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MOSCÚ.- Científicos de la Universidad Nacional de Investigación MIET en Rusia han desarrollado un nuevo material que puede convertir el campo magnético terrestre en energía eléctrica, abriendo así nuevas posibilidades para la generación de energía. Este material innovador, flexible y biocompatible utiliza un polímero llamado fluoruro de polivinilideno-trifluoroetileno (PVDF-TrFE), en lugar de los sustratos frágiles convencionales. Esto lo hace adecuado para aplicaciones en dispositivos electrónicos flexibles, como implantes médicos y pantallas de dispositivos.

El material pertenece a la clase de los magnetoeléctricos, los cuales tienen la capacidad de convertir la energía de los campos magnéticos en energía eléctrica. A diferencia de los materiales anteriores, el nuevo compuesto desarrollado por los investigadores rusos es flexible y resistente a influencias mecánicas y químicas, lo que amplía su uso potencial en campos como la salud y la microelectrónica.

El voltaje generado por este nuevo material es suficiente para la transmisión de información en dispositivos electrónicos modernos, lo que lo hace prometedor para aplicaciones prácticas. Además, su biocompatibilidad permite su uso en la fabricación de implantes, ofreciendo soluciones innovadoras en la tecnología médica.

Este avance se llevó a cabo en colaboración con investigadores de la Universidad Estatal de Nóvgorod y otros colegas internacionales y los resultados han sido publicados en el Journal of Magnetism and Magnetic Materials.