KABUL.- Las autoridades de Afganistán reportaron ayer martes la muerte de 65 presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en una serie de bombardeos en la provincia oriental de Nangarhar.
Las fuerzas gubernamentales, respaldadas por aeronaves, golpearon las posiciones y escondites de los milicianos del EI en áreas del distrito de Haska Mina, desde las primeras horas de este martes.
El portavoz del gobernador provincial, Ataulá Khogyani, citado por la agencia afgana de noticias Tolo News, señaló que al menos 18 terroristas resultaron heridos en operaciones aéreas y terrestres en el distrito de Haska Mena.
Khogyani dijo que en las operaciones un civil murió mientras otros 13 resultaron heridos. Las bajas civiles se deben a que los terroristas usan las viviendas de los civiles como sus escondites.
El 25 de diciembre el jefe del Estado Mayor del Ejército de Afganistán, Sharif Yaftali, cifró en un máximo de dos mil los terroristas del Estado Islámico en Afganistán.
 
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