Este 1 de enero entró en vigor la versión 3.3 de la factura electrónica para los contribuyentes registrados ante el Sistema de Administración Tributaria  (SAT), que con esta medida planea sacar del mercado a los evasores de impuestos a partir de este año.
La versión 3.2 que se manejaba dejó de funcionar el pasado el 31 de diciembre. Con esta modificación se busca prevenir delitos, como fraudes y compra venta de facturas, ya que el SAT impone nuevas reglas para la factura electrónica.
Para lograrlo dispuso que los Proveedores Autorizados en Certificación (PAC), no puedan timbrar si el RFC de la persona a la que le hacen la factura no está dado de alta en su padrón y aplica también para quienes tienen un RFC no actualizado.
“Los cambios requeridos de igual forma tienen como objetivo unificar la factura, es decir, que no haya textos abiertos, sino que todo sea mediante catálogos”, dijo Yamile Dávalos Rosillo, gerente de Facturador Contable en Factuador.com.
Advirtió que el contribuyente puede describir su actividad, producto o servicio como quiera pero se debe asemejar a una de las descripciones de actividades del catálogo del SAT, que se compone por más o menos 60 mil productos y contempla una gran variedad de actividades.
Las mayores interrogantes de los contribuyentes tienen que ver precisamente con el uso de los catálogos del SAT, por lo que la dependencia se vio obligada a establecer un periodo de curva de aprendizaje en su uso. El plazo abarca a junio de 2018, periodo máximo para cometer una equivocación si recibir sanción.
Sin embargo, si a partir del 1 de julio próximo la verificación no es adecuada  y el Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) contiene errores, los contribuyentes se harán acreedores a multas consideradas en el Código Fiscal de la Federación.
El proceso aplica para todos los contribuyentes sin importar el régimen fiscal en el que se encuentren, lo que implica una carga administrativa más para todas las empresas, por lo que se recomienda que quien aún tenga dudas se acerque al SAT o a un PAC para resolverlas de inmediato.
En Quintana Roo, de acuerdo con el SAT,  de una muestra de poco más de 758 mil contribuyentes, tanto personas físicas como morales localizados a finales de octubre de 2017,  facturaban en la versión 3.3  poco más de 144 mil, lo que representa apenas el 19 por ciento del total de ese universo.(Licety Díaz)