El tema de hoy:

INFIDELIDAD FEMENINA

Dra. en Psic. Laura Álvarez Alvarado

Las mujeres son infieles en exactamente la misma frecuencia que los hombres, solo que estos “lanzan el anzuelo” con mucha más frecuencia.

Las diferencias entre la infidelidad masculina y la femenina radican en los lazos emocionales que crean las mujeres, quienes afirman sentirse enamoradas en un 57% de sus aventuras, contra un 27% de ellos.

A pesar de que las mujeres tienen el mismo impulso sexual que los hombres, su sexualidad debe ir acompañada de un estrecho vínculo emocional que va más allá del sexo: actos como las caricias, los besos, los abrazos, los pequeños detalles diarios de su pareja y sentir que la recuerdan durante el día, sin contar una verdadera comunicación.

Existe la creencia arraigada de la “media naranja”, o la pareja perfecta, alimentada de manera recurrente por el cine y la música; estímulos que a su vez son extremadamente populares en los años de formación de la personalidad.

Es muy fácil caer en expectativas irreales: la promesa de la “pareja perfecta”.

Si una niña no es orientada por sus padres ni se siente apoyada o capaz de comunicarse abiertamente con ellos, puede terminar forjándose un ideal irreal de lo que es una pareja. Al no poder conseguirla, drena su frustración siendo infiel, pues siente que merece algo más.

Una mujer que no se resigna a no disfrutar de todos los aspectos de su vida sentimental pero que no se atreve a romper con la situación de pareja que tiene, aunque no esté totalmente feliz dentro de ella, llega a ser infiel.

Entre mujeres y hombres las causas son similares, aunque se presentan en orden diferente. Mientras que en las mujeres el primer motivo aparente es una  mala comunicación, en los hombres aseguran buscar «aventuras«.

¿Por qué una mujer es infiel?

Algunos de los motivos de la infidelidad femenina son parecidos a los de la infidelidad masculina. Una persona, sin importar su género, busca en un tercero lo que no encuentra o ha perdido con la pareja con la que tiene establecida una relación.

  • Deseo de ser conquistada y halagada. La rutina de la pareja hace que muchos de los ritos de cortejo y seducción se pierdan. La comodidad se va abriendo paso y en la confianza de la intimidad se van olvidando los códigos del erotismo, la seducción y el flirteo. La mirada de deseo de otro hombre puede hacer estragos.
  • Deseo sexual insatisfecho . Sí, las mujeres tienen libido como los hombres (o más). La cultura occidental ha creado una imagen de la mujer-niña eterna cuya sexualidad es un regalo para el hombre que la posee. Nada más lejos de la realidad, las mujeres tienen deseos sexuales fuertes, fantasías eróticas. Una vida sexual pobre y un deseo insatisfecho son una vía libre para la tentación.
  • Baja autoestima. Algunas mujeres no están insatisfechas sexualmente y tienen una pareja que funciona bien, una pareja a la que aman, pero por razones diferentes su autoestima está baja. La infidelidad es un reto, un juego de riesgo, es cruzar lo prohibido, una aventura llena de adrenalina. La adrenalina levanta las pulsaciones y el ego.

Puede provocarla también:

  1. Monotonía. La rutina mata, nos encierra en una zona de confort que puede llegar a asfixiarnos.  Aunque las mujeres tienen más agudizado el sentido de la pertenencia y la conservación, el exceso de pasividad en una relación larga puede cansar a cualquiera. 
  2. Crisis de pareja. Fue la razón más recurrida por las mujeres. El 38% de ellas, indican que los constantes problemas y fallas en la comunicación las hacían sentirse vulnerables y poco amadas. 
  3. Venganza. La infidelidad femenina puede ser una reacción ante la traición del hombre. Ser infiel para «empatar el marcador» resulta «liberador» momentáneamente, pero atrae otros problemas emocionales.
    4. Por amor. Esta comienza por ser una infidelidad emocional, sin ningún tipo de contacto físico y puede llegar a generar fuertes niveles de estrés y angustia por tiempo prolongado. Esta suele ser una de las infidelidades más doloras y definitivas porque supone que el enamoramiento por la pareja se ha esfumado. 
  4. Por evasión. A veces la infidelidad se vuelve una manera de escapar de los problemas de la vida cotidiana; una maternidad no deseada o por deseos frustrados.  Muchas mujeres ven en la infidelidad una puerta de salida a una determinada situación que no han podido resolver.

Cuando ellas se sienten insatisfechas en tantos aspectos, no sólo pueden ser infieles para llenar el vacío de romance con la emoción de una relación prohibida; también podrían caer en el alcohol o las drogas para sepultar temporalmente esta necesidad.

Mucho más astutamente que el varón. La mujer infiel maneja los códigos del disimulo de una manera mucho más fría. Quizá los siglos de pretender vivir un papel para la sociedad desgajándose de la personalidad propia han hecho que la mujer pueda mirar a los ojos mintiendo. No hablamos de todas, sino de la mujer infiel.

Ella puede seguir su rutina, criar a sus hijos, trabajar en su labor cotidiana, cuidar de su hogar y su pareja y también tener una relación paralela llena de pasión fuera de casa.

La mujer que es muy egoísta no significa que vaya a ser infiel pero las posibilidades aumentan considerablemente. Una mujer que traiciona, que es egoísta y no tiene ética es muy fácil que ponga los cuernos si encuentra otro hombre que sea más de su agrado.

Las mujeres así no ven personas humanas, se ciegan por sus propios propósitos y es más probable que piensen que cambiar de pareja es como cambiar un coche viejo por uno nuevo. La forma que una mujer trata a los demás con pocos sentimientos es que esa mujer podría hacer lo mismo contigo algún día. Las mujeres mentirosas manipulan mucho con las mentiras. Usan las mentiras de forma recurrente y pueden hacer mucho daño.

Si una mujer es infiel algo muy serio está pasando en su vida sentimental. Cuando toma la decisión de estar con otro hombre es porque su relación previa está muy dañada.

La infidelidad femenina suele ser el preludio de una crisis que desemboca en divorcio, no así la masculina. Cuando la mujer es infiel, quizá no sea inmediato, pero es el principio del fin.

Recuerda que la infidelidad femenina no necesariamente se da fuera de casa, puede ocurrir por medio de una computadora, un chat o una videocámara. 

Adicionalmente hay algunas condiciones que pueden aumentar la probabilidad de que seas víctima de una infidelidad:

  • Eres un hombre controlador y desconfiado.
  • Fuiste un hijo sobreprotegido o con exceso de autoridad.
  • Tu familia no la quiere y acepta lo suficiente.
  • Olvidas fechas importantes o no les das el valor que tu pareja reclama.

Es hora de actuar, aún puedes estar a tiempo de salvar tu relación. Un especialista psicológico te será de ayuda para manejar tus emociones y en pareja de una mejor manera. 

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