* El camino de Noé es un ejemplo de esfuerzo, dedicación y amor por el básquetbol, una pasión que, desde aquel primer partido que vio de su padre, lo ha llevado a alcanzar grandes metas. Hoy comparte sus conocimientos en la Academia Káalaks

Por Andrés Dávila

Noé Vega Novelo descubrió su amor por el básquetbol a los 10 años tras asistir a un partido de su padre. Aunque empezó jugando fútbol, el desempeño de su padre lo inspiró a dedicarse al baloncesto, lo que lo llevó a formar parte de equipos juveniles, universitarios y la liga profesional mexicana. Uno de los hitos de su carrera fue jugar para los Pioneros de Cancún, donde fue campeón en la temporada 2015-2016.

– ¿Cómo comenzó tu pasión por el básquetbol?

– La verdad, mi amor por el básquetbol surgió de una manera inesperada. Yo jugaba fútbol de niño, pero todo cambió cuando fui a ver un partido de mi papá. Él jugaba básquetbol y recuerdo que en ese partido jugó tan bien que algo dentro de mí despertó. A partir de ese momento, nació mi amor por el básquetbol, y fue algo que me acompañaría toda mi vida.

– ¿Cuáles fueron los momentos más importantes de tu trayectoria en este deporte?

– Uno de los momentos más significativos fue cuando jugué con los Pioneros de Cancún en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP). Estuve con el equipo en la temporada 2015-2016, una temporada especial porque el equipo se coronó campeón. Es un logro que siempre llevaré conmigo. A nivel personal, también fue importante el tiempo que pasé en la universidad en Monterrey, donde maduré mucho como jugador y persona.

– ¿Cómo llegaste a jugar en la universidad de Monterrey?

– Fue una oportunidad que llegó gracias al apoyo de Wilbert Flores. Él me conectó con una universidad en Monterrey, y aunque fue de la noche a la mañana, no lo dudé. Me probé con el equipo y, aunque fue una travesía viajar desde Cancún, valió totalmente la pena. Pasé cuatro años en la universidad y un año y medio en la maestría, mientras jugaba con el equipo universitario. Este periodo fue clave para mi desarrollo.

– ¿Qué significó para ti representar a Quintana Roo en las categorías infantil y juvenil?

– Representar a Quintana Roo siempre ha sido un orgullo para mí. Desde muy pequeño, estuve en las selecciones infantiles y juveniles del estado, y eso me motivó mucho a seguir adelante. Cada competencia era una oportunidad para representar no solo a mi estado, sino a mi familia y a toda la gente que siempre me apoyó. Esa fue una de las mejores motivaciones para seguir creciendo como jugador.

– ¿Cuáles fueron las experiencias que más te marcaron como jugador?

– Una de las cosas que más me gustó del básquetbol fue la oportunidad de viajar y conocer diferentes ciudades y culturas. Recientemente, a finales de 2022, tuve la oportunidad de jugar en Ecuador, lo cual fue una experiencia increíble. Además, cada viaje con el equipo era una aventura, conocer nuevas canchas y rivales siempre me emocionaba. Aunque no siempre había tiempo para recorrer las ciudades, el simple hecho de estar ahí y caminar por sus calles ya era algo especial.

– ¿Cómo te defines como persona y como jugador de básquetbol?

– Me considero una persona humilde y solidaria. Siempre trato de ser bueno con los demás y ayudar cuando puedo. En el ámbito deportivo, soy un hombre apasionado por el básquetbol, dispuesto a dar el 100% sin importar las lesiones o dificultades. En la vida, como todos, tengo altos y bajos, pero siempre trato de mantenerme agradecido por lo que tengo, especialmente por mi familia.

– ¿Cómo ves el nivel del básquetbol en México actualmente?

El básquetbol en México ha avanzado, pero siento que todavía falta apoyo, especialmente a nivel de selección nacional. A pesar de eso, he tenido la suerte de jugar con grandes amigos y compañeros que hoy representan a México en competencias internacionales, lo que me hace sentir orgulloso de haber compartido cancha con ellos.

– ¿Cuáles son tus planes a futuro?

A futuro me veo con un trabajo estable y, si Dios quiere, formando una familia. No tengo prisa, pero sí me gustaría tener algo lindo, quizás unos dos hijos. Sin duda, seguiré siendo la misma persona, ayudando a los demás y siempre vinculado al deporte.

– ¿Un mensaje final para quienes te siguen?

Agradezco mucho que nos tomen en cuenta a las personas locales y mando un saludo a todos los que han estado pendientes de esta entrevista. Especialmente, quiero agradecer a mi familia, que siempre ha estado ahí apoyándome.