Caminar hacia atrás, conocido como ‘retro-walking’ o ‘retroambulation’, ha captado la atención de usuarios en redes sociales y expertos en salud y fitness. Esta actividad, respaldada por la ciencia, ofrece numerosos beneficios físicos y mentales.

Kristyn Holc, fisioterapeuta de Atlantic Sports Health Physical Therapy, destaca que esta práctica es especialmente útil para personas mayores con dolor en las articulaciones, particularmente en las rodillas. Caminar hacia atrás involucra los músculos de manera diferente, aliviando la presión en las rodillas y activando intensamente los cuádriceps, lo que puede reducir el dolor y la rigidez muscular.

Un estudio publicado en la revista Journal of Biomechanics encontró que caminar hacia atrás reduce significativamente la carga en las articulaciones de la rodilla en comparación con caminar hacia adelante. Esto es beneficioso para quienes sufren de osteoartritis, proporcionando un método menos doloroso para mantenerse activos y mejorar la movilidad.

Además, el ‘retro-walking’ fortalece los músculos glúteos, mejorando la postura y el equilibrio; también mejora la propriocepción, la capacidad del cuerpo para percibir su posición en el espacio, crucial para el equilibrio y la coordinación.

Para una práctica segura, se recomienda comenzar en una cinta de correr o acompañado de un guía al aire libre, y alternar entre caminar hacia adelante y hacia atrás. Según Holc, en cuatro semanas de práctica regular se pueden notar mejoras significativas en el equilibrio y la fortaleza de las articulaciones. (Con información de Muy Interesante)