranquila y despierta para poder reaccionar.

—¿La CTM siguió caminando pese a que su líder estaba en prisión?

—Me di cuenta de que la CTM tiene vida propia y la CTM no es uno solo, somos de todos los que lo conformamos y le damos seriedad y fortaleza. Algo que me deja de experiencia es que todos necesarios pero nadie es indispensable. La CTM no es Santamaría ni Santamaría es la CTM, puede uno llegar al momento, con el trabajo, de tener el privilegio de sentirse necesario pero tiene uno que ser lo suficientemente honesto para entender que no es indispensable.

—¿En estos tiempos, la CTM es un sindicato plural o partidista? 

—Con base en la ley dejamos de ser corporativistas, ya no somos corporativos, en su momento surgimos con el PRI, trabajamos para el PRI pero por designación legal dejamos de ser corporativistas. En lo personal sigo siendo priista, en lo general la CTM es totalmente no apolítica pero cada quien toma la decisión que considere más pertinente, lo que sí es cierto es que seguimos pugnando por las posiciones políticas, porque consideramos que hoy por hoy nuestra sociedad sigue siendo injusta, tan injusta que tiene leyes que no son perfectas pero sí perfectibles y la única forma de cambiarlas es teniendo acceso a esos medios de deliberación como son los congresos estatales o federales.  

—¿Nunca se enteró que había alguna investigación en su contra?

—Nunca me llamaron para imputarme alguna acusación, simplemente me presentaron una orden de aprehensión y me detuvieron, nunca supe que había algo en mi contra, nunca supe que se estaba cocinando algo en mi contra. Ilegalmente me detienen, bueno, legalmente porque había una orden de aprehensión, pero no me dieron la oportunidad en su momento de demostrar algo o de tener el derecho a saber de qué me acusaban.

—¿Por qué considera que lo detuvieron?

Santamaría no es el importante, pero sí el cargo que ostentaba, entonces ese es el por qué se filtra a nivel nacional mi detención, porque era el secretario general de la CTM a quien acusaban de trata de personas, o sea, no es porque era Santamaría, era el puesto lo importante y porque además era un delito grave que estaba de moda y normalmente son los que utilizan como argumento.

—Previo a su detención, ¿había en su agenda la aspiración a algún otro cargo político o dijo algo que le haya incomodado a alguna autoridad o político?

Que yo sepa no, no tuve ninguna confrontación con nadie, incluso razonábamos de que el gobernador (Carlos Joaquín) acababa de entrar, no tenía mucho tiempo y aunque ganó por el PAN, pues era de formación priista y creo que habíamos hecho un buen político, tan bueno que había superado a los maestros con tal de llegar a la gubernatura y él no puede negar su formación netamente política adentro del PRI, y por ahí se descarta.

—¿No sospecha de algo o de alguien?

—Desconozco cuál sea el porqué, lo que sí sé es que fue totalmente un delito infundado, fabricado sin saber el porqué.

—¿Esta situación le afectó en su vida política?

—Es que cuando te acusan ilegalmente te destruyen más y te destruyen política, económica, social, es decir, en todos los sentidos te destruyen porque lógicamente dejas de ser operativo, porque el estar encerrado te impide estar en comunicación con tus seres queridos, estar en comunicación con tus socios, con la sociedad en tu conjunto. Te vuelvo a repetir que es algo totalmente ilegal que comiences a compurgar una pena por un delito que todavía ni siquiera te pueden comprobar, y bueno, en la soledad de estar recluido comienza uno a pensar en lo frágil que es la vida y la libertad del ser humano porque de la noche a la mañana no sólo te pueden matar, sino lo peor, te pueden privar de la libertad nada más por el decreto de un juez que considera que hay los elementos para someterte a proceso, o sea porque no te tiene que comprobar nada, nada más porque él considere que hay los elementos para someterte a un proceso te vinculan.

—¿Ya supo quién lo demando o acusó?

—No existen las personas, en tres años y dos meses ni siquiera nos han dicho quiénes son porque no existen.

—¿Cree que hay más personas encarceladas injustamente como usted?

—Muchísimos, más de los que yo esperaba encontrarme; la mayoría de ellos llevan más tiempo. Conocí a una mujer que va a cumplir 14 años sin que le dicten sentencia y es increíble que esto suceda cuando nuestras leyes son claras y específicas, cuando después de dos años la autoridad o te sentencia o te da libertad para que sigas tu proceso en libertad, mas sin embargo te mantiene 14 años porque lamentablemente como es este caso, no tiene el dinero, no tiene los medios para poder pagarse un proceso y hacer valer sus derechos y eso quiere decir que la ley no es gratuita, o sea, de nada sirve que esté la ley si no se tiene la capacidad de poder hacerla valer. En este caso, a un servidor con toda la fortaleza que yo pueda tener, me tardé un año y siete meses en poder lograr mi libertad cuando por ley debe de ser a los dos años y no debería de pedirlo, me lo tienen que otorgar.

—¿Hay mucha injusticia? 

Sí, las leyes no son justas y la impartición de justicia está peor.

—¿Algún mensaje para los cetemistas o ciudadanos que aún creen en usted?

Hoy por hoy, el mensaje más fuerte y contundente que me dejó el estar recluido es lo frágil que es la vida y la libertad del ser humano que puede sr truncada inmediatamente, nada más por algo que está fuera de nuestro control, como tantos muertos que hay en nuestro país y en nuestro estado y nadie hace nada por averiguar el porqué de las cosas y dos, algo importantísimo, darme cuenta de lo grande que es nuestra organización obrera porque su fuerza no recae en una sola persona, sino en la unidad y que todos somos necesarios pero nadie es indispensable, la CTM sigue caminando con o sin nosotros y eso es lo más importante.